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«Con un paro del 20%, la gente volverá a trabajar con una rebaja salarial del 20 o del 25%»

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«El sector público tiene su responsabilidad en esta crisis por su participación en las cajas, contagiadas por las clases políticas»

Foto: Tano Santos, en un momento de la entrevista. miki lópez

TANO SANTOS Catedrático de Economía de la Columbia Business School

Lne.es » Economía Oviedo, Marián MARTÍNEZ
Tano Santos (Málaga 1966) es doctor en Economía por la Universidad de Chicago (1996) y en la actualidad es catedrático en la Columbia Business School, además de ocupar la dirección de la Cátedra Fedea-Abertis y colaborar en el blog «Nada es Gratis» de la misma fundación, a la que pertenece el grupo de «Los Cien» economistas. Santos visitó Asturias la semana pasada para impartir seminarios en los que participaron directivos de Cajastur, a la que salvó de sus críticas porque «me ha sorprendido su gestión». 

-¿Se tiene en otros países la misma imagen de España que de Italia, Grecia o Portugal? 

-Al principio de la crisis sí había problemas de imagen porque se nos juntó con países de una gravedad muy especial, como Irlanda y Grecia. España tiene un problema grave, pero pese a las dificultades que estamos teniendo no es la del caso griego o irlandés. Lo que pasa es que no siendo un problema tan grave, la mala gestión que se ha hecho lo ha empeorado. La lentitud con que se ha atacado el problema de nuestras entidades financieras, de las reformas estructurales, las señales equivocadas que se mandaron una y otra vez al mercado, donde parecía que nuestro gobierno no entendía la naturaleza de nuestra crisis porque al parecer no había entendido la naturaleza de nuestra prosperidad anterior, pues provocó que se creara un problema donde no lo había realmente. 

-Una vez admitida la crisis, ¿se ha actuado correctamente? 

-Los problemas siguen en cierta forma sin resolver. Se va en la dirección adecuada pero se hace todo un poco a medias, y esto que nos funcionó en ocasiones anteriores en una situación como la actual, sobre todo con el corsé que nos impone nuestra pertenencia al euro, no es suficiente. Este es el problema. La tradicional receta del político español en una crisis, de realizar reformas marginales combinado con un proceso de devaluación de moneda, ahora no sirve, porque no existe la posibilidad de devaluar, con lo que hay que ser más agresivo por otro lado y tratar los problemas con más dureza. Esto es lo que se sigue sin hacer. El desapalancamiento del sector privado español está por producirse y las dudas sobre el sistema financiero español y las cajas de ahorro dan una solución compleja. 

-Se reconoció tarde la crisis ¿También la situación del sistema financiero? 

-Había una brecha enorme entre las palabras de «tenemos el mejor sistema financiero del mundo» y lo que se estaba haciendo. Y mientras tanto se está haciendo una reforma como no la hemos visto en este país en cuarenta años, consolidando el sector de las cajas,... una cantidad de cosas que no encajan con el discurso de que todo está bien. No hubiera estado de más un reconocimiento de que en España había problemas serios de solvencia con algunas entidades que requerían la utilización de instrumentos legales que tenemos para la gestión de entidades insolventes. 

-¿Se refiere a que habría que permitir la quiebra de alguna entidad? 

-Me refiero a aplicar la legislación de quiebras y concursales que nos permitieran el desapalancamiento del sector financiero de tal forma que se impusiese a los bonistas de estas entidades las pérdidas por su mala gestión. Esto no se ha hecho, no ha habido castigo, y como consecuencia se ha contaminado al sistema financiero. Y ahora una entidad solvente debe competir con una insolvente a la que se mantiene con vida de forma artificial y que compite en el mercado de depósitos, incremento el coste de los depósitos para la entidad solvente. Estas entidades zombis son las que distorsionan todo. Hay que acabar con esto ya mismo. 

-¿Qué le parece la idea de crear un banco público con las cajas que deban recibir fondos del FROB? 

-No estoy de acuerdo. Hay que recordar que el sector público tiene su responsabilidad en esta crisis a través de su participación en las cajas de ahorros, algunas de ellas muy mal administradas y contagiadas por las clases políticas locales. No entiendo por qué el sector público no acepta su responsabilidad en los problemas del sector financiero. La creación de un banco público sólo abunda en un mal modelo bancario y hay que ir a uno competente, homologable, donde sólo haya entidades de crédito que sean negociadas en el mercado público, que no tengan ninguna conexión con el poder político. Además, sería contradictorio con la estrategia. 

