El Hospital San Agustín modifica las visitas a los enfermos
El horario, de 12 a 21 horas, entró en vigor el lunes y se amplía con respecto al anterior
No se permitirá el acceso el resto del día, con el fin de facilitar el trabajo de los profesionales y de mejorar la atención a los pacientes
09.06.12 - A. PALACIO, AVILÉS, en El Comercio.
El Hospital San Agustín ha modificado el horario de visitas a los pacientes. Lo había anunciado el gerente, Fernando Tejada, durante la clausura de las Jornadas sobre Seguridad en los Centros Hospitalarios del mes pasado, y la medida ya entró en vigor esta semana. Desde el lunes sólo se puede acceder a planta de 12 a 21 horas, aunque se mantienen las excepciones según las necesidades de determinados pacientes y las de la planta de Maternidad, más flexibles.
En la primera semana desde la implantación del nuevo horario, más amplio que el anterior aunque más restrictivo, ya se han apreciado resultados. El gerente explicó que los familiares recibían información con el horario de visitas en el manual de acogida «pero se lo saltaban con frecuencia», a pesar de estar estipulado que podrían pasar a las unidades de hospitalización de 15 a 20 horas. «A raíz del congreso sobre seguridad y tras las conversaciones mantenidas con los profesionales decidimos aplicar el nuevo horario».
Las razones para que esta medida entrase en vigor son sencillas: «Que hubiese familiares en las plantas por la mañana dificultaba el trabajo de los profesionales, las plantas se saturaban e incluso había quejas de los pacientes» por el número de visitantes en cada habitación. «Al hacer la medida estricta decidimos, sin embargo, que se aumentase el horario por la mañana», apuntó Tejada, y que no fuese desde las 15, sino desde las 12.
La medida se ha publicitado a través de la cartelería del hospital y también en Urgencias, y además en la puerta de acceso por el hall principal hay un guardia de seguridad que debe controlar los accesos de 8 a 12 horas. Según Tejada, tanto los profesionales como los pacientes están «contentos» con la medida.
Por supuesto, las excepciones se mantienen. «Para aquellos pacientes que por su situación de gravedad requieran un permiso especial, se podrá tramitar a través de la supervisora de la planta» y habrá familiares autorizados en horario nocturno, como hasta ahora, siempre que sea necesario. Además, «los permisos serán distintos en la planta de Maternidad por las características de los ingresos», indicó ayer el gerente del hospital.
Apoyo del personal
Los sindicatos y los profesionales que trabajan cada día en el San Agustín apoyan la medida. Unos, porque responde a una vieja reivindicación; otros, porque, aseguran, facilita el trabajo con los pacientes.
En ese sentido, la secretaria general de la sección sindical del Sindicato Profesional de Enfermería (Satse), Trinidad Caminero, indicó que antes de la restricción «todo el mundo podía entrar las 24 horas al día y la gente estaba 'pululando' por cualquier área del hospital» de forma permanente, algo que impedía a los trabajadores hacer sus funciones de forma correcta. «Nosotros siempre pedíamos a las gerencias anteriores que se tomase esta medida para que las restricciones entrasen en vigor, para que los profesionales pudiesen hacer su trabajo tranquilamente y atender a los pacientes». A su juicio, «las visitas desde las ocho de la mañana interrumpen nuestra labor, que no se puede hacer bien», indicó Caminero, que también quiso mostrar el apoyo a la gerencia por «haber retomado la medida».
Además, también consideró que «entendemos que los familiares tienen que venir al hospital, pero de forma ordenada y cumpliendo la norma, ya que los trabajadores tienen que trabajar y podrán dar un servicio de mucha más calidad y atender a los pacientes de la forma que necesiten» si los familiares no están presentes.
El jefe del servicio de Urología, José Luis Guate, también apoya la medida. «En ocasiones, haciendo las visitas, te encontrabas con muchos familiares en la habitación y los pacientes fuera, por lo que el médico llegaba a tener la sensación de que estorbaba». Por ello, consideró que «la medida me parece bien, siempre que haya excepciones para los pacientes que lo necesiten». El médico recordó que «la mayoría de los pacientes acaba de salir de una intervención y no tiene ganas de muchas visitas». En ese sentido, Guate indicó que «es estupendo si podemos trabajar mejor, porque algunas veces alguna planta llegó a parecer un día de mercado».
«Deben concienciarse»
Juan Carlos Caramés, representante de UGT en el centro hospitalario, aseguró que «nosotros ya habíamos recibido quejas del personal de Enfermería, y también por las tardes porque se hace mal uso de las visitas». Caramés lamentó que «mucha gente sigue intentando 'colarse', pero hay que hacer una visita con coherencia y había un abuso». Al sindicato ya han llegado ecos de los buenos resultados de la medida. «Se ha observado que por las mañanas hay menos gente en las unidades de hospitalización», dijo, además de recordar que «las quejas eran continuas y ahora la población debe de concienciarse».
