Cruz Roja alerta de una bajada de 700 operaciones en el primer semestre del año
La gerencia informó a la plantilla de que si se mantiene la tendencia, la caída a final de año será mayor de la prevista
Foto: Pacientes en una de las unidades del Hospital de Cruz Roja. juan plaza
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Comparación entre 2010 y 2011.
Un centro que se debate entre ser «una oportunidad o una amenaza» para el sistema.
Lne.es » Gijón A. RUBIERA
A la gerencia del Hospital de Cruz Roja siguen sin salirle las cuentas, y cada mes que pasa el futuro les parece más comprometido. Porque si el pacto de reducción de actividad que tuvieron que firmar con el Sespa el pasado año ya parecía que los había dejado en una situación delicada, y abocada a afrontar con sus ahorros un cierre muy ajustado en los datos de explotación, el balance de trabajo quirúrgico del primer semestre del año 2011 arroja cifras peores incluso de las esperadas.
Al menos, así lo indican desde la gerencia de Cruz Roja, y en esos términos han trasladado su preocupación tanto al comité de empresa del propio centro como a la dirección médica del Hospital de Cabueñes, centro del que depende su actividad.
Según dicho balance semestral que se ha hecho en Cruz Roja, la actividad quirúrgica en el centro sanitario de la calle Uría registra una caída de 705 operaciones respecto a la misma actividad ejecutada a fecha de junio de 2010. Dado que en los meses de verano no se espera un repunte de trabajo, el temor que se ha instalado en la dirección del centro concertado es que finalmente el año acabe cerrando con unos números aún peores de los que ya se habían pactado, y que de por sí ponían al hospital en número rojos, según ha venido sosteniendo el director gerente, Carlos Prieto Fernández-Miranda.
Como se recordará, el Hospital de Cruz Roja tuvo que aceptar -como todos los centros sanitarios concertados- un importante ajuste en el convenio que anualmente se firma con el Servicio de Salud del Principado, con una reducción de precios del 3,2%. A ese recorte impuesto se suma, además, que la instrucción del Sespa es que los concertados no podrán superar en ningún caso la actividad que esté comprometida. Ése es un importante matiz, ya que en los últimos años Cruz Roja había facturado -y ejecutado- una actividad siempre superior a lo inicialmente previsto, ya que se permitían deslizamientos hasta del 5%, que cada año rozaba el centro gijonés.
De ahí que según las cuentas que están haciendo ahora en Cruz Roja, si las derivaciones y la actividad no aumenta suficientemente, «vamos camino de hacer un 10% menos de actividad de lo previsto, que ya era malo. Eso puede suponer un 20% menos de trabajo quirúrgico de lo que veníamos haciendo hace sólo unos años», contaba un portavoz del centro.
Lo que sí es cierto es que sólo la actividad quirúrgica ha sufrido bajón en el primer semestre en Cruz Roja, ya que tanto la actividad geriátrica como la actividad de la unidad de hemodiálisis, como la vinculada al programa de cribado de cáncer de mama entre la población general han tenido ligeros incrementos, que no sirven para compensar económicamente al centro, ya que de la cirugía depende casi el 50% de sus ingresos.
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