Cascos anuncia nueve planes de choque, uno por consejería, para relanzar Asturias
El plan de empleo y el diálogo social, la política de austeridad y los presupuestos, primeras piedras de toque del Gobierno
El Comercio. 18.07.11 -A. SUÁREZ | OVIEDO.
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Agosto suele ser el mes vacacional por excelencia, el reservado para, tras un largo año de trabajo, cargar las pilas y prepararse para el curso que empieza. También es así para los políticos, con la actividad parlamentaria aparcada hasta el otoño y el Gobierno funcionando bajo mínimos. Pero el agosto de 2011 será diferente. Hay un nuevo Ejecutivo, sus consejeros toman posesión hoy de sus cargos y el recién investido presidente, Francisco Álvarez-Cascos, ya les ha trasladado un mensaje claro, algo así como «aquí no hay verano». El propio Cascos anunció ayer su voluntad de exprimir al máximo los primeros cien días de actividad, esos que la oposición suele dar a todo gobierno para que demuestre su valía antes de hincar el colmillo a su gestión, y avanzó una actuación «rápida y en todos los frentes» desde el primer minuto. Comprometió, en concreto, nueve planes de choque, uno por consejería, con el objetivo de activar las medidas «que comiencen a poner en funcionamiento la nueva tendencia que requiere el resurgimiento de Asturias».
Será, pues, un agosto de intensa actividad para los nuevos gestores de la Administración asturiana. Con la crisis todavía latente y el pulso de la recuperación aún muy débil, Cascos quiere transmitir un mensaje de actividad, de premura, de intensa gestión. Y quiere hacerlo en todos los ámbitos, sabedor, eso sí, de que hay cosas que priorizar y medidas más urgentes a ejecutar. Pero el mensaje es claro: se actuará en todos los frentes, desde el ámbito económico al social, pasando por el cultural o por la política de cohesión territorial. «Espero que en los primeros cien días se pueda avanzar muy rápidamente con medidas de choque en todos los campos», indicó ayer, en una entrevista en la cadena Cope.
No quiso el líder de Foro primar unos asuntos sobre otros, aunque sí hizo mención a dos asuntos que juzga relevantes. El primero, en el que más incidió, fue la cohesión territorial, al entender que en estos momentos hay «una Asturias de primera y otra de segunda». Algo a corregir a través de una política de convergencia «para ofrecer a los asturianos de las alas las mismas posibilidades de desarrollo que a los del centro».
El programa de Cascos lleva una propuesta muy concreta en este terreno que, a la vista de sus declaraciones, se desarrollará de inmediato. Se trata de un plan de convergencia rural, sustentado en fondos estructurales autonómicos al estilo de los invertidos por la UE en su política de cohesión, orientado a equiparar el nivel de renta, empleo y bienestar de las comarcas rurales y del área central. Un completo programa que incluye, entre otras cosas, recursos para infraestructuras de transporte y telecomunicaciones, para el avance de las TIC y para el estímulo de la actividad económica y emprendedora.
Además, Cascos también aludió a la conveniencia de «acelerar» las políticas de bienestar social y de igualdad. «Hay que profundizar en ellas», agregó, un cometido que corresponderá directamente a Paloma Menéndez Prado, la consejera que gestionará este departamento.
En todo caso, y al margen del mensaje del presidente, lógico al iniciar una legislatura, de dar un impulso general a la acción de gobierno, es una evidencia que hay asuntos que requieren de mayor atención y prioridad. Y la economía, teniendo en cuenta las especiales circunstancias actuales, con un crecimiento muy escaso y 80.000 parados en Asturias, es el primero y fundamental.
Objetivo: frenar el paro
En este ámbito, la política de empleo es esencial y las grandes líneas de trabajo ya están marcadas. La primera medida a activar será la elaboración de un plan de empleo con horizonte 2015 que intente poner freno a la actual sangría de parados que sufre el Principado. Esta labor corresponderá al titular de la cartera de Economía y Empleo, el ingeniero José Manuel Rivero, una de las figuras emergentes en el casquismo.
Plan de empleo para cuya elaboración se quiere contar con los agentes sociales y económicos, en lo que comúnmente se denomina concertación social. Hay un compromiso firme de Foro de reunir, en los primeros cien días, a sindicatos y patronal para abordar los escenarios de futuro de Asturias, aunque está por ver qué formato quiere dar Cascos a esa relación. Bajo los gobiernos de Vicente Álvarez Areces se firmaron sucesivos pactos, el último de ellos fue el ACEBA, en los que tanto UGT y Comisiones Obreras como la Federación Asturiana de Empresarios jugaban un papel muy activo en el diseño de las estrategias económicas regionales.
El nuevo Ejecutivo tiene otra doble prioridad económica. La primera es inherente a la composición del equipo de gobierno en su escalafón intermedio, el formado por directores generales y, en un grado inferior, asesores y personal de confianza. Cascos comprometió, tanto en campaña como en su debate de investidura, un severo adelgazamiento de la estructura administrativa, y su alcance se podrá comprobar pronto, en cuanto se vaya conociendo.
A ello hay que ligar la política de contención del gasto esgrimida por Foro como una de sus principales pautas de actuación, atendiendo a la difícil situación actual. Contención que se podrá ver, por un lado, en la reestructuración del sector público que acarreará la eliminación y, en su caso, venta de empresas, entes y fundaciones cuya existencia no se considere justificada en términos de coste o de servicio público. Proceso que, es verdad, requiere de un análisis previo del estado de las cosas que llevará un tiempo prudencial.
Más inmediata será la traslación de esa estrategia de contención a las cuentas regionales, a la confección de los presupuestos para el ejercicio de 2012. Un reto a abordar casi de inmediato, toda vez que aunque su tramitación en la Junta General del Principado se desarrolla en el otoño y su aprobación se produce en diciembre, la elaboración del proyecto conlleva una tarea ardua, compleja y larga. El nuevo titular de Hacienda y Sector Público, Ramón del Riego, se pondrá a ello casi de inmediato.
Para ello y para otras cosas, Foro Asturias espera a conocer la situación exacta de las finanzas asturianas. Cascos todavía no se ha pronunciado al respecto y tampoco lo hizo ayer, con el argumento de que hasta no tener cifras sobre la mesa, no merece la pena entrar en elucubraciones sobre los niveles de déficit. «En ese campo, o se tienen datos o no se debe funcionar sobre la base de las sospechas», se limitó a indicar.
¿Déficit oculto?
Por tanto, será a partir de mañana cuando el presidente y su equipo comiencen a analizar y auditar la situación de las cuentas, para comprobar si se ajustan a lo transmitido hasta ahora por el anterior gabinete socialista. Álvarez-Cascos no se moja, aunque sí recuerda el «déficit oculto» que asumió el Gobierno del que formaba parte en 1996, con José María Aznar al frente, y «las dificultades que hubo para resolverlo».
Hay, por último, otros compromisos expresos de Foro Asturias a asumir y ejecutar en los primeros cien días de labor. Uno tiene que ver con asegurar una financiación suficiente a la Universidad de Oviedo para garantizar el cumplimiento del ’plan Bolonia’. El otro, un plan de simplificación de los procedimientos administrativos y eficiencia de la gestión que perseguirá evitar la duplicación de exigencias documentales por parte del Gobierno en su relación con el ciudadano.
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