La patronal sitúa a la economía asturiana en estado «crítico»
Fade alerta de la debacle que padecen la construcción y la industria y reclama un nuevo presupuesto con urgencia
Foto: Cascos, preside la reunión que mantuvo ayer el Gobierno con los sindicatos y la patronal. JOSÉ VALLINA
La Voz de Asturias. 11/01/2012 00:00 / Pablo. á. Rubio Oviedo
El tejido económico asturiano vive un momento crítico. Con esta rotundidad reaccionó ayer el secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González, tras conocer las previsiones que apuntan a que Asturias entrará este año en recesión, tal y como precisó en su última revisión el gabinete de estudios de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas). González, que ayer acudió a una reunión con el Gobierno regional y sindicatos para abalizar los recortes en Alcoa, tiene claro que la comunidad pivota sobre dos sectores, el industrial y el de la construcción que pasan por momentos muy delicados. “La situación actual están muy mal, pero lo peor es que no ha ni un solo dato que haga pensar que las cosas cambiarán”, indicó.
Por tanto, González estima que la previsión de Funcas de que la economía asturiana decrecerá un 0,7%- tal y como adelantó ayer LA VOZ- (dos décimas por encima de la española) se ajusta bastante a la realidad. La revisión por parte de la fundación de las cajas se llevó a cabo el pasado 27 de diciembre.
Construcción Un sector con una actividad nula La construcción, en especial la que se dedica a la obra civil, vive uno de sus peores momentos de la historia. Alberto González aseguró ayer que el sector padece “una auténtica debacle”. El secretario general de FADE no escondió que la actividad está bajo mínimos. “No hay nada, no hay ningún contrato y todo está parado”, comentó. Esta circunstancia coincide plenamente con lo que se transmitió desde Funcas el lunes, que atribuía el mayor descenso a este sector, con una caída del 5,7%.
A todo ello, se unió la decisión del nuevo Gobierno central el pasado 30 de diciembre de un ambicioso plan de recortes que llevará al ministerio de Fomento a rebajar su inversión en cantidades millonarias, con el grave riesgo que ello conlleva para Asturias ya que tiene obras, ya paradas, claves para reflotar a la construcción regional. Son los casos de los tramos pendientes de la Autovía del Cantábrico o de la llegada del tren de alta velocidad a la región.
Industria Pendientes de las multinacionales Este sector es el último en recibir los achuchones de la crisis. El recorte anunciado el lunes por Alcoa, de producción y plantilla en Avilés, unido el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se mantiene desde 2009 en ArcelorMittal tienen encendidas todas las alarmas. El caso está en que de las grandes multinacionales presentes en Asturias dependen buena parte de compañías auxiliares y por lo tanto miles de puestos de trabajo. A este respecto, González lo tiene claro. “Habrá un antes y un después en la industria asturiana”, reconoció.
González realizó un análisis de otro de los puntos fuertes de la economía asturiana. Y el mandatario de la patronal tiene claro que las empresas del ramo en el Principado se han quedado ancladas en la fase de transformación que menos valor añadido tiene actualmente. Y además, estas mismas también tienen en su contra la entrada es escena de compañías llegadas de otros territorios donde los costes son más bajos y por tanto su competencia más feroz. “Es el caso, por ejemplo, de los países asiáticos”, indicó González.
La solución, para el secretario general de FADE, es que las empresas asturianas actúen sobre los precios de la producción. “Pero claro, estamos ante un panorama bastante complicado porque la energía aquí es más cara, el pago por emisiones es más cara e incluso el transporte también lo es por culpa, entre otras cuestiones, del céntimo sanitario”, explicaron desde la patronal.
Servicios El único sector capaz de tirar de la economía Los servicios son actualmente el sector que mayor número de empleos ofrece en el Principado, pero también se encuentra ante una tesitura complicada: el parón en el consumo interno no le beneficia en nada, sobre todo, a cuestiones como la hostelería o el comercio y tiene que fiar gran parte de su futuro a la evolución del turismo. El problema es que desde FADE no esperan que en este último capítulo haya demasiadas buenas noticias en el futuro. “Hay un claro parón e incluso todo indica que se vayan a producir caídas en la actividad turística”, indicó González.
Los servicios, en base a las previsiones de Funcas, sería el sector que menos sufriría en 2012, aunque también experimentaría una retroceso del 0,1%, lejos del -5,7% de la construcción, pero en cifras negativas. Esta actividad es la que más empleo da en Asturias, pero también es la que más parados absorbe, con dos tercios de los desempleados bajo su paraguas, más de 50.000 asturianos.
Sin presupuesto Las cuentas de 2012 son claves Patronal y sindicatos asturianos tienen un punto de coincidencia: el hecho de que Asturias necesita de manera imperiosa tener unos presupuestos para 2012. Así lo volvieron a poner de manifiesto ambas partes durante el encuentro que mantuvieron con el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos y el consejero de Economía y Empleo, José Manuel Rivero.
“La situación es difícil pero no podemos quedarnos parados, hay que seguir pedaleando”, aseguró Alberto González. Por ejemplo, FADE calcula que, de contar con cuentas para 2012, se podrían restar entre 2.000 y 3.000 parados a la construcción, donde el desempleo ya sobrepasa las 15.000 personas.
En la misma sintonía se posicionaron los sindicatos. Tanto el líder de UGT, Justo Rodríguez Braga, como su homónimo en CCOO, Antonio Pino, fueron claros: “Si no hay presupuestos es muy posible que haya movilizaciones”, argumentaron. Y claro, si no se cuenta con presupuestos para este año será muy difícil que haya una reedición del pacto social ya que los agentes sociales ya advirtieron hace unas semanas que no firmarán ningún acuerdo de intenciones, es decir, que si no hay partidas presupuestarias definidas tampoco habrá pacto de concertación. Del anterior acuerdo, aún quedan alrededor de 500 millones en obras que todavía no se han licitado.
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