El 80% de los 1.600 millones de coste del HUCA es gasto corriente, replica el PSOE
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El Sindicato Médico (SIMPA) teme recortes en la sanidad y pide que los anteriores gestores del Principado «no se vayan de rositas»
Foto: De izquierda a derecha, Cristina Coto, Pilar Alonso, José María Navia-Osorio y María del Carmen Fernández, anteayer, en la Junta. nacho orejas
Lne.es » Sociedad Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
El 80 por ciento de los 1.588 millones de euros que el Principado tendrá que pagar a la empresa pública Gispasa en los próximos 25 años por el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) corresponde a gasto corriente, en conceptos como limpieza, seguridad, jardinería, esterilización o mantenimiento.
Así lo afirmaron ayer fuentes del anterior Gobierno de Asturias como respuesta a lo declarado anteayer en la Junta General del Principado por el consejero de Sanidad, José María Navia-Osorio, quien subrayó que el coste del nuevo HUCA multiplicará por cinco la cifra inicialmente prevista y tildó dicha factura de «losa» para la sanidad asturiana.
Las palabras del Consejero han causado zozobra en las filas del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Su secretario general, Antonio Matador, indicó que el diagnóstico expuesto por Navia-Osorio es «catastrófico» y hace temer la aplicación de «recortes» en los servicios sanitarios públicos del Principado. A juicio de Matador, «si estos datos se verifican, los responsables de los mismos no pueden irse de rositas y que luego tengamos que pagarlo todos los ciudadanos. A esto hay que ponerle coto».
Muy distinta y mucho menos apocalíptica es la versión en torno al nuevo HUCA facilitada por el anterior Ejecutivo socialista, promotor del centro sanitario que se construye en los terrenos ovetenses de La Cadellada. «Es engañoso hablar de 1.588 millones como si fuera el coste final del nuevo Hospital Central», señalaron fuentes del Gobierno de Areces, según las cuales Gispasa fue creada con el objetivo de impulsar la construcción del recinto hospitalario y de mantener su titularidad a lo largo de 30 años, pasados los cuales el edificio pasará a ser propiedad de la Administración regional.
Para ello, la empresa pública suscribió con el Principado un contrato de arrendamiento por el que cede el HUCA para que sea explotado por la Administración regional, con unas cuotas que incluyen «una serie de servicios tales como mantenimiento, limpieza, seguridad, jardinería, esterilización, etcétera».
Se trata, precisa el anterior Ejecutivo, de prestaciones «que obviamente el Principado debe retribuir y que ya en el momento actual son contratadas por el HUCA», en su ubicación del barrio del Cristo, «con el consiguiente coste económico». Una serie de servicios que explican que los gastos de funcionamiento del actual Hospital Central ronden anualmente «los 400 millones de euros».
El citado contrato de arrendamiento operativo -que incluye la financiación del equipamiento del recinto- se extiende hasta 2036. De esos 1.588 millones de euros «la casi totalidad, en torno al 80 por ciento, tiene que ver con el gasto corriente para permitir el funcionamiento del HUCA», señala el Gobierno anterior, que apostilla que este procedimiento «en ningún caso supone que la inversión prevista inicialmente se haya multiplicado por cinco, como se ha afirmado».
La construcción del recinto de La Cadellada ha supuesto un coste de 296 millones de euros, tras la suma de dos sobrecostes. Dicha cuantía ha sido financiadas con un préstamo suscrito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de 164 millones de euros «con un plazo máximo de 28 años, incluyendo 8 años de carencia y a tipo de interés euribor, sin margen o sea, en unas condiciones financieras inmejorables», señala el anterior Gobierno. Además, el Gobierno central aportó 72 millones. En definitiva, el Ejecutivo de Areces señaló que el coste del HUCA «resiste cualquier comparación con el resto de proyectos hospitalarios que se están realizando en nuestro país».
Galcerán: «La tijera empezará el 20-N en los hospitales comarcales y los consultorios»
Oviedo, P. Á.
El diputado regional del Partido Popular Carlos Galcerán pronosticó ayer que «la parálisis en la que está inmersa la sanidad asturiana se alargará hasta el 20 de noviembre; después, el Gobierno meterá la tijera, empezando probablemente por los hospitales comarcales y los consultorios».
Galcerán tildó de los planes expuestos en la Junta por el consejero de Sanidad de «conjunto de ideas sueltas que no aportan soluciones». Según el diputado popular, el Ejecutivo autonómico «tiene paralizados asuntos de gran calado que necesitan soluciones, como las listas de espera, que siguen en aumento, la central de compras y el control de las cuentas, que sólo contempla el agujero heredado pero no hace ni una sola propuesta de medida». «Llamar plan de choque a esto y aplazar el resultado del mismo a marzo parece una tomadura de pelo», apostilló Carlos Galcerán, quien reprochó a José María Navia-Osorio el olvido de asuntos como la salud mental, las drogodependencias, la atención primaria o el transporte sanitario.
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