Trabajo asume que la negociación sobre los convenios camina hacia el fracaso
El Gobierno prepara su propia reforma ante la presumible ruptura entre patronal y sindicatos - Vigón: «La CEOE no puede ser cómplice de un paripé»
Foto: Valeriano Gómez, en una foto tomada el pasado marzo en Gijón. juan plaza
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La Nueva España. Oviedo / Madrid, Agencias / L. G.
La reforma de la negociación colectiva, a la que el Gobierno español da la máxima importancia para reanimar el mercado de trabajo y mejorar la posición financiera de España, va camino de ser decidida mediante decreto por el propio Ejecutivo, ante el presumible fracaso de las conversaciones entre patronal y sindicatos. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, asumió ayer que el diálogo puede estar a un paso de fracasar.
«La CEOE ha endurecido su postura; es una mala noticia que puede estar anunciando el fracaso final en la negociación», señaló Valeriano Gómez, alinéandose con la versión sindical de lo ocurrido el pasado lunes: que, cuando el acuerdo estaba ya muy cerca, la patronal española extremó sus posiciones y presentó un documento «inasumible» que dinamitó el diálogo. Ese documento plantea cambios de hondo alcance en los convenios colectivos. Se reclama mayor flexibilidad para que los empresarios puedan modificar las condiciones de trabajo y que los convenios de empresa caduquen cuando, pasado un plazo, las negociaciones de los nuevos se enquistan.
La negociación ha dado un giro de 180 grados que los sindicatos achacan a las presiones del «ala dura» de la CEOE sobre Juan Rosell. En sentido contrario, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, afirmó ayer que «las posiciones de la patronal no se han endurecido» y que los sindicatos tienen en su poder el documento de la discordia desde hace dos meses.
Vigón ve «prácticamente imposible» que se llegue a un acuerdo e insta al Gobierno a «tomar la iniciativa» y abordar una reforma «en serio» del modelo español de negociación colectiva. «O la hacemos, o nos la van a imponer a la fuerza como a Portugal», aseguró también García Vigón.
El líder empresarial asturiano formó parte de la amplia mayoría de dirigentes de la CEOE que la pasada semana emplazaron a Rosell a buscar un acuerdo más exigente con los sindicatos. Vigón niega que esa posición guarde relación con el reciente triunfo del PP en los comicios autonómicos y municipales en España. «La reforma no admite más esperas y debe estar a la altura del problema: cinco millones de parados», respondió, en conversación con este diario, el presidente de FADE. Lo que estaba sobre la mesa antes de este lunes no servía: «La CEOE no puede ser cómplice de un paripé», añadió Vigón sobre un texto que, como aseguraron los sindicatos, Rosell llegó a compartir en la mesa de negociación.
Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, su homólogo de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y el presidente de la CEOE se volverán a reunir hoy en uno de los últimos intentos para reconducir las conversaciones. «Vamos a ir a hablar sobre temas en los que estamos en desacuerdo, los que nos separan, y de cómo se desarrolle la reunión dependerán nuevos encuentros», explicaron a «Europa Press» fuentes de la negociación.
Después de intercambiar propuestas durante más de tres meses y superar en al menos dos ocasiones los plazos otorgados por el Gobierno, los sindicatos y los empresarios parecen estar más separados que nunca. «Esto pinta mal», ha comentado el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer. Del lado de la patronal, las fuentes consultadas dieron a entender que las posibilidades de reconducir la negociación durante el encuentro de hoy son mínimas.
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