Un vecino recrimina al Hospital que no pudiera volver a casa en ambulancia tras una lesión

     

Hilda Sánchez y José Antonio Sánchez Vigil, en su casa en Puerto Llampero.  mara villamuza

José Antonio Sánchez Vigil padece una discapacidad física y necesita de su silla de ruedas para desplazarse. Hace unos días sufrió una rotura de fibras en su brazo izquierdo tras una caída. Una ambulancia le desplazó entonces al hospital San Agustín, pero cuál fue su sorpresa cuando una vez examinado el alcance de su lesión, le dijeron, según asegura, que no podía volver en ambulancia. «Me dijo el médico que no había ambulancia para traerme a casa, y eso que había cuatro aparcadas junto al hospital», apuntó Sánchez Vigil, que ahora descansa en su casa de Puerto Llampero, núcleo ubicado en la parroquia de Podes. «No entiendo que no me trajeran a casa, antes podía manejarme solo con dos brazos, pero con la lesión, sólo tengo uno operativo», añadió. José Antonio Sánchez recriminó además a la dirección del hospital que se sintió discriminado al ver que, a su juicio, le estaban tratando como si estuviera bebido. Para subirse a un vehículo, José Antonio Sánchez Vigil necesita de ayuda y máxime cuando uno de sus dos brazos está lesionado ya que a este discapacitado físico le faltan ambas piernas, informa Illán GARCÍA.