De ninguna manera sería aceptable que el dispositivo sanitario no fuera capaz de asumir este incremento de demanda

La ley antitabaco dispara la demanda para dejar de fumar

Los neumólogos constatan que el veto al humo en espacios públicos ha incrementado el número de personas que piden ayuda sanitaria

Ya hay consultas completas hasta marzo

04/01/2011/ Carolina García, Oviedo, en La Voz de Asturias

Al año de dejar de fumar se reduce a la mitad el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. A los cinco, ese riesgo desaparece. Con la ley antitabaco la administración busca que aumenten los exfumadores. Los neumólogos ya constatan que la nueva ley ha disparado el número de pacientes que quieren dejar de fumar en Asturias. De hecho, el efecto lo ha tenido incluso antes de que se pusiera en marcha. A las consultas de neumología han ido llegando fumadores que querían ponerse a tratamiento antes del uno de enero.

El neumólogo y miembro de la Asturpar --sociedad asturiana de Neumología y Cirugía Torácica- Manuel Martínez Muñiz tiene ya una lista de espera hasta marzo. “La ley mejora la anterior que había quedado coja. Es una medida positiva tanto para los fumadores, como para los no fumadores”, explica. Ahora, los resultados más inmediatos que se esperan en Asturias, teniendo en cuenta la experiencia de otros países donde ya funciona, comenta Martínez, es que durante los dos primeros años crezcan exponencialmente los fumadores que quieran dejar de fumar y que los continúen, reduzcan su consumo diario de pitillos.

Según las estadísticas, entre el uno y el dos por ciento consigue dejar de fumar por sí solo. El resto, sigue algún tratamiento. El neumólogo Martínez aconseja que se acuda al médico. En el caso de Asturias se da además la circunstancia, aclara, de que un gran número de centros sanitarios cuentan con el servicio que presta la ayuda necesaria para dejar de fumar. Lo habitual es que cuando una persona inician un tratamiento, aunque depende de cada caso, es que consiga dejarlo al tercer intento. “Entre el 30 y el 40% de las personas que solicitan ayuda en los centros sanitarios consiguen dejar de fumar”.

¿En qué consiste? Cuando un fumador recurre a su médico el procedimiento es similar para todos. Primero, el especialista tiene que conocer la disposición que tiene el paciente para dejar de fumar; una vez que tiene ese dato le presta apoyo psicológico y le pone bajo tratamiento farmatológico . El paciente está bajo control de su médico durante seis meses. Aunque este es el camino, el éxito del tratamiento depende en las ganas que el paciente tenga de dejar de fumar. Los primeros efectos llegan ya durante el primer año de abstinencia. Lo que no llega a desaparecer nunca es el riesgo a padecer un cáncer de pulmón. “Sí disminuye notablemente, porque si sigue fumando ese riesgo se multiplica por cuatro o por cinco”, explica el doctor Martínez Muñiz, que aclara que, en cualquier caso, depende de la “edad a la que el paciente haya empezado a fumar y de la cantidad de cigarrillos”.

Efectos del humo ¿Pero qué pasa con los riesgos a los que se exponen los fumadores pasivos? En este caso, explica el doctor Martínez, no hay estudios sobre cuánto tiempo tardan en limpiar los daños producidos por el humo.

Lo que sí que hay cifras muy claras es qué ocurre con ese colectivo cuando se aplican leyes que prohíben el consumo de tabaco en establecimientos públicos. Está probado que disminuye en un 11% el número de infartos en personas que no son fumadoras.

En el Principado el humo del tabaco mata a casi 4.000 asturianos. De esos muertos, más de 2.300 son varones y más de 1.500 mujeres. Con esta medida, Salud espera reducir el número de fumadores.

Según la última Encuesta de Salud para Asturias, en 2008 el 27,8% de la población reconoce que fuma todos los días y el 30% confiesa que es fumadora. Unas cifras que suponen un descenso con la misma encuesta de 2002. Ese año el 32,5% de los asturianos fumaba, casi un tres por ciento más que seis años después.