San Juan de Nieva y Jardín de Cantos critican la actitud del director de Salud
Rechazan que se haya empezado un estudio para controlar los niveles de mercurio en sangre un mes después de denegar pruebas a los vecinos del entorno de AZSA
El presidente de la asociación de vecinos de San Juan de Nieva -barrio anejo a la factoría de Asturiana de Zinc-, Juan Requena, criticó la postura del director general de Salud Pública, Julio Bruno, con respecto a la campaña para detectar niveles de mercurio en la población sana y poder hacer una comparativa con los que presentan los trabajadores intoxicados tras el accidente a finales del año pasado en la factoría.
Requena señaló que hace un mes participó en una reunión «convocada por el propio director general de Salud Pública» con el presidente de la asociación vecinal de Jardín de Cantos, Antonio Cabrera, en la que se acordó que Bruno les facilitaría la documentación necesaria «para tranquilidad de los vecinos», que finalmente no envió. Requena también aseguró que «los vecinos no hemos recibido nada, ninguna documentación que informase de las mediciones en el entorno de la fábrica ni tampoco en la que se nos explicase dónde está el origen del problema».
El representante vecinal de San Juan de Nieva indicó además que «no quisieron hacer un muestreo y controlar los niveles de mercurio en sangre de los vecinos porque se iba a crear una alarma social mayor y ahora dice que Sanidad iniciará una campaña para hacer la comparativa», a pesar de «haber denegado nuestra petición sólo un mes antes». Para los vecinos del entorno de Asturiana de Zinc, la postura de Bruno supone «una falta de honradez».
Requena explicó que los vecinos están «tranquilos porque ya se hicieron los análisis que consideraron necesarios, que se tuvieron que financiar por su cuenta», y que en ningún caso se registraron niveles superiores a los permitidos.
El director general de Salud Pública había ratificado el jueves, en la sede de la Consejería de Sanidad en Oviedo, que el Principado ya había puesto en marcha un estudio, en colaboración con la Hermandad de Donantes de Sangre, en el que participarán 150 personas. El objetivo del estudio, según apuntó Bruno, es identificar los valores en sangre y orina de mercurio en una persona que no estuviese afectada por la intoxicación ni tenga una actividad laboral relacionada con este metal, para establecer hasta qué punto pueden estar contaminados otros empleados que no fueron intoxicados, entre otras conclusiones.
Bruno había advertido que el problema con el mercurio «lo tiene toda España y también Asturias», y que otro reciente estudio alertaba de la alta presencia de mercurio en el cordón umbilical de los recién nacidos, aunque en todo momento aseguró que «no hay motivos de alarma» con respecto a una posible contaminación en el ambiente, porque ninguna de las mediciones realizadas en la fábrica hasta el momento -siendo la última del pasado 12 de marzo- «han dado valores superiores a los máximos permitidos» en el ámbito laboral. Actualmente, un 5% de los trabajadores analizados (507) tiene valores superiores en sangre.
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