El Gobierno solicita el rescate bancario y ya prepara la subida del IVA que exige la UE
El presidente Rajoy anuncia que se tomarán nuevas «medidas difíciles» antes de finales de año, pero no las concreta - Hacienda estudia que al menos parte de los bienes y servicios que tributan con tipos reducidos pasen a hacerlo al 18% general - Chipre sigue los pasos de España, pide ayuda para su banca y se convierte en el quinto país del euro asistido por sus socios
LA NUEVA ESPAÑA. Oviedo / Madrid / Bruselas
España solicitó ayer formalmente el auxilio financiero de Europa para sanear la banca y ayer mismo también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció que el país afrontará en breve plazo («pronto, dentro de este año») nuevas «medidas» económicas «difíciles». Paralelamente, las instituciones europeas han trasladado al Ejecutivo que el rescate bancario lleva aparejada una vigilancia más estrecha del cumplimiento de los compromisos de austeridad y reformas. El Ministerio de Hacienda ya está estudiando una subida del IVA, ante las presiones de la Comisión Europea. Chipre se sumó ayer a España y pedirá un rescate para su banca. Ya son cinco los países del euro que reciben el auxilio de sus socios.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, remitió ayer al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, la carta en la que España pide de manera formal la «asistencia financiera» para la banca. La misiva -que, como el Gobierno en estas semanas, evita la palabra «rescate»- activa un procedimiento que durará meses hasta identificar con detalle las necesidades de la banca, determinar el dinero que se inyectará y las condiciones que se impondrán a las entidades rescatadas y al conjunto del sector.
Las autoridades comunitarias explicaron que en estos días se desplazarán a España representantes de la «troika» -Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional- para tomar sus propios datos e iniciar la negociación de las condiciones del rescate, un proceso que se cerrará el día 9 de julio en un encuentro del Eurogrupo (reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro). La carta de De Guindos no precisa la cantidad que se solicita, aunque plantea que se tomen en cuenta las evaluaciones realizadas por el FMI (unos 40.000 millones de euros) y por dos consultoras independientes (hasta 62.000 millones). El límite máximo es el acordado por el Eurogrupo el pasado 9 de junio (100.000 millones).
Los «hombres de negro» -expresión acuñada por el ministro español Cristóbal Montoro- tratarán con las autoridades españolas sobre las reestructuraciones que se exigirán a los bancos que finalmente reciban la ayuda de Europa. Están por cerrar también los plazos de devolución del préstamo (el Gobierno quiere al menos 15 años, con cinco de carencia) y el interés (se habla de entre el 3% y el 4%). Todo ello formará parte del llamado «memorando de entendimiento», el documento en el que se plasmarán las cláusulas precisas del rescate.
La carta de De Guindos da a entender que, en principio, el Gobierno asume que el receptor directo del préstamo sea el Estado (a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, FROB) y no la banca, de modo que el crédito computará como deuda pública y el pago de los intereses puede agravar el déficit. La banca estará obligada a devolver el dinero, pero la Administración se convierte en garante del pago. Es una situación que ha deteriorado aún más la posición de España ante los prestamistas internacionales. El Gobierno ha tratado de presionar para que Europa inyecte directamente el dinero en los bancos, lo que eliminaría el contagio a las cuentas públicas, pero Alemania lo rechaza. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer que España mantiene el objetivo de conseguir de Europa un auxilio directo a la banca, sin pasar por el Estado. El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, no desechó que Alemania pueda ceder. Es uno de los temas en los que el Gobierno insistirá de aquí al 9 de julio.
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