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Vuelven a pagar los de siempre

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No es progresivo que casi el 60% de los nuevos ingresos procedan de quienes ganan menos de 53.000 euros

La Voz de Asturias. 03/01/2012 00:00

Después de demostrar que para cambiar de principios no son precisos seis años, que en eso Zapatero fue lentísimo, sino seis días -el tiempo justo para renegar primero de las subidas de impuestos y abrazarlas después apasionadamente-, el nuevo Gobierno se ha empeñado en que comulguemos con una rueda de molino que excede la capacidad de nuestras amplias tragaderas. Pretende que aceptemos que el sacrificio es progresivo, y que los que más tienen serán los que más paguen. Como fue Rajoy quien inauguró la era de llamar a las cosas por su nombre, sólo queda decir que la broma es de mal gusto.

 

No puede ser progresivo que casi un 60% de los nuevos ingresos procedan de quienes ganan menos de 53.000 euros al año, mientras se vuelven a ir de rositas los grandes patrimonios, a los que el IRPF les trae sin cuidado, y las corporaciones empresariales, que si todavía no han hecho un monumento al impuesto de Sociedades es porque de entre los últimos ministros de Economía no sabrían qué cara esculpir. Deberían tributar sus beneficios al 30%, pero el tipo efectivo ya está por debajo del 10% cuando en 2006 superaba el 19%. En 2010 las empresas del Ibex rebasaron los 50.000 millones de beneficios, una cifra récord que coincidió con una paupérrima recaudación por Sociedades: 16.200 millones.

 

No hay progresividad alguna en elevar los tipos de IRPF hasta límites cuasi confiscatorios si, paralelamente no se introduce un tributo a las grandes fortunas y si no se eliminan las deducciones en un impuesto de Sociedades que hace cinco años representaba el 4% del PIB y hoy está ligeramente por encima del 1,5%. Frente al argumento de que penalizar a las multinacionales provocará más paro, conviene apuntar un último dato: dan trabajo a cerca de un millón de personas, es decir, a menos del 6% de los asalariados.

 

Esa amor a la verdad del que el Gobierno ha hecho bandera exigiría conocer qué autonomías son culpables de que el déficit haya cabalgado hasta el 8%, un ranking que se ha evitado detallar para que no confirmemos que muchos de los excesos que Rajoy purga en nuestras espaldas los cometieron los suyos.

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