La juventud se aleja de la imagen reaccionaria que le endosa la iglesia

Los sociólogos muestran que apenas el 5% acude a misa pero que son solidarios y progresistas

Foto: La juventud se aleja de la imagen reaccionaria que le endosa la iglesia

La Voz de Asturias. . 17/08/2011/ Susana D. Machargo Oviedo

Son de izquierdas y precoces sexualmente. Tienen un nivel estudios superior a la media nacional y una conciencia política poco habitual en esta época. En sus relaciones predomina la monogamia sucesiva, pero suelen emanciparse en solitario, sin su pareja. Sobreviven gracias a la ayuda de la familia y reclaman un empleo de calidad. El perfil de los jóvenes asturianos que han hecho en los últimos años diversos estudios sociológicos está muy alejado de la imagen convencional del chaval que no es creyente, que no tiene intereses ni futuro que pinta el imaginario del siglo XXI, pero tampoco concuerda con la visión que esta misma semana ofreció la Iglesia asturiana, llamándolos “violentos y reaccionarios”.

 

A pesar de las palabras del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, en la homilía ante los fieles que acudirán a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, con el Papa Benedicto XVI, sólo el 5% de los jóvenes residentes en el Principado acude a misa todos los domingos. Los ateos o los que muestran una total indiferencia por los preceptos del catolicismo ya representa el 30%, tal y como recoge el informe El catolicismo en Asturias , el último estudio elaborado por el departamento de Sociología del arzobispado hace unos años.

 

Más ejemplos Ese distanciamiento entre juventud e Iglesia se ven también en otras estadísticas. Las que contabilizan el alumnado en las clases de Religión constatan que el número de matriculados ha caído 10 puntos en sólo cinco cursos, según refleja el análisis anual que presenta la Delegación de Enseñanza en Asturias. De hecho, en los centros públicos sólo el 57% de los estudiantes acude a Religión y en las comarcas de Gijón y Nalón cae por debajo del 50%. En cambio, ese porcentaje en los centros concertados se eleva al 94%.

 

Otro ejemplo muy significativo son los sacramentos. Sólo el 39% de las bodas en Asturias se celebra mediante el rito católico y las confirmaciones están ya por debajo del millar anual. Los bautizos se estabilizan en torno a los 5.000 y las comuniones alrededor de las 4.500 anuales. Estas son las cifras correspondientes al ejercicio de 2010 que publicó hace apenas dos meses el Arzobispado de Oviedo con datos aportados por 766 parroquias. Con los sacramentos en números rojos, la memoria incorporaba una serie de reflexiones y reconocía que el documento “indica bien a las claras el progresivo distanciamiento de la Iglesia de un importante número de personas” y confirma que “los efectos de la secularización comienzan a notarse intensamente en las estadísticas eclesiales”.

 

Los jóvenes, de hecho, son la principal preocupación de la diócesis, porque su desencanto repercute directamente en el saldo negativo de los sacramentos y, sobre todo, en la confirmación, que es el primer paso consciente que el creyente da dentro del camino de la fe. Para corregir este serio problema, el arzobispado propone incrementar “la evangelización en las comunidades y parroquias de Asturias y el testimonio personal de cada uno de los creyentes”.

 

La versión del arzobispo En cambio, Sanz Montes durante la homilía prefirió elegir otro camino. Cargó contra los jóvenes no católicos, a los que calificó de “reaccionarios, insolidarios y violentos”, y a los que acusó de “ir a la deriva” y de ser “reaccionarios” e “insolidarios”. Frente a ellos puso a los creyentes, que no miden esfuerzos, que son indómitos, que critican la mentira y son generosos y tiernos.

 

Las palabras del arzobispo, sin embargo, no concuerdan con lo que dicen los sociólogos. A finales de 2008, el Principado presentó un ambicioso estudio sobre la juventud encargado a Domingo Comas Arnau, doctor en Ciencias Políticas y Sociología y presidente del grupo de investigación de la Fundación Atenea. Ese mismo informe se actualizó con nuevas encuestas, encargadas por el Instituto Asturiano de la Juventud el año pasado y que se publicó en el verano de 2010.

 

Ese perfil pone de relieve quiénes son los asturianos entre los 15 y los 29 años, sus claroscuros, sus contradicciones, pero también sus sueños y aspiraciones. Tienen, sobre todo, una gran sensación de precariedad, aunque saben que están bien preparados, que manejan con soltura las nuevas tecnologías y que cuentan con el respaldo familiar. Pero temen que nada sea suficiente para salvar los obstáculos a los que enfrentan.

 

Son cada vez más precoces sexualmente aunque creen en la pareja estable, por lo que su estado natural es la monogamia sucesiva. Su método anticonceptivo por antonomasia es el preservativo masculino, pese a que la píldora femenina ha ganado terreno en los últimos años. Practican sexo seguro, así que el índice de embarazos no deseados es de las más bajas del país. El inicio de la convivencia en pareja es más tardío en Asturias que en el resto de España y más en el varón que en la mujer.

 

Se identifican con valores progresistas y están más comprometidos. Están, de hecho, medio punto a la izquierda de la media nacional y ese mayor grado de politización se refleja en su afiliación a colectivos sindicales, políticos y de derechos humanos. Pero en cambio es muy escasa su adscripción a organizaciones religiosas, señala el estudio.

 

No todo es tan positivo. El ocio y el consumo es para muchos su leit motiv , porque priorizan la diversión y les compensa aprovechar la dependencia económica de sus familias a pesar de renunciar su autonomía.

 

Contradicciones Al margen de estos perfiles y de las estadísticas que revelan un alejamiento entre la sociedad civil y la Iglesia, hay una serie de excepciones. El propio departamento de Sociología del arzobispado de Oviedo, en la memoria sobre El catolicismo en Asturias , que publicó el periódico eclesial Esta Hora , recoge que sigue siendo la confesión religiosa mayoritaria en Asturias y que muchos católicos nominales, es decir, los no creyentes o los que se declaran indiferentes, siguen acercándose puntualmente a la Iglesia para solicitar un sacramento, como una boda o el bautizo y la comunión de un hijo.

 

En este punto la diócesis es prudente y cree que lo más razonable sería hallar un equilibrio entre “la negativa a ultranza a aceptarlos y la laxista aceptación mantenida por otros en la práctica”. Puntualizan que este debería ser un tema para somete a un profundo debate.

 

La visita al Principado de 3.000 jóvenes en las jornadas previas a la visita del Papa a Madrid ha terminado en polémica, por la imagen negativa que el arzobispado ha querido dar de los jóvenes asturianos que no comulgan con los preceptos de la Iglesia.