Los pacientes urgen el nuevo HUCA
Seis asociaciones relatan las expectativas que depositan en el futuro complejo
Foto: Una habitación del nuevo complejo del HUCA preparada para las visitas. ARCHIVO
La Voz de Asturias. 24/12/2011/ Susana D. Machargo Oviedo
El edificio no es lo fundamental, pero ayuda. Accesos sin barreras arquitectónicas, organización racional de los servicios, adaptación de los espacios a las necesidades de los usuarios, equipamientos tecnológicos punteros, servicios complementarios… Las asociaciones de pacientes urgen la apertura del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para acabar con los obstáculos asistenciales que genera el viejo complejo, obsoleto y repartido en 17 edificios que no reúnen unos mínimos de comodidad. Los colectivos no comprenden que haya que esperar casi dos años cuando la obra está acabada.
Los ejemplos son mucho más gráficos que las largas explicaciones. Unidades de agudos de Salud Mental que no están adaptadas para los pacientes, especialidades necesarias para un enfermo de párkinson situadas en extremos opuestos, habitaciones con tres camas que impiden el uso de sillas de ruedas o salas de espera comunes para varias enfermedades que se convierten en focos infecciosos. Las historias, con nombre y apellidos, urgen el traslado.
Historias clínicas Las familias integradas en la asociación de padres de niños con cardiopatías infantiles (Apaci) acaban de recaudar 300 euros. Con ese dinero comprarán un DVD que donarán al HUCA para instalarlo en la consulta de cardiología pediátrica. El objetivo es entretener a los niños y tranquilizarlos mientras se someten a pruebas, ya que este departamento no dispone de material infantil. La presidenta de Apaci, Juana Jara, añade que la sala de espera tiene el tamaño de un aseo en el que solo caben tres sillas. Con este panorama, desde Apaci creen que urge “contar con unas instalaciones que estén a la altura de los profesionales y de la atención” y esa posibilidad es la que otorga el nuevo hospital. “Ayudará a resolver las carencias”, explica Jara.
También los miembros de la Asociación de Fibrósis Quística de Asturias están “deseando pasar al nuevo HUCA”. Así lo explica su presidenta, Natalia Gutiérrez, que habla de las necesidades que tienen los pacientes que sufren la patología: “El mayor problema son las infecciones cruzadas que se pueden producir cuando sientas juntos a un montón de pacientes en una sala de espera. Y eso es lo que está sucediendo. La consulta de fibrosis quística se pasa los martes, ese día están todos juntos, con el riesgo de contagio que supone a pesar de que usan mascarillas. Y en esa sala antes están los de digestivo y otros días enfermos de otras patologías”. La asociación espera el nuevo HUCA para disponer de espacios más adecuados y de cabinas separadas donde los médicos visiten a cada paciente, reduciendo el riesgo de contagios.
Natalia Gutiérrez urge a las autoridades el traslado como también lo hace Amada Pérez, presidenta de la asociación asturiana de párkinson. En el actual complejo los enfermos de párkinson se enfrentan a multitud de obstáculos, como las barreras arquitectónicas, la falta de baños y camas adaptadas para los ingresos, lo que obliga a que estén siempre acompañados o a molestar al personal, y que las unidades de neurocirugía y de trastornos del movimiento estén muy alejadas entre sí y les obligue a recorrer pasillos y pasillos cuando van a consulta. “Las carencias se han agravado por la falta de inversión”, añade Amada Pérez.
El colectivo de pacientes de salud mental Afesa se alinéa en esta misma corriente. Su presidente, Nel González Zapico, señala que nadie comprende “cómo no se agiliza el traslado a unas instalaciones tan magníficas como el nuevo HUCA, que elimina todas las barreras que tenemos en el edificio antiguo”. La planta de ingreso de agudos requiere mejoras urgentes y cree que la mejor inversión es la apertura del complejo, “heredando también la fama y la vanguardia del actual servicio”.
Luisa Méndez, trabajadora social de Cébrano, Asociación de Afectados por Lesión Cerebral Sobrevenida, señala que nadie les ha consultado qué necesitan en el nuevo complejo, pero que lo fundamental es la eliminación de barreras. Para Cébrano será más importante el servicio que dará el futuro hospital de referencia de Barros que el propio HUCA, pero insiste en la importancia del área de rehabilitación.
Por su parte, Susana Pérez Alonso, de la asociación de usuarios de la sanidad pública el nuevo complejo es “undispendio” por el elevado gasto que supuso y pone más énfasis en los equipamientos que en las tecnolgías, porque lo importante, a su juicio, es la atención.
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