El ajustazo aboca a subir impuestos y recortar servicios
El Principado admite que habrá que meter tijera en sanidad
La subida de la tasa de las gasolinas aparece como otra opción
Foto: Navia-Osorio (derecha) con el gerente del Sespa, Azcona. A.Á
La Voz de Asturias. 08/03/2012 00:00 / P.á.r. / M.I. / Agencias Oviedo / Madrid
Las comunidades autónomas comienzan a poner las cartas encima de la mesa a la hora de buscar salidas que les permitan reducir los déficits públicos hasta la barrera del 1,5% que marcó el martes el Gobierno central. Y las regiones ya dejaron claro que para alcanzar el objetivo solo ven dos alternativas: subidas de tasas o ajustes en los servicios sociales básicos, educación, sanidad y bienestar social. A este respecto, el actual consejero de sanidad del Principado, José María Navia-Osorio, señaló que es posible que afecte al sistema de salud, aunque recordó que las partidas del área iban a crecer un 6,7% en Asturias por lo que “aún tenemos un margen importante de seguridad”. No obstante, aseguró que “indudablemente” algún proyecto inversor podría sufrir una parálisis.
Navia-Osorio se enfrenta a una incongruencia. Si, como dice, existe margen para efectuar recortes en el sistema de salud asturiano, es difícil comprender que Foro Asturias presentase un presupuesto expansivo en sanidad dentro de sus proyectos de cuentas regionales para 2012. Un plan, dicho sea de paso, que no contó con el apoyo de ningún grupo parlamentario y que obligó al actual presidente, Francisco Álvarez-Cascos a convocar elecciones anticipadas para este 25 de marzo. Es decir, que cualquier ajuste tiene que hacerse con respecto a los presupuestos de 2011, actualmente prorrogados al presente año y no sobre unas cifras que son puro humo.
Copago El copago en el sistema sanitario es otro de los temores que se vislumbran, aunque desde el actual Gobierno en funciones de Asturias se insistió ayer en reiterar su oposición. Navia-Osorio rechazó ayer introducir esta práctica “salvo que el Gobierno de la nación haga uso de su capacidad normativa y nos imponga las cosas”. Asimismo, aseguró que el Principado “carece de competencias sobre esa materia”, y lamentó haber sido invitado “in extremis” a la reunión entre el resto de fuerzas políticas para debatir esta medida.
El consejero debería tener en cuenta que en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del martes, fueron varias las comunidades las que solicitaron al Gobierno central que diera autorización para cobrar a los ciudadanos por los servicios que prestan. Y la mira está claramente en sanidad, educación y servicios sociales.
Céntimo sanitario Si los recortes estarán centrados en los servicios básicos, las comunidades son conscientes de que solo con este tipo de medidas no consiguen llegar al 1,5% del déficit. Por ejemplo, solo en Asturias estamos hablando de casi 500 millones de euros de ajustazo para alcanzar el objetivo. La otra vía de actuación es la subida de impuestos.
Las comunidades autónomas también solicitaron carta blanca para poder incrementar las tasas impositivas, como es el caso del margen autonómico de impuestos como el conocido por céntimo sanitario, que está vigente en Asturias desde el año 2004. La región grava a los combustibles dos céntimos en el caso del gasóleo y 2,4 en el caso de la gasolina, pero aún hay margen para subirlos hasta los 4,8. Precisamente, una de las últimas regiones en sumarse a este tipo de impuestos, Castilla y León, aplicó el máximo.
El Principado recauda entre 17 y 18 millones de euros al año por este tipo de impuesto, con lo que se trata de una cantidad ínfima con respecto a los casi 500 millones que se tienen que ajustar. Foro Asturias llevaba precisamente en su programa electoral la supresión de esta tasa, pero incumplió su propia promesa al ser consciente de que se trataba de un ingreso, pequeño, pero clave para las arcas regionales.
Asturias necesita recuperar 2,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) para llegar a los márgenes que exige el Estado. Diversos estudios ya comienzan a analizar hasta qué punto puede influir la bajada del gasto público en el retroceso del endeudamiento. Uno de ellos es que el que hizo ayer público Fedea a través del profesor Jesús Fernández-Villaverde, que estimó que un ajuste del gasto público del 1% supondría sólo reducir el déficit público entre 1 y 1,7 puntos porcentuales, puesto que los recortes tendrían un efecto contractivo a corto plazo sobre la economía de hasta un 0,8% y la recaudación disminuiría hasta un 0,45%. Esto pone en cuestión la teoría de que solo con ajustes en los sectores públicos se combate el déficit.
Durante un encuentro organizado por Fedea y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Fernández-Villaverde usó este supuesto para insistir en la necesidad de que España lleve a cabo el proceso de consolidación fiscal, aunque a una velocidad “adecuada”.
Para el economista, la intención de Bruselas de alcanzar el 3% de déficit en 2013 no es “realista”, puesto que España sólo ha sido capaz de reducir su déficit en 3,5 puntos en los últimos dos años y cuenta actualmente con un 8,51%.
Además, Fernández-Villaverde apuntó que cuando el anterior Gobierno pactó el 4,4% de déficit para 2012 la situación económica mundial era “más favorable”, y ha hecho hincapié en que en la actualidad hay que tener presentes los precios de la energía. Por todo ello, Jesús Fernández-Villaverde puntualizó que un objetivo de déficit “razonable” para España en 2012 sería el 6%, e ir disminuyendo un 1% en los cinco años siguientes hasta llegar al objetivo.
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