Asturias ahorró 31 millones en fármacos

27.07.11 - 02:36 - LAURA FONSECA | GIJÓN.

El gasto interanual acumula una caída del 8,83%. El único dato discordante es el aumento de recetas, que creció un 1,26%

La factura en medicinas vuelve a bajar en junio y sitúa a la región como la cuarta con mayor reducción

Poco a poco, el gasto de farmacia está dejando de ser un quebradero de cabeza para las arcas regionales para convertirse en una fuente de ahorro. El último balance del Ministerio de Sanidad así lo refleja, al elevar a 31,5 millones de euros el montante que el Principado ha logrado ahorrar en materia de gasto de farmacia en los últimos doce meses. Las sucesivas bajadas de precio de los medicamentos aprobadas por el ministerio y que han sido de aplicación en todo el país, han derivado en este histórico descenso que dejó en el conjunto de España un ahorro cercano a los 1.200 millones de euros.

Las cifras avanzadas ayer por el departamento de Leire Pajín confirman que la factura farmacéutica ha vuelto a descender en junio. En Asturias lo hizo en un 8,39%, lo que sitúa a la región por encima de la media nacional, que registró un descenso del 7,07%. El Principado fue la cuarta comunidad donde más bajó el gasto farmacéutico durante junio. Las más ahorradoras fueron Andalucía y Cataluña, con bajadas del 10,08 y del 8,75%, respectivamente. Le siguen Madrid, con un 8,48%, Asturias, con un 8,39%, Castilla-La Mancha, con un 8,28% y Galicia, con un 8,18%. El descenso de junio equivale en la región a 2,5 millones de euros. La factura en ese mes cerró en 26,3 millones de euros frente a los 28,8 millones del año anterior.

325,2 millones en 12 meses

Asimismo, el gasto interanual del Principado acumula un descenso del 8,83%, lo que le ha reportado un ahorro de 31,5 millones de euros. Las estadísticas de Sanidad señalan que entre julio de 2009 y junio de 2010, Asturias había desembolsado 356,7 millones en concepto de medicinas. Un año más tarde, tras la aplicación de las medidas de contención farmacéutica, la factura internanual llegó a 325,2 millones de euros, casi un 9% por debajo.

El único dato discordante en Asturias está relacionado con las recetas, cuyo volumen creció un 1,26% en los últimos doce meses. En ese periodo se suscribieron 25 millones de recetas, 300.000 más que el año anterior. Este incremento viene a señalar que en el Principado se consumen más medicinas por paciente aunque a un coste menor debido a las ya mencionadas bajadas de precio de 2010 y 2011. El descenso del coste de las medicinas ha permitido, a su vez, que baje en Asturias el gasto medio por receta, que pasó de los 14,41 euros de 2010 a los 12,97 euros actuales.

El ministerio atribuye la reducción del gasto a las medidas de ahorro adoptadas por el Gobierno en los últimos meses. Precisa, en este sentido, que el Sistema Nacional de Salud alcanzó un gasto farmacéutico de 951.567.885 euros en junio pasado, lo que sitúa el crecimiento interanual en el -9,42%.

Sanidad recuerda que el ejercicio de 2010 se cerró con un descenso de la factura farmacéutica interanual del 2,36% cuando al inicio de la anterior legislatura crecía por encima del 10%. Asimismo, señala que el 1 de junio del año pasado entraron en vigor las deducciones del 7,5% (el 4% en el caso de los medicamentos huérfanos) aplicadas a los medicamentos que se han dispensado con cargo a fondos públicos no siendo genéricos ni estando afectados por el sistema de precios de referencia.

Igualmente, el 1 de julio de 2010 entraron en vigor los nuevos precios de los fármacos genéricos acordados por el Real Decreto-ley 4/2010 de 26 de marzo. El 1 de agosto también se activaron los nuevos precios de los productos sanitarios con una rebaja del 7,5% con carácter general y del 20% en el caso de los absorbentes para la incontinencia de orina (pañales para adultos).

Además, para el presente ejercicio 2011, y con motivo de la entrada en vigor del nuevo sistema de cálculo de los precios de referencia el pasado 1 de marzo, la tendencia de esta reducción del gasto «se ha mantenido», según el ministerio, produciéndose nuevos ahorros en el gasto público en medicinas a la vez que se garantiza la prestación (tanto en cantidad como en calidad) y la introducción en la misma de aquellas innovaciones que aporten ventajas sustanciales en el tratamiento de las enfermedades y en la calidad de vida de los ciudadanos.