El Principado tiene que devolver al Estado al menos 400 millones a partir del año próximo
La Administración regional cuenta con cinco años de plazo para reintegrar los anticipos de la financiación autonómica, un dinero que recibió de más en 2008 y 2009, al inicio de la crisis
Comisión mixta Estado-Principado que discutió el nuevo sistema de financiación autonómica de Asturias.
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Una cantidad que equivale al 10 por ciento del Presupuesto o a casi la mitad de la inversión anual
La Nueva España. Oviedo, J. A. ARDURA
La devolución de los anticipos recibidos del Estado a cuenta de la financiación autonómica de 2008 y 2009 repercutirá en los Presupuestos regionales de los próximos cinco años. El Principado iniciará el próximo año la devolución, al menos, de unos cuatrocientos millones de euros correspondientes a la liquidación negativa de los dos peores años de la crisis, que se tradujeron en una caída de los ingresos fiscales como consecuencia del bajón de la actividad económica. Desde el Gobierno regional se sostiene que el pago de esa deuda, que se puede realizar en 60 meses, no pondrá en peligro la solvencia de la Administración autonómica.
El Principado, como el resto de gobiernos regionales, recibió de la Administración central en esos dos años un anticipo del Estado que ahora deberá corregir debido al desfase entre el dinero recibido como adelanto y los ingresos liquidados finalmente. La Administración regional tendrá que devolver esa cantidad en un plazo de cinco años con dos de carencia, según concretó el consejero de Economía, Jaime Rabanal, quien dejó entrever que aún se desconoce la cuantía definitiva.
No obstante, las estimaciones del Principado sitúan esa cifra en torno, al menos, a los 400 millones. La Administración regional ya confirmó a finales del año pasado que la cantidad a devolver por el ejercicio de 2008 pasa de los 180 millones de euros y el propio Consejero avanzó en una reciente comparecencia ante el Parlamento asturiano que la devolución de 2009 será todavía superior a la del año anterior, ya que en ese ejercicio la caída de ingresos resultó más brusca.
El Gobierno asturiano comenzará a pagar la primera parte de esa deuda, los 180 millones de 2008, en el próximo ejercicio, de tal forma que el abono de ese plazo supondrá un obstáculo más a la hora de cuadrar el presupuesto de 2011, en el que el nivel de ingresos, según las estimaciones que maneja la Administración regional, todavía no habrá repuntado a los niveles anteriores a la recesión. Por lo tanto, a los recortes que el Principado ya empezó a aplicar en los presupuestos de 2009 y 2010 se añadirá la dificultad de incluir la devolución del dinero recibido de más del Estado tres años atrás.
Rabanal señaló ante la Comisión de Economía del Parlamento asturiano que las previsiones de los expertos sostienen que este ejercicio marcará el inicio de la recuperación, especialmente a partir del segundo semestre. Todavía existe cierta incertidumbre y esas mismas previsiones coinciden en que la recuperación del empleo, el consumo y la inversión, tanto en España como en Asturias, será aún más lenta que la de la productividad. Este presupuesto, además, será el último de la presente legislatura pero todo apunta a que no será marcadamente «electoralista» como consecuencia de las estrecheces económicas.
Pese a reconocer la difícil situación económica, Rabanal sostiene que la asturiana es una Administración solvente porque en los últimos años ha cumplido los objetivos de estabilidad económica fijados desde el Ministerio de Economía, primero por Pedro Solbes y ahora por Elena Salgado. De hecho, el Principado fue la segunda autonomía que menos déficit registró en el cierre del presupuesto de 2008 y está entre las siete que cumplieron los objetivos de estabilidad fijados por el Consejo de Política Fiscal.
La situación de otras autonomías, como consecuencia de la devolución de esos anticipos, es peor. Por ejemplo, Extremadura tendrá que devolver 300 millones de euros por el desfase de 2008 y una cantidad superior correspondiente a 2009, mientras que la comunidad vecina de Galicia estima una devolución cercana a los 1.900 millones de euros por ambos ejercicios, que supondrán un lastre muy pesado para sus presupuestos futuros.
Esta devolución no tiene relación con el cambio de modelo de financiación de este año. El sistema de financiación tiene el siguiente mecanismo de reparto: el Gobierno realiza a principios de año una previsión de ingresos fiscales de las comunidades que les concede en forma de anticipos. Las autonomías pueden solicitar cantidades ligeramente por encima o debajo de esa previsión. Asturias, tras la caída de 2008, solicitó dos puntos por debajo de la estimación estatal al año siguiente para evitar que la devolución fuese aún mayor tras practicar la liquidación definitiva, que se realiza dos años después.
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