El Hospital Central logra curar úlceras de la piel con células madre por vez primera en España
El ensayo del centro ovetense, realizado con 22 pacientes parapléjicos que sufrían fístulas graves de las que algunos se habían operado, se salda con la curación de 19
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha logrado curar úlceras por presión a 19 de los 22 pacientes parapléjicos incluidos en un ensayo clínico con células madre de médula ósea. La investigación acaba de ser publicada en la revista «The Journal of Spinal Cord Medicine». Según sus autores, se trata del primer tratamiento con células madre diseñado en España -y uno de los primeros en el mundo- que resulta eficaz para las típicas fístulas (o «llagas») que frecuentemente sufren las personas encamadas y con movilidad reducida y que fácilmente llegan a convertirse en un problema de difícil solución.
El ensayo ha sido llevado a cabo por la unidad de coordinación de trasplantes y terapia celular del HUCA. Los primeros firmantes del artículo son Julián González Sarasúa, jefe del servicio de cirugía plástica -que se jubila estos mismos días-, y Silvia Pérez López, bióloga de la citada unidad. Los restantes firmantes del artículo son Jesús Otero -director de la unidad de trasplantes y terapia celular-; Dolores Escudero, coordinadora de trasplantes del HUCA; los biólogos María Álvarez Viejo, Marcos Pérez y Yolanda Menéndez; los hematólogos Ángeles Fernández y José García Gala; la bioquímica Amaia Ferrero, y el cirujano plástico Ángel Pérez Arias.
«Se estima que al menos un 85 por ciento de los enfermos parapléjicos desarrolla úlceras por presión en algún momento de su vida», explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA Silvia Pérez, quien agregó que lesiones de este tipo son difíciles de tratar con terapia convencional, por lo que «suelen convertirse en un problema crónico y altamente recurrente».
El equipo del Hospital Central de Asturias comenzó su trabajo analizando investigaciones similares de otros grupos que habían cosechado resultados positivos con células madre de médula ósea aplicadas a heridas crónicas. Ninguna de ellas había sido llevada a cabo en España. El ensayo -financiado por la Ficyt- se centró en pacientes parapléjicos. En concreto, en 22 pacientes (19 hombres y 3 mujeres), con una edad media de 56 años que presentaban úlceras por presión graves y de más de cuatro meses de duración. Tenían en común que no habían respondido al tratamiento tópico. Trece de ellos se habían sometido previamente a una intervención quirúrgica sin resultados positivos.
Silvia Pérez explica cómo se desarrollaron los procesos. Los pacientes seleccionados fueron sometidos a una punción de la cresta ilíaca para obtener las células mononucleares mediante gradiente de densidad. Transcurridas tres horas desde la extracción, y una vez procesada y purificada la fracción celular deseada, este producto se inoculó a los enfermos en el quirófano, donde poco antes de la llegada de las células se les había realizado una mínima intervención quirúrgica consistente en una limpieza y desbridamiento de la herida utilizando suero salino. A continuación, los márgenes de la herida fueron unidos, mediante sutura, creando así un espacio en el que se inoculó la suspensión celular.
El equipo multidisciplinar del HUCA ha concluido que la terapia celular diseñada en el ensayo constituye una opción muy válida para el tratamiento de úlceras por presión de tipo IV, las más graves, aquéllas en las que se observa necrosis de los músculos, huesos, uniones y tejidos circundantes.
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) puso en marcha hace unos años tres ensayos clínicos basados en el empleo de células madre. Uno de ellos consistía en el uso de islotes del páncreas para enfermos de diabetes. Empezó dando buenos resultados, pero la conclusión final no fue satisfactoria. El otro se centra en la aplicación de células madre a corazones infartados; los resultados no han sido publicados aún.
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