Que la Reforma Laboral, ni reduce ni reducirá la dualidad del mercado laboral, ni dota ni dotará de mayor estabilidad al mercado laboral se lo vienen diciendo los sindicatos desde el principio
Zapatero admite que su reforma laboral no garantiza menos paro
El presidente reconoce que la mejora en el empleo «es tan débil que no asegura un cambio de tendencia»
19.11.10 - CÉSAR CALVAR | MADRID, en El Comercio.
La crisis también se ha llevado por delante el sempiterno optimismo del presidente. José Luis Rodríguez Zapatero admitió ayer que la reforma laboral que su Gobierno aprobó por decreto y el PSOE sacó adelante sin apoyos en el Parlamento no garantiza una progresiva reducción del paro. Tras desgranar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, primera desde que entró en vigor la reforma, el jefe del Ejecutivo expresó su «cautela» y «preocupación» porque «la mejora es aún tan débil que no asegura un cambio de tendencia» y «el número de desempleados sigue siendo inasumible».
El primer pleno monográfico sobre empleo evidenció el escepticismo del presidente sobre la efectividad a corto plazo de sus propias políticas. Y eso que Rodríguez Zapatero echó mano ante los diputados de la EPA de julio-septiembre -positiva por abarcar el verano y la actividad que genera-, que reflejó la creación de 70.800 empleos netos. Los partidos de la oposición prefirieron echarle en cara los datos publicados cinco días después por los Servicios Públicos de Empleo, que cifraron en 68.214 las personas que se quedaron en la calle en octubre.
El compareciente se aferró a los limitados efectos positivos de la reforma. En agosto, septiembre y octubre los contratos de fomento de la contratación indefinida crecieron a un promedio del 44% interanual, tras caer un 12% en enero-julio y más de un 57% en 2009. También aludió al aumento de las conversiones de temporales en contratos de fomento, que pasaron de suponer el 17% del total de indefinidos firmados cada mes antes de la reforma a casi el 30% en octubre. Asimismo, presumió de su «impulso» a los contratos en prácticas y de formación. En resumen, para el Gobierno la reforma laboral que impuso a empresarios y sindicatos y le costó una huelga general empieza a dar frutos, pero no será un revulsivo contra el paro, que podría volver a repuntar.
Para la oposición, con el PP a la cabeza, la nueva regulación no sirve. «Ni siquiera es capaz de frenar la destrucción de empleo, y mucho menos de crearlo», señaló Mariano Rajoy, que cree que la perspectiva que ahora ofrece el jefe del Gabinete es «un estancamiento económico».
«Sirvienta»
Por la derecha, CiU suscribió que la reforma se queda corta y propuso profundizarla. Los grupos de izquierda ERC, ICV y BNG exigieron a Zapatero que la rectifique, pero por excesiva, servil y atentatoria contra los derechos de los trabajadores. «En Europa manda quien manda y su Gobierno es una sirvienta disciplinada, con la cofia puesta para no pisar ningún callo», le espetó el republicano Joan Ridao.
El presidente expuso a la Cámara los efectos devastadores de la crisis. En casi tres años de turbulencias ha destruido dos millones de puestos de trabajo y el paro ha aumentado doce puntos, desde el 8% -mínimo en la historia de la democracia- logrado en 2007 hasta casi el 20%. Zapatero atribuyó ese desastre a dos circunstancias. Por un lado, la evolución de la población activa, que en España aumentó en 800.000 personas en el período, frente a su reducción en países como Alemania. Por otra parte, al «ajuste brusco de la construcción», sector al que estaban adscritos el 56% de los empleos destruidos. «De no haberse producido estos dos factores diferenciales en España, la tasa de paro sería sólo 2 puntos superior al promedio europeo del 12%», señaló antes de acusar al PP de alentar la burbuja inmobiliaria en sus años de gobierno.
Tras afirmar que la clave ahora está en el crecimiento, dulcificó los últimos datos del PIB y señaló que la economía «se ha mantenido estable en el tercer trimestre», cuando su crecimiento fue nulo (0,0%). «Se trata de una recuperación lenta pero sostenida». «El Gobierno estima que continuará en el cuarto trimestre y debería acelerarse en 2011 con un crecimiento del PIB del 1,3%», explicó sin mencionar que el programa de estabilidad prevé una caída interanual de actividad del 0,3% para este año.
