Alemania anuncia el mayor recorte de gasto desde 1945, y el Reino Unido ultima más ajustes
En Alemania 15.000 empleados públicos serán despedidos en tres años
Es la hora de los sacrificios dolorosos, afirman los liberal-conservadores alemanes
Cumbre del eurogrupo. Por la izquierda, el ministro luxemburgués de Finanzas, Luc Frieden; su homóloga francesa, Christine Lagarde; la ministra española de Economía, Elena Salgado; el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y sus homólogos belgas, Didier Rynders, e italiano, Giulio Tremonti, ayer, en Luxemburgo.
Cumbre del eurogrupo. Por la izquierda, el ministro luxemburgués de Finanzas, Luc Frieden; su homóloga francesa, Christine Lagarde; la ministra española de Economía, Elena Salgado; el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y sus homólogos belgas, Didier Rynders, e italiano, Giulio Tremonti, ayer, en Luxemburgo. efe
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Oviedo / Berlín / Londres. Agencias / J. C.
Los gobiernos liberal-conservadores de Alemania, la gran «locomotora» europea y guardián de la ortodoxia monetaria en el área del euro, y del Reino Unido, que dispone de su propia moneda (la libra), anunciaron ayer la aplicación de durísimos planes de recorte del gasto público para reequilibrar las cuentas estatales.
El Gobierno alemán, que pretende llevar a cabo el recorte más drástico desde la II Guerra Mundial (80.000 millones de ajuste entre 2010 y 2014), proclamó que el país ha vivido en los últimos años «por encima de sus posibilidades» y que ha llegado la hora de los sacrificios dolorosos. La canciller, Angela Merkel, anunció su voluntad de recortar el gasto público en 80.000 millones de euros hasta 2014, de los que 11.000 se ajustarán ya en 2011. Entre las principales medidas, el Ejecutivo germano ha adelantado que reducirá en 15.000 personas el Cuerpo de Funcionarios del Estado en cuatro años, lo que equivale a un recorte del 2,1% del total de trabajadores públicos de la Administración central de Alemania, y que estudiará mecanismos para reducir en 40.000 soldados los efectivos del Ejército. Además, se bajarán los salarios a los funcionarios el 2,5%.
El Ejecutivo de Berlín meterá también tijera en el gasto social: se eliminará la ayuda por hijo para quienes vivan del seguro de desempleo, así como el suplemento de Seguridad Social. También se eliminarán las ayudas de calefacción. Por el contrario, no se tocarán los presupuestos destinados a la educación y a la investigación.
El vicecanciller alemán y titular de Exteriores, Guido Westerwelle, pidió al pueblo alemán que «se apriete el cinturón». «Hemos vivido en los últimos años por encima de nuestras posibilidades».
Merkel pretende crear una tasa ecológica para el tráfico aéreo, un nuevo impuesto sobre las centrales nucleares a cambio de la moratoria de sus cierres y nuevas cargas fiscales para los bancos, con todo lo cual podría aumentar la recaudación en unos 2.000 millones de euros al año a partir de 2012.
El Ejecutivo germano también prevé la congelación de grandes obras públicas, pero no incluye entre las medidas adoptadas la congelación de las pensiones, que fue una de las más polémicas en España. Sin embargo, Merkel renuncia a su compromiso electoral de bajar impuestos. A diferencia de España, tampoco subirá el IVA, aunque esto ya lo había hecho años atrás, poco antes del estallido de la crisis.
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