Salud acusa al SIMPA de no querer cerrar ningún punto para el acuerdo
El Servicio de Salud de Asturias (Sespa) responsabilizó ayer al sindicato médico (SIMPA) de no querer cerrar ningún punto en el diálogo abierto con la Administración para intentar alcanzar un acuerdo que ponga fin a la huelga, que se prolonga ya tres meses.
El Sespa afirma que tras una quincena de reuniones con sus dirigentes del sindicato médico, «no ha sido posible cerrar ninguno de los cinco puntos en los que se centran los desacuerdos» y añaden que «resulta, cuando menos, sorprendente que insistan en que el único motivo para mantener la propuesta es el cumplimiento de la jornada laboral ordinaria».
Las declaraciones del secretario general del SIMPA, Antonio Matador, a LA NUEVA ESPAÑA en las que afirmaba que están «dispuestos a prolongar la huelga lo que haga falta» e incluso extenderla «a toda la legislatura» sirvieron para que el Sespa se reafirme en que los médicos en huelga «anteponen sus intereses corporativos a la sostenibilidad del sistema público de salud y, lo que es más grave, a la calidad de la atención a los usuarios».
Desde la Administración acusan al sindicato de ser el único que no ha querido negociar con la Administración «y que ha buscado imponer siempre su criterio, levantándose de la mesa de diálogo en tres ocasiones cuando parecía que era posible un consenso beneficioso para ambas partes en la mayoría de sus reivindicaciones iniciales».
Aseguran en el comunicado que «el Servicio de Salud ha mantenido todo tipo de contactos y reuniones con representantes de los empleados del Sespa, para incorporar sus demandas al decreto que regulará la nueva jornada en la medida en que se pudieran asumir por el sistema sin afectar a la eficiencia de la prestación».
También afirman que el Sespa defiende los servicios mínimos decretados, que «permiten conjugar el derecho a la huelga con una atención sanitaria de calidad».
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