La crisis reduce las bajas laborales en Asturias
Los pacientes rechazan los partes de incapacidad temporal por temor a perder su empleo
Los médicos confirman un incremento de las consultas motivadas por el estrés o por la depresión
Foto: Una joven participa en una clase de risoterapia para combatir la depresión que está generando la crisis. ARCHIVO/EFE
La Voz de Asturias. 23/01/2011 / P. ZARIQUIEGUI/S.D. MACHARGO OVIEDO
Hay más consultas médicas, incluso psiquiátricas, pero en Asturias se firman menos bajas laborales. Puede parecer una contradicción, pero no lo es. La crisis lo explica todo. Los trabajadores afrontan situaciones de tensión y de estrés que repercuten en su salud, lo que incrementa sus visitas a los centros de salud. Sin embargo, el temor a perder el empleo hace que eviten por todos los medios tener una incapacidad temporal. Así lo explican los médicos, tanto los de Atención Primaria como los especialistas en psiquiatría, que son los que ven a diario estos episodios en sus consultas.
Los números confirman sus impresiones. En el año 2006, cuando aún la recesión no se vislumbrada en el horizonte, se registraron 0,26 bajas por cada trabajador asegurado activo. En el 2009, el último ejercicio completo del que hay datos, esa tasa bajó a 0,24. No es un descenso espectacular pero sí significativo. Ese año los 452.596 trabajadores asegurados activos en el Principado tramitaron 110.420 bajas y la duración media por persona fue de 3,270 días.
Los expertos El presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc), José María Fernández Rodríguez-Lacín, explica que no han detectado un incremento masivo en las citas, pero sí el número de consultas relacionadas con estados de ansiedad y somatizaciones, porque han comprobado en los trabajadores la ansiedad que sienten ante la posibilidad de perder el trabajo. Sin embargo, lo que más notan es la negativa de muchos pacientes jóvenes a coger la baja como consecuencia de gripes, catarros o procesos menores. Las patologías donde antes se prescribía una baja de dos o tres días ahora se pasan en el tajo. Lo único que te piden es un justificante de asistencia para presentarlo a sus jefes, pero renuncian expresamente a la incapacidad temporal, precisa.
Esta valoración de Samfyc la corrobora Manuel Fernández Barrial, presidente en Asturias de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Barrial ve en la consulta a más gente que no duerme por las noches, que dice estar deprimida. Lo curioso es que no acuden por ese motivo sino por otros, como por ejemplo los dolores musculares. Luego vuelven por otra causa, hasta que terminan confesado a su médico lo que les sucede.
El síntoma más clásico es el insomnio. No dormir explica otras cosas, porque uno no duerme por algo. La mayoría son cuadros de ansiedad, los menos, depresiones, argumenta Barrial.
Esta corriente ya ha llegado también a las consultas de atención especializada. Paz García Portilla, presidenta de la Sociedad Asturiana de Psiquiatría, lo confirma. Su impresión es que hay dos posibilidades bien diferenciadas. Están los pacientes que ya estaban con un tratamiento por depresión o trastornos adaptativos y que la crisis los desestabiliza; se reagudiza la enfermedad, insiste Portilla. También están los que llegan por primera vez derivados desde las consultas de atención primaria, con problemas vitales, problemas de la vida no sólo relacionados con el trabajo, también con la salud o con la familia. La psiquiatra asegura que estos últimos casos se han incrementado progresivamente en los últimos años.
Las pautas Lo primero que están haciendo los psiquiatras es evaluar la intensidad del temor, porque un cierto nivel de preocupación no requiere ninguna intervención. Sólo si es desproporcionado y se prolonga en el tiempo se aborda con terapia y fármacos.
Fernández Barrial admite que derivan a especializada pocos casos, el resto los atienden en las consultas de primaria. Sin embargo, requieren más tiempo de atención que el resto de los pacientes. Tenemos dos ojos, uno en el enfermo y en su patología y otro en el problema asociado, señala el médico, que intenta ponerlos en condiciones de pensar en ellos mismos; porque si tienen un problema y se ponen nerviosos, entonces ya tienen dos problemas.
La psiquiatra García Portilla tiene un ejemplo muy revelador sobre este tema. Es peor la situación de riesgo que el perder el trabajo, explica. O lo que es lo mismo la tensión que genera la incertidumbre es psicológicamente peor que un despido.
Hay una dificultad añadida para tratar a estos pacientes y es su dificultad para contar por lo que están pasando. A muchos pacientes les resulta difícil comentar que le echaron del trabajo, porque piensan que es algo humillante, afirma Manuel Fernández Barrial, que también piensa que es un problema de complicada solución.
Los expertos, por tanto, lo tienen claro y los números que existen hasta el momento confirman sus tesis. Queda por ver, en todo caso, los númeroS del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) correspondientes al año 2010. En su memoria anual se prodrá comprobar esa tendencia al alza en la cantidad de consultas de los centros de salud regionales y también el descenso de las bajas por incapacidad temporal a lo largo de todo el ejercicio y en todas las áreas sanitarias.
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