Rechazo sindical a la fusión de áreas sanitarias
El mapa sanitario pasará de 8 a 4 áreas. Serán las de :
Oviedo-Cangas del Narcea.
Gijón-Arriondas.
Avilés-Jarrio.
y Langreo-Mieres.
Foto.- Sindicalistas de sanidad en una reunión con el SESPA (de archivo).
24.03.2014 - LAURA FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.
Primero fueron los alcaldes de Oriente y Occidente y ahora, los trabajadores de la sanidad. La fusión de áreas que proyecta el Principado y que consiste en pasar del actual mapa sanitario de ocho zonas a otro de cuatro, no gusta ni convence a los sindicatos. Los agentes sociales temen que la unificación de áreas conlleve la desaparición de servicios sanitarios y que ello traiga consigo un recorte de personal, además de abrir la puerta a una mayor movilidad geográfica.
Desde la aprobación de la Ley del Servicio de Salud del Principado (Sespa) en julio de 1992, Asturias se divide en ocho espacios geográficos sanitarios: Jarrio (I), Cangas del Narcea (II), Avilés (III), Oviedo (IV), Gijón (V), Arriondas (VI), Mieres (VII) y Langreo (VIII). La pretensión de la Consejería de Sanidad, tal y como ya avanzó en reiteradas ocasiones su titular Faustino Blanco, es modificar dicha distribución y dejar el mapa sanitario en solo cuatro zonas. Las áreas centrales de Oviedo, Gijón y Avilés seguirían siendo cabeceras de distrito y a las mismas se le fusionarían, respectivamente, Cangas del Narcea, Arriondas y Jarrio. Finalmente, las cuencas mineras, la del Caudal y la del Nalón, quedarían fusionadas en un área única. El Principado argumenta que en las dos últimas décadas la región ha asistido a importantes cambios demográficos y urbanísticos que hacen necesario avanzar hacia una nueva ordenación de las áreas sanitarias.
Hasta aquí, la teoría. En la práctica, según la visión de los principales sindicatos con representación en la sanidad pública, la fusión podría acarrear recortes y cambios de hondo calado laboral. Bajo el pretexto de la eficacia, la eficiencia y el aprovechamiento de recursos, las autoridades podrían verse tentadas a concentrar prestaciones en un hospital en detrimento de otro. Así lo considera el secretario general de la Federación de Sanidad de CC OO en Asturias, Gonzalo Gayol, para quien plantear un proyecto de unificación sanitaria «en estos momentos, es una irresponsabilidad política». Y lo es «porque aún no ha dado tiempo a evaluar cómo está funcionando el modelo de gerencia única» -la fusión entre Primaria y Especializada- «que en nuestra opinión está siendo un fiasco, ya que nada ha cambiado». Gayol denuncia que los sindicatos «desconocemos el plan de reordenación del mapa sanitario. Como con casi todas las cosas, nos enteramos de los proyectos de Sanidad a través de los medios de comunicación». Teme este líder sindical que pasar de ocho a cuatro áreas sanitarias «sea una excusa para intentar reducir personal y servicios», máxime en tiempos de penurias económicas. Sanidad «no va a tener prestaciones duplicadas y pretenderá concentrar la mayor parte de ellas en los hospitales más dimensionados, relegando a los comarcales a funciones secundarias».
Similar opinión muestran desde Sicepa-Usipa, cuyo máximo representante, Francisco Menéndez, también observa un riesgo de «tijeretazo» en las plantillas, además de en los servicios sanitarios. «No lo hacen por eficiencia sino por recortar gasto». Al igual que su homólogo de Comisiones Obreras, critica, por ineficaz, la gerencia única de Primaria y Especializada. «Solo ha sido una fusión formal», advierte. Sin embargo, no cree que ocurra lo mismo con la reordenación del mapa sanitario, donde Menéndez dice que se pretende implantar un modelo donde «el hospital grande se fagocite al pequeño y así se gastará menos».
Falta de información
Sobre este asunto, y acerca de la posibilidad de que el Principado quede dividido de la siguiente manera: Oviedo-Cangas del Narcea, Gijón-Arriondas, Avilés-Jarrio y Langreo-Mieres, tampoco lo ve muy claro UGT. Su portavoz en temas sanitarios Juan Vila, lo considera «algo prematuro» y pide «más tiempo y, sobre todo, más comunicación con los agentes sociales», a los que Sanidad aún no informó de sus pretensiones. Sin ser crítico con el proyecto, «ya que lo desconocemos», Vila considera que habría que «despejar qué implicaciones tendrá la fusión sobre la asistencia y sobre los trabajadores». Cierto es que «hay áreas, como Cangas del Narcea o Jarrio que podrán salir reforzadas, pero sería bueno analizar primeramente las implicaciones antes de ir más allá».
Conocer la articulación y sus implicaciones no solo es una demanda de UGT, CC OO y Sicepa-Usipa, también del Sindicato Médico (Simpa), que ve en la fusión de áreas la apertura hacia una mayor movilidad geográfica. En este sentido, el secretario general, Antonio Matador apunta a modo de ejemplo que un trabajador del área de Oviedo podría ser derivado a Cangas del Narcea una vez que ésta se anexione. De hecho, este sistema acaba de ser puesto en marcha por el Sespa la semana pasada a través del llamado 'trabajo en red'. Lo mismo ocurriría con personal de Gijón, al que podrían enviar a Arriondas, y el de Avilés, que podría acabar en la plantilla de Jarrio.
Pero hay más. Matador cree que la unificación de áreas rompe con el discurso de los últimos años de acercar los servicios sanitarios a la población. Habrá áreas sanitarias «que mantengan su condición de cabecera y de líder, pero otras que pasarán a ser una sucursal». La pretensión de Sanidad es aprobar la reordenación del mapa sanitario antes de que finalice esta legislatura. Faustino Blanco anunció el pasado 2 de febrero, en la Comisión de Sanidad de la Junta General, que el proyecto de ley será enviado al Parlamento a finales de año.
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