Ahora las prioridades del Ejecutivo son la austeridad para reducir el déficit y las reformas estructurales, entre ellas la de pensiones y la de políticas activas de empleo. Para asegurar su cumplimiento, serán incluidas en un Plan de Acción para los próximos quince meses que el Consejo de Ministros aprobará hoy.
Las medidas propuestas por el Gobierno no crean empleo
Las medidas propuestas por Presidente del Gobierno en su comparecencia de hoy (por ayer), ni son nuevas ni van en la dirección adecuada para salir de la crisis con fortaleza y rapidez. CCOO recuerda a Zapatero que recuperar el Diálogo Social no es negociar los reglamentos y el diálogo social no se reanudará si el Gobierno persiste en mantener y ampliar la perdida de derechos de los trabajadores y trabajadoras y de la ciudadanía.
CCOO insiste en que la Reforma Laboral, ni reduce ni reducirá la dualidad del mercado laboral, ni dota ni dotará de mayor estabilidad al mercado laboral y lo que si hace es dar mayor poder empresarial a través de los descuelgues salariales y mediante la adopción de decisiones unilaterales empresariales. Es una reforma lesiva que reduce los derechos de los trabajadores y trabajadoras, abarata el despido y lo facilita y, no es prematuro valorar sus resultados, como ha señalado Zapatero, porque se está aplicando desde el mes de junio y en este periodo ha crecido la temporalidad y se ha destruido empleo fijo y a tiempo completo.
CCOO mantiene que hay que hacer una profunda revisión de las políticas activas de empleo (PAE), pero bajo tres premisas básicas, un buen diagnostico de las mismas con una evaluación de impacto; una dotación presupuestaria suficiente y una muy necesaria coordinación con las Comunidades Autónomas que tienen capacidad ejecutiva de los programas, aunque las competencias legislativas plenas están en el Gobierno Central.
Premisas que no se dan en este momento porque carecemos de evaluaciones de impacto, solo disponemos de la memoria de actividades por lo que desconocemos que programas contribuyen a una mayor empleabilidad de los que acceden a los muy diversos programas existentes. La dotación presupuestaria es insuficiente porque de los 7.400 millones de euros destinados a las mismas más de un tercio se destinan a bonificaciones a los empresarios y sus resultados en el empleo son muy escasos, por lo que para CCOO es absolutamente imprescindible dotar de mayores recursos a los Servicios Públicos de Empleo, reforzando su papel. El presupuesto del Servicio Público de empleo Estatal en esta materia es de 65 euros por desempleado.
En cuanto a la mayor relación entre las Políticas Activas de empleo y las políticas pasivas (prestaciones por desempleo) CCOO considera que éstas solo se pueden establecer si se aportan recursos a la formación profesional en sus diferentes subsistemas, y la formación sirve para dotar de competencias profesionales para acceder a unos puestos de trabajo que lamentablemente no existen. Hay que seguir reforzando la Protección Social a las personas en desempleo como eje central de las actuaciones del Gobierno, mantener y reforzar el PRODI, ampliarlo a otros colectivos como los perceptores de rentas y subsidios agrarios. Para vincular las PAE y las prestaciones por desempleo es responsabilidad del Gobierno dotar de recursos suficientes tanto en formación como en los diferentes programas y dejar de culpabilizar a los desempleados por no acceder a estos programa.
Las medidas anunciadas sobre la Ley de economía Sostenible, Plan industrial, Ley de Ciencia, etc., no son nada nuevo, son medidas que ya están en trámite o comprometidas y además no aclara que partidas se van a mover para dotarlas presupuestariamente, dado el techo de gasto aprobado y los PGE. Se sigue ahondando en la falta de concreción y la ausencia de calendario para la implantación de las mismas.
Por último CCOO pide al Gobierno que se abstenga de marcar plazos a los interlocutores sociales para la negociación de la reforma de la Negociación Colectiva, que lo único que consiguen es desincentivar la negociación, salvo que el objetivo del Gobierno sea precisamente este, y poder así volver a legislar de forma desequilibrada a favor de los empresarios, y le recuerda que el conflicto sigue abierto hasta que no retire la ampliación de la edad de jubilación, la congelación de las pensiones, se recupere el acuerdo de los empleados públicos y se revierta la reforma laboral. Y para ello los días 15 y 18 de diciembre dan continuidad a las movilizaciones sindicales.
