«Los aspectos de alojamiento son el talón de Aquiles de los hospitales»
Foto: Sergio Gallego en su despacho de la Consejería de Sanidad. :: MARIO ROJAS
El Comercio. 01.02.12 - 02:42 - LAURA FONSECA | OVIEDO.
«En Sanidad no nos damos cuenta de que trabajamos con material sensible y muchas veces atentamos contra de la intimidad del enfermo»
Sergio Gallego Presidente de la Comisión Asesora de Bioética del Principado de Asturias
«Por ley, a partir de los 16 años los padres no pueden acceder a los datos clínicos de su hijo, salvo que exista grave riesgo de salud»
Acaba de ser designado presidente de la Comisión Asesora de Bioética del Principado de Asturias (la CaBéPa), un órgano adscrito a la Consejería de Sanidad que aunque nació en 1997 de la mano del desaparecido Antonio Cueto (de aquella consejero de Servicios Sociales), no fue hasta febrero de 2011 que se reactivó. La comisión, rememora Sergio Gallego, su nuevo responsable, se creó originariamente coincidiendo con la firma del Convenio de Bioética de Oviedo promovido por la Sibi. Este facultativo, inspector, exdirector provincial del Insalud, responsable del Registro de Instrucciones Previas del Principado y coordinador del servicio de Régimen Patrimonial y Disciplinario de la Consejería de Sanidad, acaba de coger las riendas de una comisión que busca aportar un poco de luz en asuntos que relacionados con la dignidad y los derechos humanos del enfermo. Está formada por cinco sanitarios, tres juristas, un filósofo y miembros de los comités de ética de cada área sanitaria, además del HUCA.
-¿Qué funciones tiene la Comisión Asesora de Bioética del Principado?
-Será una entidad que asesorará e informará sobre asuntos de bioética que se den en el ámbito sanitario.
-¿Quién podrá consultar?
-En principio, la idea es redactar informes sobre temas que puedan ser espinosos o dudosos y también tenemos la intención de crear una plataforma ’on line’ de consulta destinada a profesionales.
-¿Sus informes serán vinculantes?
-No. La comisión es un órgano colegiado, independiente y sólo de carácter consultivo.
-Un tema controvertido es de las historias clínicas. ¿Tiene el paciente derecho a tener una copia?
-Si, y además eso está muy bien regulado en la Ley de Autonomía del Paciente y también en unas instrucciones del Servicio de Salud del Principado. El enfermo tiene derecho a la obtención de una copia de su historia clínica con dos únicas excepciones, que son aquellos datos que puedan afectar a terceras personas y los que se consideren anotaciones subjetivas de los profesionales.
-¿Y además del paciente, quién más puede acceder a la historia clínica?
-Sólo el propio interesado y los padres, tutores o representantes en el caso de menores o personas incapacitadas. A partir de los 16 años los padres no pueden o no podrían acceder a los datos clínicos del hijo, salvo que haya un grave riesgo de salud.
-¿Son los hospitales y centros de salud espacios donde no se respeta la intimidad del paciente?
-¡Huy, ahí nos queda mucho por hacer! En Sanidad no nos damos cuenta de que trabajamos con material sensible y muchas veces, sin querer, atentamos con la intimidad. Pero no sólo la intimidad en su concepto global, también la corporal.
Visitas en las habitaciones
-¿Se refiere a ese horrible camisón abierto por la espalda, por ejemplo?
-Entre otras muchas cosas. También al elevado número de personas que en un momento dado hay en las habitaciones o que el médico informe de lo que le ocurre al paciente delante de personas ajenas al enfermo.
-¿No se puede regular lo de las visitas? En ocasiones, las habitaciones hospitalarias parecen romerías.
-Es un tema complicado de resolver, porque cuando tienes habitaciones de dos y tres camas es difícil regular lo de las visitas. Está claro que el apartado hostelero, aquellos aspectos relacionados con la estancia en las habitaciones, son el talón de Aquiles, el ’handicap’, de los hospitales.
-En cuanto al aborto, ¿qué postura tiene la Comisión de Bioética?
-No nos llegó ninguna consulta de ese tema. Los únicos problemas que nos podrían plantear son los referidos a la objeción de conciencia y eso está muy claro en la nueva ley, que dice que sólo puedes acogerte a esa cláusula si «participas de actos directos» de la interrupción del embarzo.
-Y en lo personal ¿qué le parece la propuesta de modificar la nueva ley del aborto para incluir lo del consentimiento paterno?
-Es una regulación extraña. La ley 41/2002 recoge que los mayores de 16 años ya pueden tomar decisiones y por debajo de esad edad, entre los 14 y los 16, la decisión va vinculada a su grado de madurez. La legislación actual señala que sólo se debe informar a los padres y escuchar su opinión cuando exista grave riesgo para la salud del menor. Pero resulta que la ley del aborto da una la vuelta a ese concepto y dice que se informará a los padres siempre y cuando eso no suponga un grave riesgo para el interesado. Es todo lo contrario a la doctrina vigente.
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