Nuevamente más problemas para el Instituto Adolfo Posada
El 11% de los opositores de medicina interna denuncian irregularidades en los exámenes
Un miembro del tribunal comparte un negocio privado con uno de los aspirantes que mejor puntuación está logrando
15.06.11 - R. M. | GIJÓN, en El Comercio.
Noventa eran los admitidos a las oposiciones que el Principado tiene abiertas para cubrir 23 plazas de medicina interna. Cuando quedan apenas unas semanas para que el procedimiento quede resuelto, diez de ellos (el 11%) presentaron el pasado lunes un recurso de alzada ante el Instituto Adolfo Posada denunciando irregularidades en el proceso de selección y solicitando sea anulado el mismo.
El recurso de alzada, redactado por el despacho Gerardo Iglesias Abogados, se apoya en varios indicios. El de mayor peso apunta a un presunto vicio en la composición del tribunal evaluador. En el mismo ostenta una vocalía titular I. F. G. Esta facultativa compatibiliza su puesto en la Administración pública con una clínica privada en la que, según reconoce su propia página web, estaría empleado como especialista en medicina interna R. A. C., uno de los opositores personados.
A juicio de los recurrentes, este hecho «obligaba a I. F. G. a renunciar su puesto en el tribunal, porque tiene una evidente incompatibilidad, al estar interesado en el proceso uno de sus socios». La conexión entre evaluador y aspirante ha despertado en los recurrentes la sospecha de que «las preguntas podían haber sido filtradas a un grupo de elegidos que están sacando notas desorbitadas».
Esta sospecha se sustenta en un estudio estadístico realizado sobre las notas obtenidas por todos los aspirantes en el primer parcial. Se trataba de un examen con 100 preguntas y en el cual la nota máxima permitida era de 50 puntos.
Sólo 33 aspirantes superaron esta prueba eliminatoria. Lo hicieron con una puntuación media de 30,7 puntos. Según el estadístico que realizó este informe, la desviación típica sería para este caso de cinco puntos. Sin embargo hay cuatro aspirantes que se han salido ampliamente de este comportamiento, cosechando notas de entre 45,33 y 40,33. El sexto clasificado se sitúa cinco puntos por debajo de este grupo de elite. La segunda máxima nota dentro de estos destacados, por cierto, se la llevó I. F. G.
Los recurrentes llaman la atención en su escrito al contenido mismo de ese examen. Según otro informe que han preparado, un 25% de las preguntas «no se atiene al temario según las bases de la convocatoria, bien por no poder incluirse directamente en los apartados donde se especifican las áreas temáticas o por exceder sus contenidos».
El mismo problema lo encuentran en la segunda prueba, un examen en el que los aspirantes debían escoger uno de los cuatro casos clínicos propuestos y resolverlo. El grupo de los destacados escogió el mismo ejemplo, un linfoma intravascular, enfermedad de la que sólo hay documentados unos 300 casos en el mundo, lo que ha permitido 900 publicaciones. De nuevo en este examen han demostrado un acierto fuera de la media. Ya solo queda para confirmarles la plaza que superen el concurso de méritos, algo que podría quedan liquidado en las próximas semanas.
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