Jóvenes con hijos, los nuevos pobres
Cáritas atendió en 2011 a 24.883 personas en Asturias, de las que 9.715 pidieron ayuda por vez primera
«Tras estas cifras hay mucho miedo, desesperación e injusticia», afirma Rivas
Lne.es » Oviedo Félix VALLINA
Los responsables de Cáritas Asturias han cerrado el año 2011 con un balance que pone de manifiesto el terrible impacto de la crisis en los hogares de la región. A lo largo del ejercicio, la organización católica asistió a un total de 24.883 personas en Asturias, de las que 9.715 fueron casos nuevos, es decir, integrantes de las 2.760 familias que solicitaron ayuda por primera vez el año pasado ahogadas por la recesión económica. «El presente documento, en el que necesariamente aparecen números y datos, encierra muchas miradas angustiadas, muchas personas doloridas, miedo, desesperanza, indignación e injusticia», señaló el director de Cáritas Asturias, Adolfo Rivas, durante la presentación de la memoria del ejercicio 2011, un acto que tuvo lugar en la sede que tiene la ONG en Oviedo y que también contó con la presencia de la secretaria general de la entidad, Paloma Gallego.
Tras cuatro años de crisis, según los cálculos de Rivas, la pobreza en Asturias es «cada vez más intensa» y «las situaciones de las familias, cada vez más difíciles». El problema se extiende como una metástasis y el perfil de las personas que solicitan ayuda al encontrarse en riesgo de exclusión social es cada vez más preocupante. «Se trata de matrimonios jóvenes, entre 25 y 45 años, y con hijos a su cargo. Además, la mayoría son de nacionalidad española. La pobreza ya hace tiempo que ha dejado de ser un problema de población inmigrante o de otros colectivos minoritarios», señaló Adolfo Rivas. El director de Cáritas Asturias fue más allá: «Hoy en día hay personas que son pobres a pesar de contar con un empleo. Existe un incremento progresivo de la desigualdad, un repliegue progresivo de las posibilidades sociales y familiares, la brecha entre los sueldos bajos y los más beneficiosos es cada vez mayor... Hay decenas de miles de personas que han perdido una vida de normalidad y tienen miedo de caer en el abismo de la exclusión y de arrastrar con ellos a sus hijos».
Y es que las familias no sólo precisan ayuda económica, según Rivas, sino que «han surgido nuevas necesidades relacionadas con el apoyo para que la familia no se rompa a causa de las dificultades que atraviesa». Aunque Cáritas Asturias apostó con más fuerza en 2011 por el acompañamiento de unidades familiares en situación de precariedad -para evitar que «crucen la línea», destacó Adolfo Rivas-, la organización católica también desarrolló acciones especializadas para ayudar «a aquellos que son los últimos de los últimos», subrayó el director de Cáritas Asturias. No en vano, la ONG atendió el año pasado a 1.829 personas sin hogar, 193 toxicómanos, 115 reclusos y ex reclusos, 447 menores en situación de riesgo, 2.167 personas mayores, 1.067 inmigrantes y 1.182 desempleados. Además, Cáritas Asturias desarrolló en el año 2011 proyectos de cooperación internacional y de ayuda humanitaria en Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Colombia, Haití, Benin, Sudán y Tanzania. «Como siempre, hemos intentado ser la red de los que no tienen red, por eso, a pesar de las adversidades, no hemos cerrado ningún proyecto destinado a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión social», apuntó Rivas.
Para cubrir estas acciones, Cáritas Asturias contó con el trabajo de 1.870 voluntarios y se gastó un total de 6.625.698 euros, el presupuesto más alto invertido hasta ahora por la organización en Asturias. De este dinero, el 22,3 por ciento procedió de subvenciones y el 77,7 por ciento restante, de fondos propios. Rivas subrayó que los donativos de particulares crecieron un 25 por ciento durante el año 2011, aunque todo es poco para combatir una lacra «que cada vez causa más estragos». «Está muy bien que hayamos conseguido todo ese dinero y hay que agradecérselo a todo el mundo que ha colaborado, pero hay que darse cuenta de que cualquier equipo pequeño de fútbol puede contar con un presupuesto similar», recordó el director de Cáritas Asturias, que añadió: «Los pobres son invisibles para la sociedad asturiana, pero nosotros seguiremos trabajando».
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