El Sindicato Médico no descarta otro conflicto si persiste
Tácito Suárez se reunió ayer con los directores médicos para pedirles "más producción en quirófanos, consultas y pruebas diagnósticas"
Lne. 22.02.2014 | 01:46 Oviedo / Gijón, P. ÁLVAREZ / A. RUBIERA
Antonio Matador.
El primer pronunciamiento programático del nuevo gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Tácito Virgilio Suárez, en el que reclamaba un mayor aprovechamiento de los quirófanos y de los tiempos para consultas y pruebas diagnósticas, no ha gustado a los médicos. "Este sistema de trabajo que tenemos en marcha, basado en el nombramiento de capataces, ha generado un desencanto absoluto entre una serie de profesionales, y un estado de gran crispación en otros, con lo cual una nueva vuelta de tuerca podría ser el detonante de algo", declaró ayer a este periódico Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).
¿Habla Matador de una nueva huelga, similar a la impulsada por el sindicato en el último trimestre de 2012? "No descartamos nada", se limitó a responder el máximo responsable de la organización.
Tácito Suárez enunció su petición de una mayor productividad anteayer, con motivo de la firma de los contratos-programa con los gerentes de las ocho áreas sanitarias de la región. En el breve tiempo que lleva en el cargo, el director del Sespa se ha hecho eco en diversos ámbitos de una definición que parece agradarle mucho: a los directores médicos los denomina "directores o jefes de producción". Ayer mismo mantuvo una reunión con ellos en la que los instó a "incrementar la producción de nuestros hospitales y de nuestros centros: incrementar la producción de los quirófanos, las consultas y las pruebas diagnósticas, porque entendemos que tenemos capacidad para ello".
Pero este discurso no parece ser del gusto del Sindicato Médico, que se queja de la aplicación del acuerdo con la Administración sanitaria que puso fin a la citada huelga. "El desastre en lo que va de legislatura es monumental. Los médicos no tenemos ningún problema: hemos trabajado lo que nos han programado. El problema es que la programación es un desastre. Se basa en capataces, no en el diálogo, y además los capataces, en muchos casos, no saben", subrayó Matador. A juicio del SIMPA, la organización de la actividad sanitaria debe pivotar sobre "el diálogo con los profesionales y los pactos con los diferentes servicios, que son los que saben cómo hacer las cosas".
Uno de los problemas de la sanidad pública asturiana radica en el aumento de las demoras en las pruebas diagnósticas -resonancias, escáneres, ecografías...- desde que la Consejería de Sanidad decidió suprimir las horas extraordinarias. "No sabemos exactamente qué quieren decir cuando hablan de aumentar la producción. En hacer una resonancia se tarda lo que se tarda, y como no metamos a dos pacientes de cada vez no sabemos qué podemos hacer", señalaron fuentes del área de radiodiagnóstico.
En Gijón, el personal de quirófano del Hospital de Cabueñes acogía entre críticas el velado "reproche" que -a su juicio- esconde el planteamiento de incrementar el rendimiento. "Operar lleva un tiempo, pero antes está la preparación del paciente, la sedación, la monitorización, y sin eso no hay cirugía que se pueda hacer. En la actualidad ya son muchísimas las ocasiones en que los enfermos salen de quirófano más tarde de las tres, así que nadie entiende muy bien cómo piensan incrementar esos rendimientos", apuntaban desde la junta de personal del área sanitaria gijonesa.
Dos visiones de la actividad sanitaria
Tácito Suárez, gerente del Servicio de Salud (Sespa)
"Tenemos quirófanos que todavía pueden aprovecharse más: los quirófanos deben empezar antes y terminar después".
"Es necesario incrementar la producción de nuestros hospitales y de nuestros centros: incrementar la producción de los quirófanos, las consultas y las pruebas diagnósticas, porque entendemos que tenemos capacidad para ello".
Antonio Matador, secretario general del SIMPA
"El actual sistema de trabajo, basado en el nombramiento de capataces, ha generado desencanto y crispación. Una nueva vuelta de tuerca podría ser el detonante de algo".
"La organización de la actividad sanitaria debe pivotar sobre el diálogo con los profesionales y los pactos con los servicios, que son los que saben".
0 comentarios