El Sespa acusa a los médicos de retrasar la negociación por estrategia corporativa
Los facultativos denuncian la irresponsabilidad de Sanidad por «desatender las guardias durante la huelga», de la que restan tres días
Concentración de médicos, ayer, ante el materno infantil del HUCA, en Oviedo. luisma murias
Lne.es » Sociedad y Cultura Oviedo / Avilés, M. S. M. / M. M.
La Administración sanitaria y los representantes médicos no acaban de entenderse. El cruce de mensajes deja al descubierto un desencuentro que se materializó ayer en la jornada de huelga de 24 horas secundada por el 8,5 por ciento de los médicos del turno de mañana y por la suspensión de las negociaciones hasta mañana, viernes.
La postura del Sindicato Médico (SIMPA) denunciando la irresponsabilidad del Servicio de Salud por desatender las guardias durante la jornada de huelga parece denotar que no está dispuesto a suavizar su posición. Entre tanto, desde el Servicio de Salud se atribuyó a intereses corporativos la decisión de los médicos de retrasar la negociación.
La gerente del Servicio de Salud (Sespa), Celia Gómez, achacó al Sindicato Médico una actitud «obstruccionista» que sólo busca paralizar la gestión y la prestación de servicios esenciales, lo que, a su juicio, se está realizando «intentando provocar el mayor daño posible». Según Gómez, ayer hubo un intento de reunirse con los médicos, pero éstos pospusieron el encuentro y lo condicionan a los resultados de la reunión del consejo ejecutivo que celebran esta tarde, en la que, entre otras cosas, propondrán «nuevas convocatorias de huelga», precisó la gerente del Sespa.
Sobre la incidencia del paro que afectó ayer a la sanidad pública asturiana (y que se prolongará tres días más: hoy, mañana y el lunes de la próxima semana), Gómez manifestó que fue secundado por 294 médicos durante la mañana, lo que supone un 8,5 por ciento de la plantilla. Por la tarde pararon 41 médicos, un 12,3 por ciento, en su mayoría residentes en fase de formación.
La gerente aseguró que no se considera «desautorizada» por la Consejería de Sanidad, tal como señaló el SIMPA horas antes en un comunicado, y advirtió a los médicos de que quieran o no es con ella con quien tendrán que seguir negociando, porque los representantes del Sespa van a seguir siendo sus interlocutores.
Gómez se refirió a las «mejoras» en los cinco puntos clave del conflicto en los que el SIMPA «debe mostrar disposición de acuerdo para anteponer los intereses generales del Servicio de Salud en lugar de centrarse en una defensa férrea de determinados intereses particulares». Entre estos epígrafes figura la ampliación de la jornada ordinaria a las tardes, la supresión de la libranza tras la guardia de presencia física, la eliminación de los módulos de las tardes para los médicos mayores de 55 años y la actividad extraordinaria.
Desde el Sindicato Médico, el presidente de la sección de atención especializada, Ángel Colmeiro, denunció la «irresponsabilidad» e «imprevisión» del Sespa en lo que considera desatención de las guardias médicas, y calificó los hechos de «gravísimos», asegurando «que parece que con su actitud el Gobierno está buscando una desgracia». Colmeiro añadió que los facultativos han dirigido escritos a las direcciones médicas en los que trasladan a la Administración la responsabilidad por lo que pueda ocurrir.
A juicio del SIMPA, «el respaldo de la jornada de paro por prácticamente el cien por ciento de los médicos en formación fue despreciado por la Administración sanitaria, que se ha negado a reforzar el personal de facultativos especialistas de guardia».
Mientras Administración y médicos siguen tirándose los trastos a la cabeza, la huelga ha colmado ya la paciencia de algunos usuarios del área sanitaria avilesina, que, si bien respetan el derecho al paro de los facultativos, aseguran desconocer por qué no se cubren «como debe ser» los servicios mínimos. Es el caso de Jorge Arce González, que tras llevar a su mujer a rehabilitación -la segunda sesión después de diez meses en lista de espera- regresó a casa sin pasar por la consulta. «Fuimos a Atención al Paciente y se limitaron a decirnos que en la Constitución hay un artículo que ampara el derecho a la huelga, nada más», explicó.
Los médicos que secundan la huelga señalaron que en el Hospital San Agustín «hay gran seguimiento, sobre todo, en quirófanos y radiología». Asimismo, «se han eliminado muchas pruebas de diagnostico no urgentes», explicó José Antonio Vidal, miembro del SIMPA. Los profesionales sanitarios de Avilés cortaron en señal de protesta durante diez minutos el tráfico en la rotonda de acceso a la ciudad y, posteriormente, se concentraron en la puerta principal del hospital.
Por otra parte, representantes de CC OO, SATSE, SICEPA-USIPA y USAE criticaron ayer que UGT firmara un acuerdo con el Sespa y «rompiera la unidad sindical» desmarcándose de la huelga en el sector cuando los motivos que la provocaron «siguen vigentes». Gonzalo Gayol, responsable de sanidad de Comisiones, afirmó que la renuncia de UGT, que tiene el 13% de la representación sindical en la sanidad, a secundar la huelga no supone ningún impedimento a la continuidad.
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