Pendiente de la reunión de la mesa sectorial de esta semana y para facilitar la negociación, suspendida cautelarmente la huelga convocada por SATSE-CCOO-SICEPA/USIPA-USAE.
Blanco acusa a «la cúpula del SIMPA de usar a los pacientes como rehenes» y se manifiesta «escandalizado» de que hablen de «esclavismo»
Lne.es » Sociedad y Cultura Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
La Consejería de Sanidad del Principado recibió ayer como un bálsamo el «compromiso» suscrito con los sindicatos Comisiones Obreras, SATSE, USAE y Sicepa-Usipa referido a regulación de la jornada laboral, un documento que encauza un futuro acuerdo y que pone fin a la huelga que estas organizaciones tenían convocada en el ámbito sanitario, a la que le restaban dos día de paros: el martes y el jueves de la próxima semana.
De este modo, sólo queda en activo la huelga impulsada por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), que está programada para el lunes, el miércoles y el viernes de la semana que viene, y que acaba de ser ampliada a doce días del mes de diciembre.
Sobre esta nueva convocatoria del Sindicato Médico se pronunció ayer en los pasillos de la Junta General del Principado Faustino Blanco, consejero de Sanidad. A su juicio, «la cúpula del SIMPA está utilizando a los pacientes como rehenes» en una reivindicación que sólo busca mantener el estatus de esta cúspide sindical. El Consejero se manifestó «escandalizado» por las afirmaciones de los responsables del SIMPA sobre las supuestas condiciones «esclavistas» que pretende imponer el Gobierno a los facultativos. Según Blanco, el conjunto de los profesionales sanitarios de la región «desean un acuerdo» como lo demuestran los avances logrados ya con el resto de organizaciones sindicales.
Avance que se plasmó en la firma de un compromiso que, además de suponer la desconvocatoria de la huelga, pone negro sobre blanco la voluntad común de los firmantes -la Administración sanitaria y los citados sindicatos- de «iniciar urgentemente los trámites para reunir a la mesa sectorial de los centros e instituciones sanitarias del Servicio de Salud» con el objetivo de abordar la aplicación de la jornada laboral en la sanidad pública asturiana. Dicha reunión se llevará a cabo en los próximos días, y deberá dar como resultado un «megamix» entre los términos propuestos en su día por la Administración, los acuerdos incluidos en el protocolo que el Sespa había suscrito con UGT y la propuesta que el Servicio de Salud trasladó anteayer a los sindicatos. Esta última recoge, entre otros apartados, «la consolidación de empleo eventual que hoy se considera estructural, ocupando plazas de interinidad disponibles, en los siguientes términos: año 2013, 75 nombramientos de interinidad; año 2014, 38 nombramientos de interinidad».
El SIMPA supera la prueba de apoyo de sus bases con 267 huelguistas
En el proceso de negociación que ahora se abre, Comisiones, SATSE, USAE y Sicepa-Usipa aspiran a lograr alguna concesión más de las que en su día firmara UGT, pues de otro modo tendrían difícil explicar las razones por las que decidieron prolongar el conflicto un mes más. El «leitmotiv» de las movilizaciones de estas centrales, que incluyeron un encierro de 30 días en la sede del Sespa, era la reducción de la jornada anual del personal que trabaja a turnos, con la consiguiente preservación de empleo eventual. El Sicepa ha advertido de que, de no alcanzarse un acuerdo, «convocaremos nuevas movilizaciones en las próximas semanas».
De otro lado, el SIMPA superó ayer con una nota aceptable la prueba de fuego del apoyo de sus bases de cara al nuevo órdago planteado al Principado. Según los datos facilitados por la Administración, la huelga fue secundada por 267 facultativos: 260 de hospitales y 7 de centros de salud. El seguimiento del paro en atención especializada fue del 10,7 por ciento, y del 0,7 por ciento en primaria. Estas cifras apuntan a un ritmo sostenido en el calendario de paros iniciado el pasado 8 de octubre y que, de llevarse a efecto los doce días de huelga previstos para diciembre, sumaría un total de 33 jornadas.
Siguiendo con los números, puede estimarse que en torno a 250 fueron los asistentes a la concentración ante la Junta convocada por el Sindicato Médico, con una nutrida presencia de residentes. Entre consignas como «Faustino, vete pa'Cuba» y «Consejero dimisión», los manifestantes se dirigieron hacia la sede de Presidencia del Gobierno y la sede del Sespa, en la plaza del Carbayón. En esta última escala del trayecto, respetaron la indicación de la Policía de que no interrumpieran el tráfico de vehículos de las calles colindantes a la citada plaza.
Concluida la manifestación, el SIMPA difundió un comunicado en el que emplaza al Ejecutivo del Principado «a la apertura inmediata» de las negociaciones, interrumpidas el pasado miércoles. El Sindicato Médico señala que es «obligación legal» de la Administración «retomar las conversaciones con el comité de huelga». Según los responsables sindicales, la reunión mantenida en la mañana de ayer entre los dirigentes del sindicato y la secretaria general del Sespa «evidencia la falta de voluntad del Gobierno de resolver el conflicto».
En alusión a lo que se presume que puede ser la estrategia de la Consejería, la organización médica advierte al Servicio de Salud de que fracasará en su estrategia de pactar con los MIR para desactivar los paros».
Tras el camisón hospitalario y una mañana de espera, a casa hasta nuevo aviso
Oviedo, E. G.
Sucedió ayer en el Hospital Álvarez-Buylla, en Mieres. A las ocho de la mañana estaban convocados una docena de pacientes para cirugía de cataratas. Todos, dada la patología, personas de edad avanzada, y todos acompañados de algún familiar.
Se siguió el procedimiento reglamentario de forma escrupulosa. Fuera ropa de calle sustituida por el camisón hospitalario, sillas de ruedas para todos... y a esperar. A esperar mucho, a tenor de algunos de los familiares que asistieron a la muy movida mañana.
A los pacientes se les informa posteriormente que no se van a producir intervenciones a causa de la huelga. Estupefacción general. En uno de los casos la familia del paciente señala que hay un glaucoma de por medio y que los médicos aconsejaron una operación urgente. Se le opera.
Los demás, para casa y a esperar un nuevo llamamiento. Todos los pacientes llevaban días echando las consabidas gotas previas a la intervención de cataratas. «Aceptamos la huelga, aunque no sabemos quién tiene razón, pero lo único que se pide es que avisen para que personas mayores y con problemas de movilidad no tengan que desplazarse», manifestaba ayer indignado el hijo de uno de los pacientes. «Es un problema de organización».
Casos como este de Mieres llegan, por conductos diversos, con frecuencia a la redacción de este periódico desde que comenzó la huelga de médicos y personal sanitario en Asturias.
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