Zapatero admite que su reforma laboral no garantiza menos paro
El presidente reconoce que la mejora en el empleo «es tan débil que no asegura un cambio de tendencia»
19.11.10 - CÉSAR CALVAR | MADRID, en El Comercio.
La crisis también se ha llevado por delante el sempiterno optimismo del presidente. José Luis Rodríguez Zapatero admitió ayer que la reforma laboral que su Gobierno aprobó por decreto y el PSOE sacó adelante sin apoyos en el Parlamento no garantiza una progresiva reducción del paro. Tras desgranar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, primera desde que entró en vigor la reforma, el jefe del Ejecutivo expresó su «cautela» y «preocupación» porque «la mejora es aún tan débil que no asegura un cambio de tendencia» y «el número de desempleados sigue siendo inasumible».
El primer pleno monográfico sobre empleo evidenció el escepticismo del presidente sobre la efectividad a corto plazo de sus propias políticas. Y eso que Rodríguez Zapatero echó mano ante los diputados de la EPA de julio-septiembre -positiva por abarcar el verano y la actividad que genera-, que reflejó la creación de 70.800 empleos netos. Los partidos de la oposición prefirieron echarle en cara los datos publicados cinco días después por los Servicios Públicos de Empleo, que cifraron en 68.214 las personas que se quedaron en la calle en octubre.
El compareciente se aferró a los limitados efectos positivos de la reforma. En agosto, septiembre y octubre los contratos de fomento de la contratación indefinida crecieron a un promedio del 44% interanual, tras caer un 12% en enero-julio y más de un 57% en 2009. También aludió al aumento de las conversiones de temporales en contratos de fomento, que pasaron de suponer el 17% del total de indefinidos firmados cada mes antes de la reforma a casi el 30% en octubre. Asimismo, presumió de su «impulso» a los contratos en prácticas y de formación. En resumen, para el Gobierno la reforma laboral que impuso a empresarios y sindicatos y le costó una huelga general empieza a dar frutos, pero no será un revulsivo contra el paro, que podría volver a repuntar.
Para la oposición, con el PP a la cabeza, la nueva regulación no sirve. «Ni siquiera es capaz de frenar la destrucción de empleo, y mucho menos de crearlo», señaló Mariano Rajoy, que cree que la perspectiva que ahora ofrece el jefe del Gabinete es «un estancamiento económico».
«Sirvienta»
Por la derecha, CiU suscribió que la reforma se queda corta y propuso profundizarla. Los grupos de izquierda ERC, ICV y BNG exigieron a Zapatero que la rectifique, pero por excesiva, servil y atentatoria contra los derechos de los trabajadores. «En Europa manda quien manda y su Gobierno es una sirvienta disciplinada, con la cofia puesta para no pisar ningún callo», le espetó el republicano Joan Ridao.
El presidente expuso a la Cámara los efectos devastadores de la crisis. En casi tres años de turbulencias ha destruido dos millones de puestos de trabajo y el paro ha aumentado doce puntos, desde el 8% -mínimo en la historia de la democracia- logrado en 2007 hasta casi el 20%. Zapatero atribuyó ese desastre a dos circunstancias. Por un lado, la evolución de la población activa, que en España aumentó en 800.000 personas en el período, frente a su reducción en países como Alemania. Por otra parte, al «ajuste brusco de la construcción», sector al que estaban adscritos el 56% de los empleos destruidos. «De no haberse producido estos dos factores diferenciales en España, la tasa de paro sería sólo 2 puntos superior al promedio europeo del 12%», señaló antes de acusar al PP de alentar la burbuja inmobiliaria en sus años de gobierno.
Tras afirmar que la clave ahora está en el crecimiento, dulcificó los últimos datos del PIB y señaló que la economía «se ha mantenido estable en el tercer trimestre», cuando su crecimiento fue nulo (0,0%). «Se trata de una recuperación lenta pero sostenida». «El Gobierno estima que continuará en el cuarto trimestre y debería acelerarse en 2011 con un crecimiento del PIB del 1,3%», explicó sin mencionar que el programa de estabilidad prevé una caída interanual de actividad del 0,3% para este año.
