Arcelor cierra hoy la planta de Avilés tras una larga cadena de recortes y paradas

 

El presidente de Arcelor en su visita en el 2007

La paralización de pintura, una de las líneas que daba valor añadido a las instalaciones del grupo en Asturias, provoca sorpresa y temor en la región

 

13.02.12 - 02:39 - DIANA DE MIGUEL | GIJÓN.

 

La decisión de ArcelorMittal de suspender a partir de hoy la actividad de la línea de pintura de Avilés supone un paso atrás en el camino hacia la modernidad emprendido por la siderurgia asturiana. La instalación era, junto a las líneas de galvanizado, una de las más punteras y que más valor añadido aportaba a la planta asturiana. Por eso, que el magnate indio Lakshmi Mittal haya decidido su cierre ha provocado sorpresa y temor entre los sindicatos que ven la medida como un claro síntoma de que la suspensión de esta instalación puede ser sólo el principio. El cierre, el primero sin fecha de reapertura que se produce en Asturias tras una larga cadena de paradas y recortes de todo tipo (producción, plantilla, mantenimiento de instalaciones...), se enmarca dentro de la política de ahorro de costes en la que se encuentra inmersa la compañía. Si hace unos años pedía eficiencia a todos sus talleres, ahora ese indicador parece no ser suficiente al reconocer que le sobran instalaciones y que concentrará la producción en las plantas más eficientes, pero, sobre todo, que más ahorro conlleven.

De ahí que la línea de pintura de Avilés haya dejado de ser prioritaria para el grupo al contar con otra más nueva en Lesaka ( Navarra) que combina en la misma instalación los procesos de galvanizado y pintura y, además, permite al grupo un importante ahorro de costes logísticos y energéticos. Esa línea había comenzado su régimen de producción industrial galvanizado el pasado mes de diciembre y la fase de pruebas galvanizado-pintura a principios de enero.

La de Avilés, con algo más de 10 años -abrió a finales de 2001- y una capacidad de producción máxima de 250.000 toneladas al año era la más joven de las instalaciones de Arcelor en Asturias. Con ella la compañía cerraba el proceso productivo tratando las bobinas galvanizadas mediante la aplicación de recubrimientos especiales -pinturas- para la fabricación de derivados de la construcción. Pero, a partir hoy el proceso siderúrgico asturiano se quedará cojo.

La línea de pintura había sido también la primera línea que el grupo paralizó de forma temporal en la región, allá por noviembre de 2008, como consecuencia de la caída de la demanda. Le siguieron, con mayor o menor intensidad, casi todas las instalaciones del grupo que vinieron acompañadas de medidas de tipo social y laboral, como la flexibilización de los tiempos de trabajo y vacaciones, la reasignación de personal a otras funciones o la congelación salarial. Fueron medidas con las que Arcelor trató de paliar la atonía del mercado, pero que tuvieron graves repercusiones en sectores con gran importancia para la economía regional como el del transporte o el portuario. Lo peor podría estar por llegar.