Cinco mil personas se manifiestan para pedir que "acabe la incertidumbre" sobre el Niemeyer
Solicitan que las administraciones alcancen los acuerdos necesarios para asegurar la continuidad del centro "y de su exitosa programación"
17.10.11 - 02:40 - JESÚS GONZÁLEZ jaizpurua@lavozdeaviles.es | AVILÉS.
El Centro Niemeyer y la Fundación que lo gestiona volvieron a sentir ayer el apoyo y el cariño de una multitudinaria representación de la sociedad avilesina. Cinco mil personas se sumaron a la convocatoria impulsada por la plataforma 'Espíritu Niemeyer' y participaron en una marcha que se inició a la una de la tarde en una soleada plaza de Santiago López.
Las cinco mil personas -según datos oficiales de la Policía Local- superaron los números de la que se había convocado con el mismo fin el pasado día 2, cuando salieron a la calle cerca de cuatro mil manifestantes. En esta ocasión, la experiencia acumulada en las últimas semanas de movilizaciones se hizo notar. Más carteles colorados con el ya conocido lema 'Yo apoyo Centro Niemeyer', una marcha más compacta en todo el recorrido y la lectura de un manifiesto que puso fin a la protesta entre aplausos y con la sensación de que, una vez más, las administraciones públicas no tendrán más remedio que escuchar a los avilesinos y ponerse de acuerdo para garantizar la estabilidad y el futuro del equipamiento cultural avilesino.
Que la convocatoria iba a lograr superar las cifras de la primera manifestación convocada por la plataforma era algo que se empezaba a vislumbrar desde los minutos previos al inicio de la marcha. La plaza de Santiago López se fue llenando poco a poco de público que, en su práctica totalidad, portaba pegatinas con el lema de apoyo al centro, camisetas, carteles 'caseros' y hasta paraguas rojos del Centro Niemeyer con los que garantizarse algo de sombra durante el recorrido hasta la explanada del equipamiento.
Con puntualidad, una representación de hosteleros, comerciantes, ciudadanos anónimos y directivos de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC), se puso detrás de la pancarta que encabezaría la marcha. Desde ese grupo de cabeza se lanzarían también el grueso de las consignas coreadas ayer por los participantes en la manifestación. «Esta es, nuestra casa» o «Centro Niemeyer, no se cierra» fueron las más utilizadas durante la práctica totalidad del recorrido en el que había representantes de todo el tejido asociativo de Avilés.
Poco a poco, fueron entrando en 'su casa' las cinco mil personas que participaban en una movilización que, pese a lo reivindicativo de las consignas, se desarrolló en un ambiente casi festivo durante todo su desarrollo y, tal y como querían los convocantes, sin consignas políticas (los representantes de partidos, incluida la propia alcaldesa, se mezclaban entre los manifestantes).
Esta vez, en el escenario exterior del auditorio se habían dispuesto un micrófono y dos altavoces, con lo que los manifestantes se fueron concentrando ante la estructura. En esta ocasión, quien recibió el encargo de pronunciar unas palabras que pusieron fin al acto de protesta fue Agustín Gutiérrez, portavoz de la plataforma 'Espíritu Niemeyer'.
Carta del arquitecto
En primer lugar, Gutiérrez quiso leer a los asistentes la carta que hiciera pública esta semana el propio arquitecto brasileño, Oscar Niemeyer. La traducción leída por el hostelero fue seguida con atención y hasta emoción por parte de los asistentes. De hecho, en el momento en el que el centenario artista comunicaba su apoyo expreso al director del centro, Natalio Grueso, y a su equipo, Agustín Gutiérrez fue interrumpido por un público que rompió en una cerrada ovación.
Tras ese momento, el portavoz de la plataforma hizo lectura al manifiesto elaborado por los promotores de la marcha y en el que expresaba el deseo de todos los asistentes: «Que las administraciones implicadas lleguen a los acuerdos necesarios para que se garantice la continuidad del centro «y de su exitosa programación». Esa es la exigencia, ante la premura de tiempo, además del cese de las descalificaciones al equipamiento cultural y a su equipo gestor «no hacen más que vapulear la imagen del Centro Niemeyer».
El público cerró la lectura del manifiesto y el acto revindicativo con una cerrada ovación.
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