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«A mi padre le denegaron un fármaco de cáncer pese a cumplir criterios clínicos»

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El hijo de un enfermo oncológico acusa al HUCA de rechazar la petición de 'Ipilimumab', terapia que según Foro está siendo restringida por su elevado precio: 60.000 euros
Foto: Acelerador lineal del Hospital Universitario Central de Asturias. :: M. ROJAS
El Comercio. 21.04.13 - 02:48 - LAURA FONSECA | GIJÓN.
En el último año, el Central desautorizó su dispensación en al menos tres ocasiones
Jove y Jarrio lo tienen aprobado mientras que Cabueñes está a la espera de lo que decida el centro
La polémica surgida entorno a los tratamientos oncológicos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que, según el partido de Álvarez-Cascos, Foro Asturias, están sufriendo recortes debido a su elevado coste, se mantiene abierta. Apenas tres días después de que el propio complejo sanitario por boca de su director, Antonio Álvarez, negara tal circunstancia y defendiera que las decisiones sobre las terapias oncológicas se adoptaban en base a criterios científicos y no económicos, el hijo de un paciente ha salido a denunciar todo lo contrario. «A mi padre le denegaron un fármaco de cáncer pese a que cumplía los criterios clínicos», asegura. Este joven, que pide preservar la identidad de su padre «aunque el caso es bien conocido por el Sespa», aclara, se refiere a la decisión del HUCA de no autorizar un tratamiento a base de 'Ipilimumab'. Se trata precisamente del fármaco que según el diputado Albano Longo su uso están siendo «prohibido» por ser caro: el precio ronda los 60.000 euros. Este medicamento, de reciente aprobación por parte del Ministerio de Sanidad, está aconsejado para determinados casos de cáncer de piel.

Al padre de este usuario le diagnosticaron el pasado año un melanoma que acabó en metástasis. El oncólogo que le lleva en el HUCA decidió incluirle entre los contados casos suceptibles de recibir este novísimo y al parecer codiciado fármaco, ya que «nos dijo que cumplía con los criterios que se exigían para su utilización clínica». El enfermo tenía y tiene un buen estado general y se encontraba ya en la segunda fase de tratamiento tras haber pasado por quimioterapia. No obstante, «el médico ya nos advirtió que el hospital lo había denegado más veces porque era muy caro». Y así fue. El petitorio fue rechazado por la comisión permanente del HUCA, organismo que estudia cada uno de los casos de autorización o negativa de fármacos cuando éstos no han sido incluidos aún en la Guía Farmacoterapéutica del centro. En su respuesta el hospital no habla de razones económicas, como afirmó en su día Antonio Álvarez y el propio consejero de Sanidad, Faustino Blanco, sino que aduce que el 'Ipilimumab' no le reportará al afectado un gran beneficio frente a la alternativa clínica que aconseja el HUCA.

Así, y mientras su padre comenzaba tratamiento con 'Fotemustina' «un fármaco que no está aprobado para fases de segunda línea, como es el caso de mi padre», este joven decidió recurrir la resolución del hospital. «En el HUCA me conocen muy bien», indica. Allí fue recibido por la entonces director médica, Isabel Palacio, casualmente, oncóloga. También envió cartas al Ministerio de Sanidad y se personó en el Servicio de Salud del Principado (Sespa).

Dos años de vida

El joven se documentó, se entrevistó con especialistas y continúo adelante con su recurso. «No puede ser que por dinero te quiten dos años de vida, así, por decreto. Si es un fármaco aprobado, tendrán que darlo», dice. Y lo afirma y lo piensa porque entre los beneficios que sitúan al 'Ipilimumab' por delante de otras medicinas oncológicas está el hecho de que «un 24% de las personas que fueron tratadas con él alcanzaron una supervivencia de dos años, y un 19% superó los tres años». El Ministerio de Sanidad también ha hecho sus cálculos y estima que en España son cerca de 200 personas las que podrían llegar a ser tratadas con este terapia. «Unos cuatro casos al año en Asturias», detalla.

El caso es que hace poco el HUCA acabó dándole la razón y decidió rectificar su rechazo inicial aprobando el uso de 'Ipilimumab' para su padre. El problema es que como ya comenzó un tratamiento previo con otro fármaco «que de momento va bien», los médicos aconsejan no modificar la terapia. Fuentes sanitarias del HUCA consultadas confirmaron paso a paso lo ocurrido con este paciente. Pero el caso de este enfermo oncológico no ha sido el único, afirman. Entre diciembre de 2011 y octubre de 2012 «hubo otras tres denegaciones de 'Ipilimumab'», constatan.

En su defensa, la Consejería de Sanidad pone como contrapunto al Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), que recientemente se entrevistó con Faustino Blanco y que, según el consejero, ha puesto a Asturias como ejemplo de autonomías en el acceso a tratamientos oncológicos.

¿Cuestión de precio?

La polémica sobre este medicamento, al que se suma también el 'Acetato de Abiraterona' (para el cáncer de próstata), y cuya inclusión en el catálogo de prestaciones fue demorada un año por el Ministerio de Sanidad, surge un tiempo después de que el HUCA estuviera empleando uno de ellos. Es el 'Ipilimumab' que tal y como ya adelantó EL COMERCIO, llegó a utilizar sin restricciones. El HUCA lo empleó entre julio y diciembre de 2011 bajo la modalidad de ensayo de uso expandido: una fórmula promovida por los laboratorios que surten el medicamento de manera gratuita a determinados hospitales hasta tanto se acuerda el precio oficial del mismo. Una vez que Ministerio de Sanidad y la industria fijaron el coste del fármaco (60.000 euros por un tratamiento de cuatro ciclos), algo que ocurrió en octubre de 2012, el uso expandido y por tanto, gratuito, quedó suspendido. Durante el tiempo en que el suministro fue gratis se trataron 9 pacientes en el HUCA.

En Asturias no existe un criterio unificado, ya que la decisión de autorizar o denegar la dispensación de un fármaco hospitalario muchas veces queda en manos de las comisiones de farmacia de cada centro. Estos meses se está dando la circunstancia de que hospitales como Jove y Jarrio lo están autorizando sin mayores dificultades cuando la petición parte de un especialista, mientras que Cabueñes, que aún no ha tenido solicitudes, está a la espera de lo que decida el hospital. Sin embargo, el gran debate que subyace bajo esta polémica y sobre la que aún no hay una opinión formada en España es si la sanidad pública podrá seguir financiando en tiempos de crisis tratamientos de 60.000 euros por enfermo. En otros países europeos el debate ya está sobre la mesa.

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