La huelga médica dispara las esperas
Cuesta creerlo pero la sanidad pública asturiana acumula ya dos meses de huelga médica. El conflicto de los facultativos en respuesta al nuevo modelo de jornada en hospitales y centros de salud arrancó el pasado 8 de octubre. Lo peor de todo es que han pasado ya 60 días y la confrontación entre facultativos (Simpa) y administración (Sespa) está prácticamente donde comenzó. Los avances han sido mínimos y la posibilidad de alcanzar un acuerdo se percibe aún lejana. Los pacientes están siendo los grandes perjudicados. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) se niega a dar cifras sobre los efectos asistenciales de la huelga y sólo se limita a informar del porcentaje de seguimiento del paro que, por cierto, está siendo bajo. En los dos últimos días de convocatoria rondó el 3%, según estimaciones oficiales.
A esta altura del conflicto se calcula que son ya 1.600 los pacientes que no han podido ser operados por culpa del conflicto. Según datos recabados por EL COMERCIO de servicios quirúrgicos y asistenciales de cada uno de los hospitales de las ocho áreas sanitarias, el volumen de operaciones suspendidas en los dos primeros meses de paro rondan las 1.600. La palma se la lleva el HUCA, donde las cirugías aplazadas entre octubre y noviembre se acercan al millar.
Más difícil es estimar cuántos pacientes se han quedado sin ser vistos en la consulta del especialista o que ni siquiera han sido citados pese a disponer de una indicación de preferente. Fuentes sanitarias cifran en cerca de 100.000 las consultas no realizadas. El dato, aunque podría parecer exagerado, no se aleja mucho de la realidad si se tiene en cuenta que estadísticamente los médicos del Sespa atienden en sus consultas de Especializada una media de 6.700 pacientes diarios.
Derivaciones al Naranco
Pero suman y restas a un lado, lo cierto es que la sanidad asturiana y, en especial, los hospitales, cumplen ya dos meses de paralización. Se trata del conflicto más prolongado de los que haya vivido en el sistema sanitario público del país. Ni siquiera fue tan larga la macrohuelga de 2005, cuando los médicos le paralizaron a la entonces ministra de Sanidad Ángeles Amador, todos los hospitales y centros de salud del país en demanda de mejoras salariales y laborales.
A los 1.600 pacientes que tendrían que haber sido operados y no lo fueron, se suman también los 1.351 enfermos que según el Sindicato Médico (Simpa) acumulan demoras de más de medio año. Las esperas superiores a seis meses se cuadruplicaron desde que se inició la huelga. En septiembre eran 338 los pacientes con esperas de más de 180 días. Además, en el HUCA son 5.700 los pacientes que aguardan por un TAC o una resonancia magnética. El Sespa ha comenzado a derivar pacientes para que sean operados en el Monte Naranco adelantando así el inicio del plan de choque contra la huelga médica, que prevé intervenir a más de mil enfermos en centros hospitalarios concertados.
En busca de un acuerdo
El Servicio de Salud intenta descongestionar el conflicto que se vive en hospitales y centros de salud a cuenta de la ampliación de jornada y trabaja para lograr un acuerdo con el resto del arco sindical de manera que los médicos queden solos con su huelga. El próximo martes habrá una nueva cita de la Mesa Sectorial de Sanidad (la tercera en una semana). La Administración sanitaria ha modificado parte del decreto de jornada aprobado en el Consejo de Gobierno del pasado 29 de agosto. Pese a que el Sespa indicó en varias ocasiones a los representantes sindicales que dicho documento era «intocable», en las últimas reuniones sí ha aceptado introducir modificaciones sobre el texto original de ampliación de jornada. Habrá que ver si estos cambios son considerados suficientes para que el martes CC OO, Sicepa-Usipa, Satse y Usae entierren el hacha de guerra. UGT ya lo hizo el pasado 22 de octubre.
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