Los sindicatos rechazan el incremento de la jornada laboral en la sanidad asturiana
Teniendo en cuenta de que en la sanidad asturiana hay 15.000 profesionales, estarían hablando de 1.000 despidos, algo realmente sangrante e inadmisible».
Instan al nuevo consejero a negociar los posibles cambios y advierten de que se opondrán a los despidos masivos
08.06.12 - 00:28 - LAURA FONSECA | GIJÓN.
La pretensión del Gobierno regional de incrementar la jornada sanitaria ha caído como un jarro de agua fría entre los sindicatos. Las centrales no han recibido nada bien el anuncio del consejero de Sanidad, Faustino Blanco, de aumentar las horas de trabajo, que supondrían pasar de las actuales 35 horas semanales a 37,5. Las declaraciones de Blanco realizadas el pasado miércoles, afirmando que la ampliación de jornada era una exigencia del Gobierno de la nación que el Principado estaba obligado a aplicar, han disparado los temores entre los trabajadores del Servicio de Salud (Sespa) por los efectos negativos que esta medida podría tener sobre el empleo.
«Cualquier cambio que quieran introducir lo tendrán que negociar y desde ya les advertimos que nos opondremos a los despidos masivos», avanzó ayer el secretario general de la Federación de Sanidad de CC OO, Gonzalo Gayol. Dicho responsable indicó que la modificación de la jornada es una de las medidas anticrisis introducida en la anteproyecto de Ley de los Presupuestos Generales. «No creo que el PSOE cometa la torpeza de aplicarla antes de que sea aprobada por el Gobierno central», indicó. En todo caso, considera que pasar de 35 a 37,5 horas semanales o, lo que es lo mismo, de las actuales 1.519 horas anuales a 1.645 «dejará a mucha gente en la calle. Eso es lo que pretenden si quieren ahorrar 31 millones de euros, que equivale al despido de entre 800 y 1.000 eventuales».
Los cambios tampoco son bien vistos por UGT. El responsable de Salud del sindicato, Juan Vila, cree que aún es pronto para valorar la medida «ya que de momento es sólo un anuncio», pero considera que «tendrá una incidencia negativa sobre el empleo y las condiciones actuales de trabajo». No obstante, Vila esperará a reunirse con el consejero de Sanidad o con algún responsable del Gobierno regional para conocer más detalles del proyecto. «Habrá que ver cómo pretenden aplicar esa ampliación que, en cualquier caso, tendrá que ser negociada con los sindicatos», avisó.
Mil profesionales menos
Desde las centrales profesionales la opinión es similar. El Sindicato Médico (Simpa) confía en que se abra una mesa negociadora y que el nuevo consejero de Sanidad «muestre un talante diferente al que tuvimos que soportar en otras legislaturas marcadas también por los cambios», en alusión a la etapa de Ramón Quirós que fue el que impulsó las unidades de gestión, también el polémico Plan de Recursos Humanos y la obligatoriedad de que los facultativos se jubilaran a los 65 años. El secretario general del Simpa, Antonio Matador, espera que Blanco «escuche todos los puntos de vista antes de tomar ninguna decisión». Un poco más contundente fueron desde del Sindicato de Enfermería (Satse) y desde el de Celadores y Técnicos (Sicepa), que señalaron que «no son momentos de tomar decisiones apuradas» y recordaron que «la sanidad es el motor del empleo en Asturias». Margot Marqués, del Satse, reconoció que las palabras de Faustino Blanco «están creando incertidumbre; muchos compañeros temen por su puesto de trabajo». Por su parte, Francisco Menéndez, del Sicepa, aseguró que «los técnicos calculan que el aumento de jornada provocará un despido por cada 15 trabajadores. Teniendo en cuenta de que en la sanidad asturiana hay 15.000 profesionales, estarían hablando de 1.000 despidos, algo realmente sangrante e inadmisible».
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