El Puerto exige que dimita el secretario del Niemeyer y Varela vuelve a llamar al diálogo
Abando desgrana supuestas irregularidades jurídicas en el patronato y sopesa recurrir ante el juez los cambios bajo el Gobierno de Areces
La Alcaldesa acusa al presidente de la Autoridad Portuaria de «romper con años de colaboración con la ciudad» y eleva a Cultura una nueva propuesta
Foto: Raimundo Abando, en la sede de la Autoridad Portuaria y ante el portavoz de Foro en Avilés, Pablo Sánchez Lorda, ayer. ricardo solís
Lne.es » Avilés E. CAMPO / A. P. GIÓN
El PP e IU instan a Areces a dimitir y exigen reunir al patronato
El presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Raimundo Abando, entró ayer por primera vez en la disputa sobre el Centro Niemeyer. Como patrono fundador, el Puerto anunció que sopesa interponer un recurso por la vía civil para pedir la nulidad de las modificaciones estatutarias de la entidad, realizadas en febrero y junio de este año. Abando dirigió las críticas más duras al secretario general de la Fundación del Niemeyer, José Luis Rebollo, de quien pidió la dimisión «como responsable de maniobras que rayan la ilegalidad y jurídicamente hasta la traspasan». El presidente del Puerto recalcó que, según la documentación que consta en la Autoridad Portuaria, los polémicos cambios del estatuto se efectuaron sin el quórum necesario para que puedan considerarse válidos.
La intervención de Abando, que instó a la convocatoria del patronato, tuvo la respuesta de la alcaldesa, Pilar Varela: «Considero que está fuera de lugar y que rompe años de relación entre el Puerto y la ciudad. Sus palabras también suponen una falta de consideración hacia su antecesor (Manuel Docampo), que avaló con su voto cada una de las decisiones que adoptó el patronato», señaló.
Mientras que para Varela la única solución es que el Principado acepte los actuales estatutos para convocar un patronato en el que se efectúe una remodelación del órgano, para Abando el debate de fondo no está en un enfrentamiento entre Gobierno regional y Ayuntamiento: «Hay un tercero en discordia. ¿Quién es, quiénes son? Alguien que está jugando a un juego que no es suyo e, incluso, por encima no sólo de las posibilidades jurídicas, sino del mandato que tuvo en su momento. Alguien tendrá que tomar decisiones al respecto». Sin mencionar directamente el nombre del gerente, Natalio Grueso, afirmó: «Aunque es Rebollo el que firma, no creo que la opinión sea sólo suya. Y cuando uno está seguro de sí mismo y de sus posibilidades, no sé por qué tiene miedo de abandonar un barco. A lo mejor alguien tiene que echar un vistazo a lo que pasó en la Laboral».
Pese al cruce de declaraciones, el debate vuelve a estar en la validez o no de los cambios estatutarios que permitieron nombrar a Vicente Álvarez Areces como presidente y patrono de honor, designar a Manolo Díaz presidente de la Fundación, remodelar las atribuciones del director general y del secretario del Niemeyer y reducir la presencia pública en el patronato mediante la rebaja de representantes pese a que se mantenía la aportación económica.
Varela lanzó una nueva llamada al diálogo, tras mostrar su convencimiento de que «la vía judicial no es el camino», pese a que la Fundación ya acudió a los tribunales. Por eso avanzó una propuesta que planteará al consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, y que se basa en tres ejes: si aceptan, promoverá la reunión del patronato. La primera de las exigencias es la cesión del complejo a la Fundación durante el tiempo suficiente para garantizar su seguridad jurídica y la programación, un período que Varela estima en una década. Plantea, además, que los representantes públicos recuperen el peso con el que contaban antes de la reforma de los estatutos (cuatro patronos el Principado, dos el Puerto y otros dos el Ayuntamiento de Avilés). Y el tercer eje de su propuesta incluye mantener en su puesto al equipo gestor del Niemeyer. «A mí sí me preocupa que el centro esté cerrado. Hay que mantener la programación y eso significa la continuidad del equipo actual», añadió.
Varela aseguró que en caso de llegar a un acuerdo con el Principado ella misma promoverá «una reunión del patronato legal, el que preside Manolo Díaz, y que, por tanto, él tiene que convocar». Lamentó que Abando entrara en «valoraciones políticas» y aseveró que hubo quórum en las decisiones. «Todo se acordó por unanimidad», subrayó.
Abando, que llamó a la Alcaldesa para invitarla -sin éxito- a asistir a su comparecencia, sí tuvo entre el público a representantes de la Cámara de Comercio y de la UCAYC, así como al portavoz de Foro, Pablo Lorda, y a dos diputados foristas. E inició su intervención con un «apoyo incondicional al Niemeyer», pero advirtió que «no todo son rosas».
Maniobras. «Se pretendió quitar el control del centro a quienes realmente lo pagan, que son el Principado, el Ayuntamiento y el Puerto. Y no por casualidad esas maniobras comienzan en febrero. En enero habían empezado a salir encuestas que señalaban que el PSOE perdería las elecciones en Asturias», afirmó Abando. «Creo que es evidente que el PSOE orquestó la maniobra».
Patrono de honor. En la reunión del patronato de febrero se modificaron los estatutos para que los patronos de honor lo sean de pleno derecho. Álvarez Areces anunció semanas después -durante la inauguración del Niemeyer- su nombramiento como patrono de honor. «¿Para qué se necesita el patronato de honor? Tiene nombres y apellidos».
Reducción de patronos. En la reunión de junio del patronato se reducen los representantes de las administraciones públicas. «Me parece de una gravedad absoluta».
Secretario. A Abando le parece «chocante y aberrante» que el secretario pueda elegirse entre los componentes del patronato, pese a que en otro estatuto se dice que los patronos no recibirán remuneración alguna por sus cargos en el patronato», y, además, a través de una relación laboral especial de alta dirección. En cuanto a sus competencias, ironizó: «Yo no lo conozco, pero dan ganas de conocerlo, debe de ser un auténtico fenómeno», en relación a las múltiples competencias de su figura, entre ellas interpretar los estatutos. Y se necesitan dos tercios de los votos para revocarle el cargo. «Aquí lo que hay es un director general, secretario, patrono... que lo es todo, José Luis Rebollo». El mismo blindaje tiene el director general.
Culpables. «Alguien no estuvo lo bastante diligente para saber qué número de miembros tenía el patronato y cuántos se necesitaban para la aprobación de la modificación de los estatutos. Y si yo hubiera estado allí, jamás hubiera aceptado la modificación sobre los poderes, bajo mi punto de vista casi ilimitados, del secretario». Y de Rebollo añadió: «No es una persona en la que los patronos puedan confiar».
Vía legal de la Fundación. De la decisión de los gestores de llevar al juez al Principado por rechazar los nuevos estatutos, señaló: «Evidentemente tenían que convocar al patronato para ver si iniciábamos esa vía. A mí no me han preguntado».
Cierre. «Pase lo que pase, el centro no se va a cerrar. Como presidente de la Autoridad Portuaria, lucharé para que no se cierre». De llegar al fin de la gestión de la Fundación sin acuerdos, considera que puede seguir gestionándolo Cultura.
Convocatoria. Abando abogó por eliminar las últimas modificaciones estatutarias para que después la vicepresidenta, Varela, convoque una primera reunión del patronato -con la composición original- en la que ya se elija al nuevo presidente.
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