Vigil advierte de que el actual sistema de salud sólo es viable si suben los impuestos
«No podemos mantener 17 modelos sanitarios aislados, compitiendo entre sí y sin coordinación», según el ex presidente del Principado
Oviedo,
Elena FERNÁNDEZ-PELLO
No hay alternativa. «Si queremos mantener el sistema sanitario tendremos que asumir una mayor presión fiscal; eso o que el Gobierno deje caer el sistema». Ése es el pronóstico que Juan Luis Rodríguez-Vigil, ex presidente del Principado y abogado, lanzó ayer, durante la presentación del volumen que recopila las ponencias del foro de debate sobre la sanidad pública en Asturias. En ese mismo acto, Vigil cuestionó la eficacia de la gestión clínica por la que ha apostado el Servicio de Salud asturiano (Sespa) y criticó el aislamiento de los sistema sanitarios autonómicos.
Rodríguez-Vigil ha coordinado, junto a Martín Caicoya, médico y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, los debates sobre planificación y gestión de servicios sanitarios organizados por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), en colaboración con Cajastur. Ésta ha sido su segunda edición, compendiada en el libro presentado ayer y que en breve estará disponible para su consulta en internet.
Si algo ha sacado en claro el ex presidente asturiano después de tanta reflexión es que una sanidad de calidad, como la que existe actualmente en España, es costosa y para mantenerla no hay más opción que aumentar la recaudación de impuestos. «Las condiciones financieras aún pueden ser peores y el sistema sanitario está muy ligado a la economía», avisó e hizo ver que la coyuntura actual «exige reformas importantísimas que la sociedad, los pacientes y los médicos tienen que asumir».
Rodríguez-Vigil no quiso manifestarse sobre el copago de los servicios sanitarios, porque, según puntualizó, ésa es una cuestión que escapa a las competencias autonómicas. Respecto al recorte en el presupuesto de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, con 120 millones menos para el año que viene, fue escueto. «El dinero es el que es, llorar no sirve de nada», zanjó.
Caicoya apuntó a las «muchas oportunidades de mejora» del sistema sanitario español y abogó por una mejor gestión. «Siempre se puede gestionar mejor», opinó, agregando a continuación que «hay que conseguir la excelencia clínica y la organización debe incentivarla». Él se manifestó más abiertamente y hasta con optimismo sobre las consecuencias de los ajustes presupuestarios. «Se puede hacer lo mismo con menos dinero», en su opinión.
Sobre la convivencia de varios modelos sanitarios, tantos como autonomías, Vigil también manifestó sus reservas. «No podemos mantener diecisiete sistemas aislados, compitiendo entre sí, sin coordinación ni posibilidad de comparar experiencias». «El proceso de transferencias no se acompañó de medidas para la coordinación de sistemas», se quejó. El Consejo Interterritorial, en el que están representadas todas las autonomías, no es operativo y ni siquiera el acuerdo para la puesta en marcha de una central de compras estatal ha podido cumplirse, hizo ver.
También se refirió a la gestión clínica, un modelo que el Sespa toma del Hospital Clínico de Barcelona, explicó. Él tiene ciertas prevenciones sobre su eficacia en Asturias porque «requiere cambios estructurales muy serios, de conjunto», que afectan al ámbito laboral y económico, y exige aplicar «la lógica de la responsabilidad» personal. En Barcelona ha dado resultado pero, duda, «no sé si el modelo burocrático que tenemos nosotros puede hacer que caiga en picado».
De cualquier modo, según Rodríguez-Vigil, éste es el momento de «afrontar los temas organizativos básicos». El abogado enunció los que a su juicio son los grandes enemigos de una sanidad eficiente. El primero la burocracia y tras ella los «criterios conservadores» y «mirar hacia atrás».
En lo que más hincapié hizo fue en «la importancia de desterrar el politiquerío» y llamó a «desconfiar de los demagogos» y de quienes defienden fervientemente posturas «de partido». Alertó también sobre las opiniones inexpertas en el ámbito de la sanidad y apostó por mantener el debate en la diversidad ideológica.
En el segundo ciclo de conferencias del foro de debate sobre el futuro de la sanidad pública asturiana participaron catorce expertos de todo el país. Entre ellos estuvieron José Repullo, jefe del departamento de Planificación de la Escuela Nacional de Sanidad; Enrique González, ex viceconsejero de Sanidad de la Junta de Andalucía; Rosana Sabater, jefa de servicio de la Consejería de Sanidad de Valencia, y Raimundo Belenes, consejero delegado del Hospital Clínico de Barcelona.
Los coordinadores del foro, Caicoya y Rodríguez-Vigil, barajan la posibilidad de organizar una tercera edición. «Material hay», comentó el último, aunque aún no han tomado una decisión sobre su continuidad.
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