Las pensiones se actualizarán cada cinco años según la esperanza de vida

Las principales variables se revisarán en función de los cambios demográficos para que las futuras reformas sean menos agresivas

El Comercio. 29.01.11  - C. CALVAR / A. CARAZO | MADRID.

Los sindicatos asistirán al almuerzo de Zapatero con la canciller Angela Merkel el próximo jueves

La esperanza de vida será determinante en futuras reformas de las pensiones. La nueva regulación de la Seguridad Social, que ayer recibió el visto bueno del Consejo de Ministros, introduce un novedoso elemento, que el Gobierno ha denominado «factor de sostenibilidad», que busca la permanente actualización de las principales variables del sistema, en función de cómo evolucione la población. Cada cinco años, el Ejecutivo de turno y los agentes sociales revisarán el sistema para corregir posibles desequilibrios derivados de cambios demográficos. De esa forma se logrará -esa es al menos la intención- que próximas reformas sean menos traumáticas.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, admitió tras la reunión semanal del Gabinete que el anteproyecto aprobado para su remisión al Parlamento supone «la reforma más intensa del sistema de pensiones producida nunca». Habrá más, pero el objetivo es que ninguna tenga tanto calado y para eso Gobierno y agentes sociales han incorporado un mecanismo que trata de corregir de forma automática posibles desviaciones. Si diera resultado, ninguna otra administración tendría que afrontar un panorama como el actual, que muestra un sistema de jubilación difícilmente sostenible a medio y largo plazo.

Cada cinco años se actualizará el sistema en función de los cambios que se perciban en la pirámide de población. Para ello, se utilizarán las previsiones de los organismos oficiales. Este mecanismo, ya incluido en reformas realizadas por otros países de la UE, estará operativo a partir de 2027. Implica que cada vez que este marcador se modifique, se producirán ajustes en las variables de cálculo para mantener el equilibrio.

Gómez explicó que la aplicación de esos cambios no será «automática», sino que los avisos que lance el sistema servirán a las autoridades para saber que «las variables tienen que ajustarse». Confió en que entonces el Gobierno, la patronal y los sindicatos adoptarán «medidas» para que las próximas adaptaciones de las pensiones sean graduales y menos agresivas.

Pensiones más bajas

El responsable de Trabajo rechazó que el Gobierno persiga rebajar el importe de las pagas futuras de jubilación. «Esta reforma no está concebida para se reduzca la pensión de nadie, sino para que se trabaje más y se cotice más». Se trata, en fin, de conseguir «más tiempo de trabajo y menos tiempo de percepción de la pensión», resumió.

La elevación de la edad de jubilación de 65 a 67 años se realizará de forma progresiva de aquí a 2027. Sindicatos y patronal aceptaron al final que dicho aumento se haga a razón de un mes por año durante los cinco primeros, y de dos meses por año en los nueve siguientes.

El anteproyecto introduce también un nuevo período de cómputo de la pensión, que aumentará de forma progresiva desde los últimos quince años que rigen en la actualidad hasta los últimos 25 años de la carrera laboral, a razón de un año más cada ejercicio de aquí a 2023. Así, a quienes se jubilen el primer año de entrada en vigor de la reforma le computarán los últimos 16 años de actividad; a los que se retiren al año siguiente, los últimos 17, y así sucesivamente hasta llegar a 25. Gómez defendió ese «gran salto» y abogó por la ampliación futura «a toda la vida laboral».

La reforma mantiene la edad mínima para tener derecho al 50% de la pensión (15 años). Pero harán falta 37, en vez de 35, para acceder a la totalidad de la prestación. Otra gran novedad es que con 38,5 años de cotización los trabajadores podrán jubilarse a los 65. De forma excepcional, podrá adelantarse el retiro a partir de los 61 años (siempre que se haya contribuido al menos 33 años) cuando concurran fenómenos como graves crisis empresariales. La jubilación parcial a los 61 años se endurece, pues la empresa tendrá que correr a cargo del 100% de las cotizaciones del empleado relevado y del relevista. Hasta ahora, la Seguridad Social pagaba parte de la factura.

Gobierno y agentes sociales volvieron a reunirse ayer por la tarde para tratar de avanzar en un pacto global. La negociación se centra ahora en las políticas activas de empleo, la negociación colectiva y el desarrollo de la reforma laboral. Además, incluye nuevas estrategias sobre energía, industria e I+D+i. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, confió en alcanzar un acuerdo en cuestión de «días».

Los líderes sindicales asistirán el próximo jueves al almuerzo entre el presidente del Gobierno y la canciller alemana, Angela Merkel.