Ahora las prioridades del Ejecutivo son la austeridad para reducir el déficit y las reformas estructurales, entre ellas la de pensiones y la de políticas activas de empleo. Para asegurar su cumplimiento, serán incluidas en un Plan de Acción para los próximos quince meses que el Consejo de Ministros aprobará hoy.
Las medidas propuestas por el Gobierno no crean empleo
Las medidas propuestas por Presidente del Gobierno en su comparecencia de hoy (por ayer), ni son nuevas ni van en la dirección adecuada para salir de la crisis con fortaleza y rapidez. CCOO recuerda a Zapatero que recuperar el Diálogo Social no es negociar los reglamentos y el diálogo social no se reanudará si el Gobierno persiste en mantener y ampliar la perdida de derechos de los trabajadores y trabajadoras y de la ciudadanía.
CCOO insiste en que la Reforma Laboral, ni reduce ni reducirá la dualidad del mercado laboral, ni dota ni dotará de mayor estabilidad al mercado laboral y lo que si hace es dar mayor poder empresarial a través de los descuelgues salariales y mediante la adopción de decisiones unilaterales empresariales. Es una reforma lesiva que reduce los derechos de los trabajadores y trabajadoras, abarata el despido y lo facilita y, no es prematuro valorar sus resultados, como ha señalado Zapatero, porque se está aplicando desde el mes de junio y en este periodo ha crecido la temporalidad y se ha destruido empleo fijo y a tiempo completo.
CCOO mantiene que hay que hacer una profunda revisión de las políticas activas de empleo (PAE), pero bajo tres premisas básicas, un buen diagnostico de las mismas con una evaluación de impacto; una dotación presupuestaria suficiente y una muy necesaria coordinación con las Comunidades Autónomas que tienen capacidad ejecutiva de los programas, aunque las competencias legislativas plenas están en el Gobierno Central.
Premisas que no se dan en este momento porque carecemos de evaluaciones de impacto, solo disponemos de la memoria de actividades por lo que desconocemos que programas contribuyen a una mayor empleabilidad de los que acceden a los muy diversos programas existentes. La dotación presupuestaria es insuficiente porque de los 7.400 millones de euros destinados a las mismas más de un tercio se destinan a bonificaciones a los empresarios y sus resultados en el empleo son muy escasos, por lo que para CCOO es absolutamente imprescindible dotar de mayores recursos a los Servicios Públicos de Empleo, reforzando su papel. El presupuesto del Servicio Público de empleo Estatal en esta materia es de 65 euros por desempleado.
En cuanto a la mayor relación entre las Políticas Activas de empleo y las políticas pasivas (prestaciones por desempleo) CCOO considera que éstas solo se pueden establecer si se aportan recursos a la formación profesional en sus diferentes subsistemas, y la formación sirve para dotar de competencias profesionales para acceder a unos puestos de trabajo que lamentablemente no existen. Hay que seguir reforzando la Protección Social a las personas en desempleo como eje central de las actuaciones del Gobierno, mantener y reforzar el PRODI, ampliarlo a otros colectivos como los perceptores de rentas y subsidios agrarios. Para vincular las PAE y las prestaciones por desempleo es responsabilidad del Gobierno dotar de recursos suficientes tanto en formación como en los diferentes programas y dejar de culpabilizar a los desempleados por no acceder a estos programa.
Las medidas anunciadas sobre la Ley de economía Sostenible, Plan industrial, Ley de Ciencia, etc., no son nada nuevo, son medidas que ya están en trámite o comprometidas y además no aclara que partidas se van a mover para dotarlas presupuestariamente, dado el techo de gasto aprobado y los PGE. Se sigue ahondando en la falta de concreción y la ausencia de calendario para la implantación de las mismas.
Por último CCOO pide al Gobierno que se abstenga de marcar plazos a los interlocutores sociales para la negociación de la reforma de la Negociación Colectiva, que lo único que consiguen es desincentivar la negociación, salvo que el objetivo del Gobierno sea precisamente este, y poder así volver a legislar de forma desequilibrada a favor de los empresarios, y le recuerda que el conflicto sigue abierto hasta que no retire la ampliación de la edad de jubilación, la congelación de las pensiones, se recupere el acuerdo de los empleados públicos y se revierta la reforma laboral. Y para ello los días 15 y 18 de diciembre dan continuidad a las movilizaciones sindicales.
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