'Juanín', representante de CCOO, recordó que «en el tema del horario siempre hubo problemas por las visitas fuera del tiempo estipulado», especialmente después de una pelea que se registró en una planta con personas de etnia gitana implicadas. «Nos teníamos que poner un poco en serio para que no se molestara a los profesionales ni a los pacientes, respetando las excepciones». Y desde el lunes «ya se ha notado algo, porque parece que la gente se va concienciando poco a poco». Sin embargo, este representante sindical comentó que «es imposible controlar todas las entradas, pero eso de colarse ya va en la conciencia de cada uno».
José Ignacio Jorge, jefe del servicio de Cirugía, aseguró que es «tremendamente incómodo hacer visitas cuando hay familiares», que especialmente antes de las doce de la mañana «no deberían estar presentes porque se realizan las curas a los pacientes». Desde su punto de vista el horario debería de ser «incluso más restringido, al igual que en otros países» hasta la una de la tarde, «porque muchos familiares sí quieren estar presentes durante las comidas». Además, estimó que antes de esa hora «sólo deberían contemplarse los permisos especiales» para evitar «que llegue a haber 25 familiares visitando a alguien».
La responsable de USAE, Garbiñe Rentería, estimó que «si la medida va en beneficio del paciente y del profesional, la apoyamos». En ese sentido, explicó que «efectivamente el personal, y últimamente sobremanera por la carga de trabajo en las plantas, sí hablaba de un desorden en la entrada de las visitas, y que los familiares no facilitaban el trabajo». Por ello, la medida «conseguirá poner un poco de orden» en el día a día.
Tiempo suficiente
El neumólogo Fernando Álvarez Navascués, a título personal, consideró que el nuevo horario supone «un avance positivo» y que los familiares y amigos «ya disponen de un horario de visita amplio». Daniel Hernández Vaquero, jefe del servicio de Trauma, reseñó que «el exceso de visitas podría llegar a ser un problema y los propios pacientes se quejaban, especialmente en los casos de las habitaciones de dos personas y los visitantes de unos y otros». Para el médico, es «conveniente restringir los horarios de mañana, más dedicada al aseo personal de los pacientes» e indicó que «si se ha aumentado el horario y ahora se puede acceder desde las doce, los familiares y amigos disponen de tiempo suficiente».
Desde el Sicepa, comentaron que «por lo general hemos observado que la medida es muy positiva y que ahora de ocho a doce se puede trabajar mejor porque no hay gente en los pasillos». De hecho, sólo hay presencia de familiares «que tienen un pase para visitas, como se regulaba antiguamente».
Por ello, durante la clausura del congreso sobre seguridad que se desarrolló en el San Agustín, el gerente del centro explicó que «es algo que demandan los profesionales sanitarios y también los enfermos más graves», por lo que había anunciado la intención de la gerencia de «limitar el acceso a las zonas asistenciales por la mañana, como mínimo entre las ocho y las doce», algo que ya se ha cumplido. Respecto a la seguridad en el hospital, aseguró que «es buena porque la región es muy segura y eso repercute».
Los familiares, entre la resignación y la comprensión
09.06.12, El Comercio.
Los familiares y visitantes de los pacientes aceptan, en su mayoría, las nuevas restricciones horarias. Aunque el lunes, primer día que se aplicó, muchos intentaron entrar fuera del horario estipulado, ayer viernes el flujo de personas era muy inferior entre las 8 y las 12. Sin embargo, muchos pedían explicaciones al guardia de seguridad que 'custodia' la puerta de acceso, aunque en general las quejas son mínimas. Media hora antes de que los familiares pudiesen acceder a las habitaciones, muchos hacían tiempo en la cafetería del hospital, esperando con más o menos calma. Una señora comentó al guardia de seguridad que debía «subir para afeitar a mi marido» y otro chico necesitaba acceder antes de la hora porque coincidía con el momento en el que él mismo comenzaba su jornada laboral. «Para la próxima vez, es conveniente que solicite un pase a la supervisora de planta para poder acceder fuera del horario», le explicaba el vigilante al acceder. El marido de una paciente ingresada desde el lunes esperaba pacientemente en las sillas del hall. «A mí no me parece bien, pero muchas veces se juntan hasta ocho personas en la habitación y molestan a los pacientes, y lo sé porque yo mismo estuve aquí dos veces y era así», comentaba. Otra señora, a su lado, indicaba que «la norma es esta, así que la cumplimos».
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