Los pacientes urgen el HUCA
Navia-Osorio da la espalda a la petición y afirma que el traslado no corre prisa
Foto: Varios cirujanos practican un trasplante de riñón en el HUCA. ARchivo
La Voz de Asturias. 09/11/2011 / P. Zariquiegui / C. García Oviedo
“Un viaje sin retorno”. Es la frase utilizada por Rogelio García Suárez, presidente de Alcer Asturias, para referirse al riesgo potencial para los pacientes de la unidad de hemodiálisis del HUCA. García Suárez, presidente de la Asociación de Enfermos Renales de Asturias, respondía así a la información publicada por este periódico sobre las deficiencias tecnológicas que presenta esta unidad.
Francisco Ortega, jefe de Nefrología del HUCA, subrayaba desde estas mismas páginas que el retraso en la apertura del nuevo hospital coloca a los pacientes de hemodiálisis en una situación de riesgo. El problema, a juicio del responsable de Nefrología, reside en que la planta purificadora de agua, una exigencia para las terapias de diálisis, está totalmente obsoleta. El riesgo está en que agentes patógenos puedan contaminar el agua que se utiliza en los tratamientos de diálisis hasta infectar a los pacientes. Actualmente, la unidad de diálisis del HUCA trata a cerca de 70 enfermos renales crónicos.
Rogelio García Suárez es consciente del riesgo. De hecho, el presidente de Alcer subraya que la asociación lleva tiempo planteando la necesidad de acometer medidas urgentes para renovar la planta de purificación de agua. García Suárez añade que la respuesta de las autoridades sanitarias es siempre la misma. “Todo se fía al nuevo hospital”, comenta. “Y, mientras tanto, los enfermos siguen esperando”, añade. El presidente de Alcer reconoce que se trata de un “problema serio que puede acabar en una situación nada deseable”. Cuando se le pide que concrete a qué se refiere asegura: “A un viaje sin retorno”. Rogelio García Suárez indica que en los tratamientos de diálisis la purificación del agua debe ser total para evitar el riesgo de infecciones. En el caso del HUCA -no así en el de otros centros- la planta purificadora está totalmente desfasada. El presidente de Alcer insiste en que es necesario acometer medidas si no queremos lamentar casos como el de Valencia donde varios pacientes resultaron contaminados por problemas con los dializadores.
El representante de los enfermos renales es consciente de que los nefrólogos del HUCA están haciendo todo lo posible para tratar de reducir riesgos. “El tratamiento tiene que cumplir los mínimos estándares de calidad”, subraya. Y añade: “Estamos en ellos, pero no es descartable que se superen. El riesgo potencial existe”.
También Dacio Alonso, presidente de Unión de Consumidores de España en Asturias (UCE), animó al nuevo equipo de la consejería a acometer sin prisa pero sin pausa la mudanza. Alonso manifestó que la necesidad del traslado se hace, con todo, más acuciante desde que profesionales cualificados, como los que aparecían en la información de LA VOZ, reclamaban la mudanza para evitar perjuicios sobre los pacientes. Aunque entre los médicos es un problema sabido por todos, el consejero de Sanidad, José María Navia-Osorio, aseguró ayer que lo desconoce y no planteó ninguna solución hasta que le hagan partícipe del problema. El responsable del departamento entiende que es “un debate fuera de la realidad” y, por tanto, “no acepta la urgencia”. Considera que los equipos tienen su vida útil y, si antes tenían “doce años, ahora, tienen tres meses más”, con lo que no entiende que los médicos digan que “los equipos están ahora obsoletos”. Tampoco tiene conocimiento de que exista riesgo de infecciones por la situación de los equipos sanitarios, del hospital.
Sobre los plazos de apertura, no reconoce demoras y defiende el calendario de los técnicos que aseguran que estará listo en verano u otoño de 2013. Y de los 90 millones para equipamiento previsto por el Gobierno anterior explica que “el dinero no se ha hecho efectivo”.
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