La oposición lleva al Gobierno de Cascos a su situación más crítica
El presidente afirma que el ajuste de Rajoy hace «ciudadanos de segunda» a los asturianos y Espinosa lo tilda de «frentista»
El presidente afirma que el ajuste de Rajoy hace «ciudadanos de segunda» a los asturianos y Espinosa lo tilda de «frentista»
25.01.12 - 02:41 -
Quizá la elección de la fecha, el 24 de enero, fuera casual. O quizá no. En cualquier caso, fijar el debate parlamentario sobre los ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy y su impacto en Asturias el día antes de que la Cámara debata las enmiendas de totalidad de la oposición a los presupuestos regionales, en un contexto de enfrentamiento abierto entre Foro y el PP, no facilitó las cosas y mucho menos el entendimiento. El primer asunto, el objeto inicial del pleno, quedó oscurecido, y el segundo sobrevoló la sesión durante toda la mañana. Del tijeretazo de Rajoy quedará la cifra aportada por Francisco Álvarez-Cascos sobre sus consecuencias en el Principado: 1.263 millones. A partir de ahí salieron a relucir, por vías secundarias, las diferencias que separan hoy al Ejecutivo regional y el PP, con las cuentas de 2012 como trasfondo. La portavoz popular, Isabel Pérez-Espinosa, fue la más dura. «Se enroca usted en una posición de frentismo, quejándose de lo mal que nos portamos los demás, y no se da cuenta de lo poquito que ha hecho su Gobierno en estos meses; exige mucho a los demás y muy poco a usted», le espetó.
Fue una mañana parlamentaria de tono subido que comenzó con la valoración crítica de Cascos sobre los ajustes de Rajoy. Una actuación que puede suponer, dijo, «el aplazamiento o la pérdida definitiva» de esos 1.263 millones, 480 correspondientes a infraestructuras y 783, a fondos mineros. El presidente fue crítico con el reparto de los sacrificios. «Los asturianos pasamos a ser españoles de segunda y europeos de tercera», sostuvo. «Es un reparto injusto que hace recaer sobre el Principado un sacrificio presupuestario desproporcionado y nos sitúa a la cabeza de las regiones más penalizadas», agregó. Y remató: el Ejecutivo regional trabajará para dejar «sin efecto» las medidas que vulneren el principio de «equidad».
Para conseguirlo, Cascos se mostró proclive a favorecer «un marco de coincidencia» y habló de «diálogo» para propiciar fórmulas que cuenten con «el máximo respaldo parlamentario». Sabía en todo caso el presidente, que renunció a impulsar frentes y prefirió solicitar iniciativas de los grupos de la oposición, que en la política asturiana de hoy el consenso es un reto complicado. A la vista quedó luego.
Más allá de la coincidencia de IU con los objetivos de Cascos, el debate ahondó en la discrepancia. Quizá porque aunque se discutía el ajuste de Rajoy, en la cabeza de todos estaba la negociación presupuestaria que hoy, previsiblemente, tocará a su fin en la Junta con el triunfo de las enmiendas de totalidad y la devolución del texto al Gobierno, que queda en situación crítica.
Espinosa comenzó rechazando la cifra aportada por Cascos -irónicamente habló de «las cuentas del gran capitán»- y defendió la actuación de Rajoy, un presidente «valiente» que «no vacila a la hora de tomar medidas», trazando de forma intencionada una comparación con la actitud de su interlocutor. «Dijimos que íbamos a pedir sacrificios y estos son», alegó en relación a las medidas adoptadas.
A partir de ahí, descalificó la política general de Cascos. Le reprochó que acudiera por vez primera a la Cámara «a hablar de lo que hace otro Gobierno y no de sus incumplimientos». Le echó en cara su «discurso fácil» frente a la decisión que, dijo, muestra Rajoy, y terminó clamando: «El PP le tiende la mano y le ofrece trabajar con esfuerzo pero usted se enroca en el frentismo».
El PSOE, que observa con un punto de asombro el enconamiento de la relación entre las fuerzas de la derecha, metió baza. Puso en duda las cifras aportadas por Cascos pero de inmediato llevó el tijeretazo de Rajoy a un segundo plano. Su portavoz, Fernando Lastra, no se mordió la lengua y puso el foco sobre el fallido presupuesto. «¿Cómo quiere lograr acuerdos en este asunto -el ajuste de Rajoy- cuando no es capaz de conseguirlos en lo suyo?», señaló aludiendo a las cuentas de 2012. «Le faltan ideas y proyecto», añadió, hablando de «fracaso absoluto» de una gestión centrada en «destruirlo todo».
Avisó Lastra a Cascos de que un presupuesto no se negocia «llamando a última hora», y lanzó un envite a la derecha: «Olviden sus querellas, piensen en Asturias y pónganse de acuerdo».
En su réplica, Cascos mantuvo la tensión. «¿Ideas? Estaría decepcionado si coincidiera con las suyas», le contestó a Lastra. «Su discurso es de largo metraje pero de corto mensaje», le dijo a Pérez-Espinosa.
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