Conflicto en la sanidad asturiana - Cuarto día de paros
Los médicos apelan a la jurisprudencia para suspender operaciones programadas
El SIMPA emplaza a la Consejería de Sanidad a negociar este fin de semana
Blanco condiciona el diálogo al aplazamiento de la huelga
Faustino Blanco, a la derecha, con el diputado socialista Fernando Lastra. luisma murias
El SIMPA vaticina un aumento de las esperas
Lne.es » Sociedad y Cultura Oviedo / Gijón, P. Á. / A. R. / J. A. A.
El Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) esgrimió ayer la jurisprudencia del Tribunal Supremo para justificar la decisión de los facultativos que han estado en huelga entre el lunes y el jueves de esta semana de suspender operaciones que estaban programadas pero que no tenían carácter de urgencia. La organización sindical responde de esta manera a la apertura -por parte de la Consejería de Sanidad- de una investigación en los hospitales de la región bajo el argumento de que los facultativos que cumplen servicios mínimos han de llevar a cabo obligatoriamente las intervenciones que estaban previstas.
Según Sanidad, del aplazamiento de la cirugía programada «pueden derivarse responsabilidades individuales» aunque los hechos estén enmarcados en una huelga. El titular de la Consejería, Faustino Blanco, señaló ayer que, con el objetivo de «no romper puentes» con el SIMPA, la Administración aún no ha abierto expedientes referidos a la supuesta suspensión de intervenciones.
De otra parte, el secretario general del SIMPA, Antonio Matador, emplazó al Gobierno regional a negociar este mismo fin de semana para poner fin a los paros de los médicos, motivados por el modo de aplicar en la sanidad pública asturiana la ampliación de la jornada laboral de los empleados públicos. «Para estos tres días del fin de semana no tenemos convocada huelga, y a partir del martes que viene, tampoco», señaló Matador, como réplica a las declaraciones que pocas horas antes había efectuado Blanco, quien había manifestado su disposición al dialogo si los médicos realizan «un gesto» que consistiría en suspender la huelga, sin desconvocarla.
La primera fase del calendario de paros (de media jornada) concluirá el próximo lunes. Para finales de octubre están previstos cuatro días más, que ya consistirán en una huelga de jornada completa.
La jurisprudencia a la que apela el SIMPA procede de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo y está fechada el 11 de mayo de 2007: «(...) es evidente que las intervenciones no urgentes pueden ser suspendidas, ocasionándose desde luego una molestia en el retraso para los pacientes, que verán postergada su intervención, pero ello no pone en peligro grave su salud, sino que tan sólo supone un trastorno en el normal funcionamiento del servicio, circunstancia inevitable en cualquier tipo de huelga (...)».
Según el secretario general del Sindicato Médico, esta resolución judicial «no deja lugar a ninguna duda». La praxis que, según la organización sindical, están desarrollando los facultativos en las jornadas de huelga se centra en llevar a cabo únicamente intervenciones catalogadas como urgentes y preferentes, así como operaciones a enfermos oncológicos y a pacientes en situación de riesgo vital.
Antonio Matador manifestó la «disponibilidad absoluta» del SIMPA a reanudar las negociaciones con el Gobierno asturiano. Según el responsable del sindicato, los primeros cuatro días de huelga «han sido un éxito», con un seguimiento «mucho mayor de lo esperado». La organización médica hizo público un comunicado en el que enfatiza que la legislación vigente obliga, en caso de huelga, a que el empresario -en este caso la Administración del Principado- y el comité de huelga entablen negociaciones para llegar a un acuerdo.
A juicio del SIMPA, el nuevo modelo de jornada «incrementará todavía más» las listas de espera, y provocará que el Gobierno asturiano no pueda cumplir su compromiso de cerrar el año 2012 sin demoras de más de seis meses para operarse. «El recorte de cien millones en la previsión presupuestaria del Sespa no hace más que añadir más leña al fuego», agrega el sindicato en relación al nuevo ajuste de recursos anunciado por Sanidad.
Faustino Blanco, por su parte, reclamó una negociación en la que «tienen que objetivarse las condiciones, y no parece que la mejor forma de propiciar el diálogo, que queremos sea productivo, sea con una huelga».
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón demandó «un esfuerzo» para poner fin a una huelga «desproporcionada e injusta, porque sus consecuencias recaen sobre la parte más vulnerable de la sociedad, que son los enfermos crónicos». Si bien los derechos adquiridos de los médicos «hay que tratar de mantenerlos», las circunstancias obligan a los trabajadores sanitarios a «no añadir con su huelga un elemento más de desesperanza a los atribulados ciudadanos», agrega el colectivo.
Según los datos de Sanidad, la cuarta jornada de huelga tuvo un seguimiento del 0,6 por ciento en atención primaria y del 8,3 por ciento en especializada. La mayor incidencia de paros se registró en el Hospital San Agustín de Avilés, donde además un numeroso grupo de médicos se concentró en los exteriores del centro sanitario.
Dos posturas
Sindicato Médico (SIMPA)
«El Principado pretende convertirse en el adalid de la sanidad pública mientras le asesta un nuevo tijeretazo. No se puede defender públicamente un sistema de cobertura universal y, al mismo tiempo, detraerle fondos».
Faustino Blanco, consejero
«Quiero una mesa de diálogo productivo, talante para el reencuentro y búsqueda de soluciones y en la que nadie quede en situación de perder o ganar».
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