Músicos de cabecera

Alumnos del conservatorio y The Academy ofrecen un concierto en el Hospital San Agustín

22.11.10 - 02:29 -

JOSÉ L. GONZÁLEZ | AVILÉS.

Para los integrantes de The Academy, el grupo de músicos que forman parte del proyecto de promoción de nuevos valores del Carnegie Hall de Nueva York, no era una experiencia nueva. Pero, para los alumnos del Conservatorio Julián Orbón, para el personal médico del Hospital San Agustín y para los pacientes y sus familiares, fue toda una sorpresa contar con un concierto de música clásica en el vestíbulo del centro médico.

Invitados por el Centro Niemeyer, los integrantes de The Academy repitieron ayer en Avilés una actividad que para ellos se ha convertido en habitual. No en vano, esta institución tiene como costumbre «devolver» el esfuerzo que se realiza con ellos en forma de conciertos para la comunidad, que lo mismo pueden tener un geriátrico como escenario, que el interior de una biblioteca. De hecho, parecían sentirse cómodos antes del inicio, a pesar de que entre el público hubiera niños en bata y profesionales médicos con ropa de faena.

En esta ocasión, no estaban solos. Un grupo de alumnos del Conservatorio Municipal Julián Orbón de Avilés compartió escenario con ellos, después de haber pasado toda la semana ensayando las piezas bajo las recomendaciones de los músicos norteamericanos.

Y tuvieron éxito. Observados por sus familiares, aplaudidos por todos, seguidos de cerca por el director del Conservatorio, José María Martínez, los jóvenes músicos dejaron a un lado los nervios para brindar una actuación que cosechó sonoros aplausos. Ovaciones que sorprendían a aquellas personas que acudían al centro sin saber lo que se iban a encontrar. Uno de sus mejores espectadores fue Owen Dalby, el violinista de The Academy que trató en todo momento de arropar con sus ánimos a los jóvenes músicos avilesinos.

Para el final quedaba la actuación de los intérpretes norteamericanos. Con una selección de obras de Prokofiev, los cinco músicos se llevaron la admiración de todos los presentes. Lo curioso es que el vestíbulo del hospital cuenta con varios carteles que piden silencio, una curiosidad que desmontó el director del centro hospitalario. «Este ha sido un concierto que casa con la política de la armonía», señaló, Alfonso Flórez.