La contaminación atmosférica aumentó en 2012, según destaca el Colectivo Ecologista

Todas las estaciones superaron los niveles de partículas en suspensión máximos recomendados por la OMS

16.02.13 - 00:22 -

JESÚS GONZÁLEZ | AVILÉS.

 

La contaminación atmosférica fue en aumento a lo largo del pasado año con niveles que superan ampliamente los máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así se desprende del balance elaborado por el Colectivo Ecologista de Avilés de acuerdo con los datos recogidos por las estaciones de medición dispuestas en diversos puntos del municipio.

Esos datos permiten a la asociación proteccionista afirmar que «el problema de la contaminación atmosférica sigue enquistado en la comarca de Avilés», pues «a pesar de la disminución de la producción industrial y del tráfico» rodado, sigue «en aumento la polución».

Para el colectivo, uno de los aspectos más significativos es el hecho de que en todas las estaciones de medición se haya superado a lo largo del año la media de partículas en suspensión de menos de 10 micras de diámetro (PM10) recomendada por la OMS. Este tipo de polución, muy asociada tanto a la actividad industrial como al tráfico, llega a triplicar la media recomendada de 20 microgramos por metro cúbico en estaciones como la de Las Arobias, donde se alcanza la cifra media anual de 71 microgramos. En Llano Ponte la media fue de 41, de 39 en Llaranes y de 30 en la plaza de La Guitarra.

A ello se suma el hecho de que «en las estaciones de Las Arobias, Llano Ponte y Llaranes no se cumple el valor diario de protección a la salud establecido por la norma española, que prevé un límite de 35 'superaciones' al año del valor de 50 microgramos por metro cúbico». En cambio, es valor se superó en 233 días en Las Arobias, en 76 en Llano Ponte y en 56 en Llaranes.

Todo ello lleva al Colectivo Ecologista a afirmar que «la contaminación en partículas PM10 sigue siendo un problema preocupante, lejos de la complacencia y el desentendimiento que muestran nuestras autoridades municipales y del Principado».

La asociación recuerda el riesgo que para la salud implica este tipo de contaminantes, que entran en el sistema respiratorio «e impiden un intercambio adecuado de oxígeno entre los pulmones y la sangre». La exposición crónica a esas partículas se asocia, recuerda el Colectivo Ecologista, «a un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias», así como «al cáncer de pulmón». Según la OMS, prosiguen desde la asociación, «la mortalidad en ciudades con niveles elevados de esta contaminación supera entre un 15% y un 20% la registrada en ciudades limpias».

Muertes prematuras

Pero las partículas en suspensión no son el único problema observado a la vista de los datos de las estaciones de medición del Principado. La presencia de dióxido de azufre, vinculado «con un mayor número de muertes prematuras asociadas a enfermedades pulmonares y cardiovasculares», también supera ampliamente en Avilés los límites recomendados por la OMS.

Si dicho organismo establece que no se supere una media de 20 microgramos por metro cúbico en un periodo de 24 horas, «todas las estaciones de Avilés superaron esa media» a lo largo del año. Los casos más graves fueron, nuevamente, la estación de Las Arobias, donde se registraron niveles mayores a esa media en 51 ocasiones, y Llaranes, donde ocurrió lo mismo en 34 ocasiones.

En el caso de la estación de Llaranes también se registraron niveles superiores a lo recomendado, durante quince días a lo largo de 2012, en el caso de la contaminación por benceno, sustancia que se asocia «en niveles bajos» a síntomas como «somnolencia, mareo, taquicardia, dolores de cabeza, vómitos o irritación estomacal». Al tiempo, la OMS lo señala «como un carcinógeno para los seres humanos.

Ante ese panorama, el Colectivo Ecologista de Avilés estima que las Administraciones públicas competentes «tienen que asumir sus responsabilidades» mediante la «regulación de un tráfico excesivo» y un mayor control a «determinadas instalaciones industriales que no reúnen los requerimientos ambientales adecuados».

En ese punto, la asociación recuerda que «el Principado nos oculta desde hace años los datos de las estaciones de control de las empresas privadas», mucho más numerosas que las de carácter público, «lo que impide hacer una valoración más acertada de la presencia de contaminantes».