Blanco avanza que «en 2013 habrá que tomar más decisiones» en Sanidad

«Patologías de riesgo y primeras consultas» serán prioridades en el plan contra las listas de espera, en las que hay 95.972 pacientes

 

17.01.13 - 00:19 - L. FONSECA / A. SUÁREZ | GIJÓN/OVIEDO.

2012, año en que tuvo lugar el mayor conflicto que se recuerda en los hospitales y centros de salud, fue «el mayor test de estrés para la sanidad asturiana». Así lo afirmó ayer el consejero de Sanidad tras anunciar, al término del Consejo de Gobierno, que el Ejecutivo autonómico acababa de aprobar el decreto sobre ampliación de jornada en el Servicio de Salud. Faustino Blanco reconoció que la protesta de 96 días del Sindicato Médico (Simpa), convocada en protesta precisamente por el nuevo modelo de jornada, había causado un importante impacto sobre la actividad de los hospitales y cifró en 3.000 las operaciones que se habían dejado de hacer por culpa del conflicto.

Apenas cinco días después de firmada la paz con los facultativos, el titular de Sanidad no descartó nuevas medidas. De hecho, aseguró que «en 2013 habrá que tomar más decisiones para asegurar un modelo fuerte en sanidad». No obstante, Blanco aclaró que esas acciones no iban dirigidas a los trabajadores sino a mejorar la eficiencia del sistema. A preguntas de los periodistas, se refirió en concreto a la racionalización del gasto en medicinas o a la centralización de las compras.

El consejero compareció tras el Consejo de Gobierno, sesión en la que se dio luz verde al incremento de horas de trabajo en hospitales y centros de salud, cuyo personal pasará a realizar 37,5 horas semanales, y donde el Sespa pretende comenzar a instaurar módulos de trabajo ordinario en horario de tarde.

Normalidad, en primavera

Blanco, tal y como le apuntó mediante una nota su compañero de rueda de prensa y consejero de Presidencia, Guillermo Martínez (ver fotografía), solicitará comparecer en el Parlamento para explicar personalmente todos los detalles del decreto de jornada, así como del plan contra las listas de espera. El consejero habló ayer de «un tiempo razonable», posiblemente en la primavera, para que los hospitales recuperen la normalidad y las demoras quirúrgicas y de consultas a las que se enfrenta los pacientes puedan volver a la situación anterior a la huelga.

Sobre este particular, Blanco precisó que son 95.972 «y no 100.000», las personas afectadas por las listas de esperas, lo que representa un incremento del 5,6% en los dos primeros mes del conflicto abierto por la ampliación de jornada. El plan de contingencia contra las demoras generadas en los 33 días de huelga médica fijará prioridades: «las patologías de riesgo y las primeras consultas, así como aquellos procesos pendientes de diagnóstico», tendrán carácter preferente. Finalmente, apuntó que el decreto de jornada «es también una respuesta a posiciones ideológicas que proponen una Administración pública débil y la provisión privada de los servicios».

El Sindicato Médico, cuya protesta mantuvo en vilo a la sanidad durante todo el último trimestre del pasado año, también se pronunció ayer. La central sindical de los facultativo confía en que el acuerdo con Sanidad «devuelva la calma a los hospitales y centros de salud». Los médicos volvieron a calificar de equilibrado el pacto alcanzado.