Cabueñes, saturado por la gripe, recurre a las derivaciones de enfermos a Jove
El hospital, que ya supera las cincuenta habitaciones dobles convertidas en triples, ha enviado a una veintena de pacientes al centro del oeste
Lne. 09.01.2014 | 01:45
Instalaciones del Hospital de Jove.
A. RUBIERA Las autoridades sanitarias lo había advertido y en Cabueñes ya es una realidad. La epidemia de gripe ha llegado con una intesidad media-alta a la población asturiana y está generando la habitual presión en el principal hospital gijonés. Y eso que, según los expertos en epidemiología, el volumen de afectados seguirá creciendo durante todo el mes.
Ayer en Cabueñes ya había más de medio centenar de camas "s" instaladas en las habitaciones de hospitalización. Con ese nombre se denomina a la tercera cama que se tiene que añadir a las habitaciones dobles, lo que hace más penoso el ingreso de un paciente por las incomodidades que se derivan y supone un importante añadido de trabajo al personal de las plantas.
Esa saturación y el sobreaforo que ya se empieza a sentir en el hospital de Cabueñes ha hecho que hace sólo unos días se pusiera en marcha el programa de derivaciones al otro gran centro sanitario de la ciudad, el hospital de Jove. En torno a unos 20 pacientes, siempre del servicio de medicina interna -con procesos neumológicos o cardiológicos, principalmente- han encontrado acomodo en el hospital de Jove, pese a ser población del área de referencia de Cabueñes. El de Jove es un hospital que tradicionalmente se ha comportado mejor ante las puntas de saturación por las epidemias, como la de gripe. Además, cuenta con una planta "colchón", que se abre o se mantiene cerrada según las necesidades del centro. Si ayer en Cabueñes se llegaba casi a los 480 pacientes ingresados, con 56 camas supletorias, en Jove sólo se había necesitado abrir la mitad de la planta "colchón" y su situación era de relativa normalidad. La dirección de Jove no descarta abrir la planta al completo en los próximos días o semanas.
En Cabueñes, por su parte, el personal transmitía ayer los primeros signos de estar entrando en la fase de saturación debido a ingresos por gripe, con la particularidad de una incidencia significativa de ingresos de personas jóvenes. Sin embargo, aún se está lejos de los peores escenarios vividos en Cabueñes. El pasado año el centro llegó en su punto máximo de epidemia a superar las 500 camas y en algún año se recuerdan hasta 80 habitaciones "s".
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