La FADE aboga por recortar servicios públicos porque según ellos el modelo creció y creció, y ahora no hay recursos suficientes para mantenerlo por eso no les gusta el proyecto de presupuestos de Cascos

«Hay que recortar el gasto social, guste o no»

«Ahora no hay recursos suficientes para mantener esos servicios públicos. No hay más remedio que reducirlos. Esto, claro, tendrá un coste político»

Alberto González secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios

15.01.12 - AIDA COLLADO | GIJÓN, en El Comercio.

Alberto González, secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios, compareció esta semana ante la Comisión de Hacienda y Sector Público, donde esbozó las dificultades a las que deberán enfrentarse los empresarios de la región en 2012. Los presupuestos del Principado, acusan desde la patronal, ayudan más bien poco.

-¿Por qué Fade ha criticado con tanta dureza los presupuestos del Principado?

-Nosotros no creemos que haya sido con dureza. Lo que hemos hecho ha sido analizar objetivamente el proyecto que nos remitió el Principado y dar nuestra opinión con absoluto realismo y sinceridad, de la misma manera que lo hemos hecho siempre. Lo que ocurre es que, en este caso, el proyecto no nos parece el mejor posible. Y hubiéramos faltado a la verdad si no lo hubiésemos dicho, aunque para nosotros habría sido mucho más cómodo no hacerlo.

-La patronal cree que estas cuentas abocan a mantenerse en la crisis. ¿Qué haría falta para que los empresarios les diesen su visto bueno?

-Nosotros ni damos un visto bueno ni dejamos de darlo. Lo que nos gustaría es que el presupuesto esté construido sobre bases lo más reales posibles. Nos gustaría un presupuesto que promoviera la inversión. Fade no pide que se supriman los gastos sociales o los gastos en servicios públicos esenciales como Sanidad o Educación. Lo que decimos es que hay margen para reducir esos gastos y los que son fijos dentro del presupuesto haciendo una mejor gestión. No nos va a quedar más remedio que hacerlo. Debería hacerse especial énfasis en inversión para mejorar la capacidad competitiva de nuestra economía y la creación de empleo.

-De su postura, quizá lo más difícil de defender es su rechazo al marcado carácter social del presupuesto... ¿De verdad hay margen para reducir el gasto social?

-No es que haya margen, es que va a haber que recortarlo nos guste o no. Esto, claro, tendrá un coste político. El caso es que ahora podemos planteárnoslo de una manera más tranquila de lo que probablemente vamos a tener que hacerlo en un momento posterior. Es una cuestión de equilibrio: nadie está diciendo que hay que cerrar la sanidad pública, que no hay que atender a las personas que realmente están en una situación de necesidad social o que haya que echar a los funcionarios a la calle. Lo que estamos diciendo es que el modelo creció, creció y creció. Y ahora no hay recursos suficientes para mantener esos servicios públicos. No hay más remedio que reestructurar y recortar.

-Ven más fallos en las cuentas...

-Lo que se ha hecho ha sido ir al máximo de las previsiones de ingreso que podemos recibir, que seguramente no se van a cumplir. Partimos de créditos presupuestarios que son muy similares a los de 2011 y, sin embargo, el propio consejero hizo dos ajustes de crédito en ese ejercicio porque decía que las cifras eran irreales. Se han hecho previsiones dentro de un escenario macroeconómico que sabemos que no se va a cumplir; y, ademas, un 60% de los ingresos del Principado dependen de Madrid, donde el Gobierno de España ha aprobado una serie de ajustes que, según han anunciado, tendrán que llegar a los 40.000 millones de euros. Este presupuesto no tiene en cuenta ninguna de esas tres variables.

-¿Están decepcionados con el Gobierno de Álvarez-Cascos, que había anunciado que su Ejecutivo potenciaría la economía en la región?

-Esas partidas, las que sirven para apoyar la actividad económica, descienden de forma importante. Es llamativo que el resto de partidas se mantienen o crecen, pero lo que afecta al apoyo directo al fortalecimiento del tejido empresarial asturiano y al aumento de la competitividad de nuestras empresas baja. En volumen, lo que es el apoyo al sector productivo y las ayudas a la mejora de la competitividad decrecen un 17,5%. Bajan las ayudas al transporte, a la internacionalización, al comercio, a la innovación, a la incorporación de nuevas tecnologías... Y bajan las inversiones en infraestructuras en general. No hay un presupuesto que tenga un marcado carácter inversor y encima decaen las ayudas directas a la promoción económica. No nos gusta.

-¿Cree que un Gobierno en minoría aboca a unas elecciones anticipadas?

-No, eso no nos corresponde a nosotros decirlo.

-¿Llegará Asturias a los 100.ooo parados?

-No lo sé. Lo que sí es de prever es que el desempleo va a seguir creciendo al menos durante el primer semestre del año.

-¿Han obtenido algún compromiso por parte del Gobierno para impulsar el sector de la construcción? Por ejemplo, desbloquear los 500 millones del ACEBA para licitar obra pública...

-No. Tampoco hay nada previsto en el proyecto de presupuestos.

-Les gustaría, claro...

-Por supuesto. Esto tendría un doble efecto: en primer lugar, concluir infraestructuras que mejorarían bastante la competitividad de la región y, en segundo, algo que en este momento es tan importante como generar actividad económica y empleo.

-¿Se quedará en una declaración de intenciones el nuevo pacto de concertación, al no haber una consignación económica clara para él?

-Eso no es lo que el Gobierno del Principado nos está diciendo. Lo que el presidente del Principado ha manifestado es que al llegar a un acuerdo procuraría trasladar el mismo al presupuesto para hacer frente a las cantidades con las que hubiera que financiar esos acuerdos.

-Con las líneas de crédito y la financiación bancaria para empresas atascada, ¿esperan un aluvión de concursos, EREs y suspensiones de pago para este año?

-No esperamos que sea más numeroso que el año pasado, pero la verdad es que las empresas lo están pasando fatal. Está habiendo poquísima oferta de crédito y, además, está siendo muy difícil acceder a ella, por lo que el consumo se ha ralentizado mucho. Aparte, la economía es también psicología y la gente gasta menos de lo que posiblemente pudiera. A la escasez de crédito y la atonía en el consumo, se añade que está bajando mucho la demanda internacional. Están descendiendo las exportaciones de Asturias porque los mercados exteriores no están tirando como antes. Ahora que debíamos de volcarnos mucho más en la promoción de las exportaciones también se ha reducido este capítulo.

-¿Cuáles son sus prioridades en cuanto a las infraestructuras asturianas?

-Entre las que dependen del Gobierno de España, creemos que es necesario que el AVE llegue a Asturias cuanto antes, porque va a cambiar el panorama de la región. La Autovía del Cantábrico tendría que haber estado acabada en el año 2009, estamos en el 2012 y todavía no sabemos cuándo se va a acabar. Luego, otro tema de vital importancia para Asturias es el aeropuerto. Ahí, debemos empujar todos para potenciar la conectividad del aeropuerto porque, dado la comunidad que somos y dónde estamos, se trata de una infraestructura fundamental bajo el punto de vista empresarial. Las empresas cada vez viajan más fuera y eso puede ser no sólo una ventaja, sino también un handicap para que muchas empresas se planteen estar aquí o no.

-¿Y entre las que dependen del Gobierno regional?

-La puesta en marcha de la ZALIA. Es un proyecto que unido a la reciente ampliación del puerto puede convertirse en un elemento tractor para Asturias y en una ventaja comparativa importante en Europa. Esperamos que cada uno en su ámbito de gobierno sea consciente de estas necesidades y apueste por ellas.