Las limitaciones presupuestarias y de contratación de personal lo condicionan
Sotiello ofrece solo 28 de sus 92 plazas geriátricas por los recortes
El Principado descarta concertar camas con la residencia del Montepío en Felechosa, que atraviesa dificultades por la baja ocupación
Foto: Trabajadoras de Sotiello, ayer, trasladando a uno de los usuarios a la habitación.
03.04.13 - A. FUENTE | MOREDA, en El Comercio.
La nueva residencia geriátrica de Sotiello, en Aller, entra en servicio dos años después de acabar las obras de construcción del centro y lo hará de forma incompleta. Así lo explicaba ayer el gerente del organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), Jesús Suárez: «La apertura será por fases». En esta primera se completarán 28 de las 92 plazas de capacidad del nuevo equipamiento. ¿Y el resto? «Eso depende de dos factores, de la limitación presupuestaria y del impedimento legal para contratar nuevo personal por parte de las administraciones». Esto es, que el Principado desconoce cuándo se podrá ocupar por completo el recinto. De hecho, esta apertura parcial ha sido posible gracias a una reordenación del personal actual del ERA, «que ya no se puede estirar más». En la residencia trabajan 12 auxiliares de enfermería, dos ATS y la dirección, además del personal de limpieza, que es externo. Se calcula que, para cuando esté a pleno rendimiento, se precisen 80 profesionales.
No hubo inauguración y por el recinto no aparecieron ni el alcalde de Aller ni la consejera de Bienestar Social. Jesús Suárez fue el encargado de dar la bienvenida a los primeros residentes. «La entrada será gradual. Hoy -por ayer- entran tres personas, mañana otras cuatro, y así hasta completar esta primera fase».
El responsable del organismo ofreció también datos del mapa geriátrico de la cuenca del Caudal. Explicó que en Aller hay una lista de espera de 28 personas, y que hay otras 44 de fuera del concejo interesadas en ingresar en este centro de Moreda. En general, en toda la comarca, hay 162 personas que quieren ingresar en alguna de las residencias de la red pública regional.
La de Sotiello es la primera residencia y centro de día de carácter público en el concejo de Aller, pero no es el único geriátrico del municipio. Uno de los más importantes es el de Felechosa que gestiona el Montepío de la Minería Asturiana y que se inauguró hace casi un año. En su momento, la entidad apuntó a la posible concertación de plazas con el Principado como vía para salvar a difícil situación por la que atraviesa el centro (con un expediente de regulación de empleo debido a la baja ocupación). Suárez explicó que, de momento, no se prevé esta posibilidad por las mismas razones por las que no se abre completamente la pública, por los recortes.
Una de las primeras internas del centro es Adonina Díaz, de 72 años. «Yo estaba muy bien en la residencia de Pola de Siero, me ha dado mucha pena dejarla y hasta me hicieron una despedida. Pero en este centro estoy más cerca de mi familia, que son de Rioaller de Casomera», contaba. No le dio tiempo a ver mucho de lo que será su hogar, apenas su dormitorio en la planta baja, «por lo que tampoco les puedo decir lo que me parece esta nueva residencia. Pero pinta muy bien».
El Principado asigna sólo 28 de las 92 camas del geriátrico de Aller por falta de fondos
La residencia recibió ayer a sus cinco primeros pacientes con personal trasladado de otros centros del ERA
03.04.2013,
Moreda (Aller), C. M. BASTEIRO El Principado no cuenta con suficiente presupuesto ni personal para que la residencia de Sotiello, en Aller, comience a funcionar a pleno rendimiento. El centro, que está construido desde hace dos años, abrió ayer sus puertas y recibió a los cinco primeros usuarios. De momento, el organismo de Establecimientos Residenciales para Mayores de Asturias (ERA) asignará únicamente 28 de las 92 plazas con las que cuenta el centro. Con esa medida no se eliminará toda la lista de espera que hay para la residencia de Sotiello.
La Consejería de Bienestar Social y Vivienda maneja una lista de 72 solicitudes para la residencia allerana. De estas propuestas de usuarios, 28 proceden del propio concejo y 44 llegan desde otros municipios de la región. El gerente del ERA, Jesús Suárez, explicó ayer que «son personas que solicitan un traslado desde otra residencia del ERA o que están en casa de familiares pero quieren venir a Aller».
El responsable regional acudió a Sotiello para recibir a los primeros usuarios y mantener un encuentro con los familiares. Suárez señaló que el calendario para asignar todas las plazas de la residencia está marcado por «la realidad presupuestaria y por la posibilidad de contratar nuevo personal». Así, señaló que la residencia de Sotiello comienza a funcionar con una plantilla de 12 auxiliares, dos enfermeras y la dirección. A estos trabajadores se suman los servicios complementarios que se han subcontratado. Todo el personal que depende del Principado llega a Sotiello a través de traslados desde otras residencias y una reordenación del ERA.
«No podemos hacer nuevas contrataciones, porque así lo refleja el plan de ajuste del Gobierno central», destacó Suárez. El responsable del ERA matizó que, en cuanto Sotiello pueda funcionar al cien por cien, se terminará la lista de espera de usuarios en Aller. Por este motivo, el Principado no tiene previsto concertar plazas de la residencia «La Minería» de Felechosa, tal y como había propuesto El Montepío. «El ERA, como el Gobierno del Principado, apuesta por la gestión pública y propia. Al menos, este año, no nos lo planteamos», señaló Suárez.
La residencia de Sotiello se construyó con una partida de 4,1 millones de euros del «plan E» y es el primer establecimiento público de estas características en el concejo de Aller. Cuenta con 45 habitaciones, que suman 92 plazas para residentes, y centro de día. Ofrece servicio de peluquería, enfermería y podología y tiene cocina, comedor, cafetería, salas polivalentes y zonas de descanso. Adonina Díaz, de Casomera, fue la primera usuaria que entró por las puertas de Sotiello. Ha sido trasladada desde una residencia de Siero para estar más cerca de su familia y ayer tenía sentimientos encontrados: «Estoy contenta por venir, pero triste por los que dejé en mi otra casa de Siero».
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