Una sentencia a favor del ama de casa

Cuando separar bienes no sirve

La Audiencia Provincial concede a una divorciada asturiana, casada sin gananciales, una compensación de 230.000 euros y una pensión de 600 por su dedicación a la familia

Foto: La Audiencia Provincial de Asturias. 

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El caso.  

El divorcio no garantiza pensión vitalicia

Lne.es » Asturias Oviedo, Raquel L. MURIAS

María Isaura Espino González está divorciada. Su matrimonio no salió bien, al menos, no consiguió que durase de por vida. Fueron veinticinco años. Esta ovetense, funcionaria jubilada y madre, obtuvo la disolución de su matrimonio en diciembre de 2010. Su ex, «millonario», y ella se casaron en régimen de separación de bienes, pero cuando llegó el divorcio María Isaura Espino creyó justo y conveniente reclamar una pensión compensatoria, ya que había sido ella la que había dedicado el tiempo para sacar adelante a su hija, cuidar de su suegra, de su marido y hacerse cargo de todas las labores propias de una casa.

 

Sin embargo, la justicia no le dio la razón y, en una sentencia inicial, el Juzgado de primera instancia de Oviedo dictó que María Isaura Espino sólo percibiría una compensación económica de 150.000 euros. A renglón seguido el juez añadía: «No ha lugar a establecer pensión compensatoria a María Isaura con cargo al demandante», su ex marido. Ayer se conocía una sentencia del Tribunal Supremo que permitía a una divorciada cobrar una pensión compensatoria de 108.000 euros por haber contribuido con sus trabajos domésticos a las cargas familiares durante los quince años que estuvo casado bajo el régimen de separación de bienes. Estas circunstancias, similares a las de la asturiana, fueron las mismas razones que convencieron a la Audiencia Provincial, que tuvo en cuenta el recurso presentado por María Isaura Espino y que ha fallado a su favor. La ovetense percibirá ahora una compensación económica de 230.000 euros y una pensión compensatoria de 600 euros. La Audiencia Provincial ha creído justo que así sea. «Pude demostrar que he sido yo la que durante estos veinticinco años de matrimonio me he encargado de llevar todo el peso de la casa. He hecho las labores propias del hogar, he cuidado de mi hija, de mi ex marido y de mi suegra. Creo que se ha hecho justicia», concreta la mujer, ovetense.

 

María Isaura Espino no tiene propiedades, y cobra mensualmente una jubilación de 1.200 euros. Hasta hace poco era auxiliar administrativo en el Principado. Dice esta ovetense que «mi marido no se encargaba de nada y su situación económica era muy superior a la mía. Cuando el juez me denegó la paga compensatoria decidí luchar y hasta aquí he llegado», concreta la mujer, que prefiere no salir en fotos.

 

En el fallo de la Audiencia Provincial se especifica que ha quedado probado que el ex marido de María Isaura Espino «se desentendía de las labores domésticas y de la educación de la hija en común, tareas que llevó a cabo María Isaura en la mayor partes de las veces. Además, los ingresos de ésta eran los que primero se utilizaban para el mantenimiento de las cargas familiares», explica. Y matiza que su ex marido destinaba su capital a «rendimientos de sus inversiones financieras y a la compra de otros valores». Con su sentencia en la mano, María Isaura Espino sonríe tranquila. «Aún queda gente que nos entiende», remata.