Blanco: «No vamos a paralizar la sanidad ni a producir una crisis en el modelo»

El nuevo consejero reconoce que su departamento tendrá que asumir una parte relevante del recorte global de 616 millones

Foto: Navia-Osorio invita a su sucesor a tomar asiento en su nuevo despacho, oferta que Blanco rechazó con cortesía. miki lópez

Lne.es » Asturias Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Juan Ortiz y Julio Bruno se perfilan como estrechos colaboradores del Consejero.

 

«No vamos a paralizar la sanidad ni a que esto produzca una crisis en el modelo. Tenemos que consolidarlo», afirmó ayer el flamante consejero de Sanidad, Faustino Blanco, instantes después de acceder por vez primera a su nuevo despacho en el Palacio Calatrava y de recibir el testigo de manos de su antecesor, José María Navia-Osorio.

 

 

A las doce del mediodía, Faustino Blanco prometió el cargo junto a los restantes miembros del Gobierno de Javier Fernández. Tres horas escasas más tarde, entraba en la Consejería de Sanidad y era recibido por Navia-Osorio. Éste, en vez de la simbólica cartera, le hizo entrega de un lápiz electrónico que -según le indicó- contenía toda la información que el nuevo titular de Sanidad debe conocer. «De todos modos, yo voy para el Sespa; me tienes a tiro de teléfono», le comentó Navia-Osorio en alusión al retorno a su puesto base en la sede del Servicio de Salud del Principado en la plaza del Carbayón.

 

 

«No me dio tiempo a hacer grandes cosas», reconoció en tono distendido el ya ex consejero, quien -como todo el equipo de Francisco Álvarez-Cascos- ha ocupado el cargo durante menos de un año. Navia-Osorio propuso a su sucesor tomar asiento en su mesa para las fotografías de rigor, pero éste rechazó cortésmente la oferta.

 

 

A continuación, Faustino Blanco atendió brevemente a los medios de comunicación que asistían al traspaso de poder. Acto seguido, ambos reanudaron su conversación, ya sin la presencia de periodistas.

 

 

En sus declaraciones ante los micrófonos, el nuevo titular de Sanidad señaló: «Queremos conocer la situación». Y añadió: «A nadie se le escapa que la situación que se avecina en el contexto del Principado es el tema económico», en referencia al recorte del gasto que, con una cuantía global de 616 millones de euros, el nuevo Ejecutivo regional debe acometer de forma inmediata. «Eso tiene que asumirlo el conjunto de la Administración pública, y yo también. Sanidad tiene una sensibilidad especial que nos preocupa, pero tampoco se nos escapa que su participación en el conjunto es muy importante y, por lo tanto, tenemos que ser solidarios con ese problema», señaló el doctor Blanco.

 

 

El Consejero no quiso aventurar la cuantía del ajuste que deberá asumir su departamento, pero sabe que se enfrenta a medidas dolorosas. «No podemos recortar como si la sanidad no fuera un servicio directo al ciudadano, y sin saber que los ciudadanos precisan de nuestra atención», precisó el médico gijonés. Fue ahí donde introdujo la frase tranquilizadora que abre estas líneas: «No vamos a paralizar la sanidad ni a que esto produzca una crisis en el modelo. Tenemos que consolidarlo».

 

 

A juicio de Faustino Blanco, «en todos los servicios, en éste también, por muy buena gestión que se haga, hay nichos de ineficiencia». «Tendremos que repensar cuáles son, identificarlos y actuar», prosiguió. El nuevo consejero se mostró dispuesto a «reordenar servicios», una expresión de significado siempre incierto. Y todo ello con la finalidad de «hacer racional y sostenible la sanidad asturiana».