-¿Qué tiene que hacer España para salir de la crisis? 

-Hay que transmitir que, en cierta forma, una buena gestión podría ayudar a la situación económica, pero hay timidez a la hora de atacar los problemas y falta de comunicación para explicarle a la sociedad española que ya somos todos mayorcitos y que si en las últimas décadas estuvimos a las maduras, ahora toca estar a las duras. Hay que alertar sobre la tentación populista que va a venir una y otra vez, hablado generalidades y sin concretar. Falta un plan coherente y que se le explique al ciudadano a dónde queremos ir y lo que hay que reformar. Contar cómo va a ser España dentro de siete años si se hacen las reformas necesarias, y que en el medio va a haber subidas y bajadas, apretones, sustos, primas de riesgos... pero con una estrategia sostenida que nos lleve al terreno productivo. Se hacen las cosas para ir a un sitio mejor. 

-Se han hecho reformas y, por ejemplo la laboral, no ha funcionado. 

-La reforma laboral no se ha hecho bien. Yo me fui de España en el año 91 y se hablaba de la reforma laboral, de la dudosa temporalidad, de que hacía falta un contrato único para que las decisiones empresariales no provocasen saltos, de que la negociación colectiva desligaba los salarios de la productividad real... Veinte años después seguimos igual. Se sabe cuáles son los problemas desde hace décadas, para acabara haciendo una cosa que ni fu ni fa. 

-¿Se resumía en que abarataba el despido? 

-Es que se resumió en eso, y no se trata de eso. Tiene mala fama por una de las ecuaciones que contiene, pero contra lo que pueda parecer va a redundar en un grado máximo en beneficio del trabajador, sobre todo del que no tienen empleo. Se trata de adecuar la estructura del mercado laboral a las existentes en países como Austria, Alemania... ¿Alguien se cree de verdad que el trabajador alemán o el austriaco está menos protegido que el español? Lo que se pretende es una adecuación de unas estructuras laborales obsoletas y coherentes con el estado de bienestar que existe en todos los países occidentales. Y esto los líderes políticos no lo han explicado bien. No se está pidiendo volver al mercado del siglo XIX. Y lo mismo pasa con la de la negociación colectiva. 

-¿Habrá reformas de las reformas? 

-Las reformas están por llegar. Se están poniendo parches. Los ciudadanos creen que hay alternativa, pero no la hay, porque esta crisis no es como la de los 90 y la gente no puede quedarse en casa años esperando a ver qué pasa. Nos guste o no nos guste debe haber una mejora de competitividad de la economía española. Los ajustes se han hecho por cantidades y llega un momento en que se vacía el mercado. ¿Qué pasa? Que en algún momento la gente va a volver a trabajar y lo hará más barato. Una de las leyes de la economía es la de la oferta y la demanda. Y pasa como con la ley de la gravedad. Da igual que me guste o no, estoy sujeto a ella y no hay forma de sustraerse. Con un paro del 20% la gente tiene que volver a entrar en el mercado laboral, y como la estructura es la que es, lo hará en malas condiciones y con una rebaja de salarios del 20 o del 25%. Por eso hay que hacer las reformas, para que, aunque sea en estas condiciones, haya perspectivas de un futuro mejor. 

-¿Hay riesgo de que quiebre Grecia y haya un contagio? 

-Cuando un supervisor bancario habla con esta crudeza no lo hace pensando en el escenario que espera, sino en un escenario posible muy adverso. La probabilidad de un proceso de contagio en Europa por una quiebra griega es factible, puede pasar. Pero creo que la probabilidad es inferior al 50%. Pero el gestor de la política económica piensa que si se materializa ese escenario tan adverso no tiene instrumentos para afrontar una crisis de ese calibre. 

-¿Se está gestionando bien el caso griego? 

-A mí me parece que la estrategia de seguir refinanciando a Grecia es alocada, pero entiendo el argumento que las autoridades tienen en la cabeza porque están pensando que a lo mejor es más barato darle 60.000 millones a Grecia que crear un problema que luego necesite 250.000 millones de euros. Si no se le dota de capacidad de repago, sólo se marea la perdiz. 

-¿Y qué le parece el papel que está jugando Alemania? 

-Los alemanes se benefician de todo y creerse el argumento de que están desencantados es no entender el subsidio que tienen del resto de Europa. Tienen un crecimiento basado en la demanda externa y se han beneficiado de la entrada de países en el euro con una moneda más débil que buscaban estabilidad y a los que venden lo que fabrican.

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