Eduardo Junquera: «Me voy del PP porque no quiero ponerme enfermo»
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Atribuye su marcha al «descrédito» de la formación por las supuestas cuentas secretas
El partido asegura que tomó la decisión de irse hace tiempo y no descarta nuevas bajas en el grupo municipal
Eduardo Junquera anunció ayer su renuncia al acta de concejal y al carné de militante del PP, justificando su decisión en la pérdida de «credibilidad» del partido tras la difusión de la supuesta contabilidad secreta del extesorero Luis Bárcenas. En su opinión, si los pagos recogidos en los papeles conocidos esta semana reflejan realmente pagos irregulares a la dirección nacional del partido «sería la magnificación de la desvergüenza, el descaro y el descrédito de la clase política y sobre todo de nuestro partido». No obstante, fuentes del PP señalan que su decisión de abandonar la formación no es nueva, y relacionan su marcha con la creciente tensión entre las direcciones local y regional y el complicado clima existente en el PP de Gijón.
Junquera compareció ante los medios sin convocatoria previa -aprovechando otro acto convocado por su partido- y sin admitir preguntas. Y ya desde el inicio de su intervención quiso dejar claro su enojo por las últimas noticias en torno al posible cobro de dinero negro por parte de la cúpula de Génova. Así, manifestó su «radical rechazo a los lamentables, vergonzosos y graves hechos en relación a las supuestas prácticas realizadas a lo largo de estos años por los altos dirigentes del PP», que en su opinión «desvirtúan hasta lo insoportable la credibilidad del partido». Señaló que estos supuestos cobros irregulares «de ser ciertos, y parece que lo son puesto que han tenido tiempo suficiente para justificarlos y de momento no se han dado las explicaciones oportunas, son la magnificación de la desvergüenza, el descaro y el descrédito» del PP.
El concejal aseguró que lo conocido estos días «me produce una gran indignación» y señaló que han suscitado la misma reacción en su entorno más próximo. «Mis familiares, amigos, colegas y pacientes no entienden cómo sigo formando parte de este partido y representándolo». Tras estas críticas anunció su «renuncia irrevocable» al acta de concejal y explicó que «después de dedicar varios años y muchas energías a este cargo, considero que en las actuales circunstancias el camino recorrido se agotó. Hasta aquí hemos llegado».
Junquera, que concurrió como número dos de la lista del PP de Gijón en las dos últimas elecciones municipales, señaló: «Me he quedado sin palabras y sin argumentos para poder defender ninguna causa». Y añadió que deja su cargo y también la militancia en el PP «por motivos de salud, no porque esté enfermo, sino porque no quiero enfermar». Aseguró que deja sus responsabilidades en el Ayuntamiento «con el patrimonio con el que llegué, y el que más valoro, que son la honradez, la honestidad, el amor a mi ciudad y la vocación de servicio».
Pedía regenerar el partido
Pese a las explicaciones del dimisionario, desde el partido se ofrecía ayer una versión muy diferente. Compañeros de la junta local y el propio secretario general del PP asturiano, Fernando Goñi, afirmaron ayer que Junquera había tomado esta decisión hace tiempo y que la difusión de las supuestas cuentas de Bárcenas sólo ha sido el desencadenante final, según algunos, o la justificación perfecta, según otros, para hacer efectiva su marcha.
Fuentes del PP local señalaron que desde la derrota electoral de 2011, en la que el grupo municipal perdió 7 concejales y 30.000 votos, Junquera abogó por una profunda remodelación del partido tanto en el ámbito local como regional. Ha mantenido durante todo lo que va de mandato su malestar con la coyuntura de la formación y aseguran sus compañeros que hace meses que estudiaba la posibilidad de abandonar el partido. La idea se fue afianzando a medida que se complicaba la situación interna del PP. Las crecientes tensiones entre la dirección local y la regional crearon un complicado ambiente de trabajo que afectó de forma directa a la labor diaria tanto de los cinco ediles como de la junta local. Como episodio más reciente, fuentes próximas a Junquera destacan el sentimiento de «humillación» que le produjo tener que explicar en Oviedo los detalles de los presupuestos negociados con Foro. Desde el entorno de la dirección regional, por su parte, señalan que el edil «fue uno de los que menos ayudó al entendimiento, porque es especialista en tensar».
La situación del PP, lejos de calmarse, amenaza con complicarse aún más en los próximos días. Desde la dirección regional, de hecho, no se descarta la dimisión de más concejales, lo que afectaría no sólo al grupo local, sino también a la propia estabilidad del Ayuntamiento. La repentina marcha de Junquera supone que en el próximo Pleno sólo haya 26 concejales, 13 de ellos de Foro y PP y los 13 restantes de PSOE e IU. Este equilibrio entre las fuerzas de centro-derecha y las de izquierdas obligará al equipo de gobierno a recurrir al voto de calidad de la alcaldesa para garantizar mayorías. En caso de que se produjera una nueva baja en el PP, PSOE e IU tendrían mayoría en la Corporación hasta la llegada de los correspondientes sustitutos.
Eduardo Junquera, médico de profesión, entró en la Corporación como número dos de la lista del PP y apuesta personal de Pilar Fernández Pardo en las elecciones de 2007. Durante el anterior mandato fue el centro de polémicos episodios como las grabaciones del exconcejal Emilio Noval, con quien llegó a pelearse en un parking público. Junquera denunció que la EMA había realizado contrataciones irregulares con una empresa de Noval, lo que le costó su destitución como miembro del consejo de administración, por difundir información interna. El TSJA anuló este cese. Aspiraba a constituir una Concejalía de Sanidad si el PP hubiera llegado al gobierno local y fue el principal defensor de medidas como el Plan de Drogas y el Sumgi.
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