Un regreso a un pasado que debería estar definitivamente enterrado: del modelo de Sistema Nacional de Salud al de aseguramiento y ¿beneficencia?
Los consumidores critican la reforma sanitaria por «ineficaz e injusta»
Denuncian que las medidas de Rajoy conducen a «un modelo de aseguramiento que deja fuera y margina a los que menos tienen»
15.08.12 - LAURA MAYORDOMO | GIJÓN, en El Comercio.
El pasado sábado, 4 de agosto, el Boletín Oficial de Estado (BOE) ponía negro sobre blanco el Real Decreto que regula la condición de asegurado y beneficiario a efectos de la asistencia sanitaria en España con cargo a fondos públicos, y a través del Sistema Nacional de Salud. Leído y analizado el texto, la Unión de Consumidores de Asturias advierte de que las medidas que en él se recogen suponen «el desmantelamiento» del sistema nacional de salud tal y como lo conocemos hasta ahora -público, universal y gratuito- y que conducen a «un modelo de aseguramiento que deja fuera y margina a los que menos tienen».
Y esos, apunta el presidente de UCE-Asturias, Dacio Alonso, no serán sólo los inmigrantes no regularizados -que deberán pagar una cuota de 710 euros anuales o 59,20 euros al mes si quieren recibir asistencia médica-. Porque, insiste Alonso, «se pasa de un sanidad pública que se financia vía impuestos -según los ingresos de cada ciudadano- y que garantiza la atención sanitaria a todos -independientemente de que paguen más o menos impuestos-, a una sanidad de asegurados que puede dejar fuera a los más desfavorecidos».
El resultado, advierte UCE-Asturias, es un cambio «radical» a un modelo sanitario que, según su criterio, será «peor, más caro, ineficaz e injusto». «Un retroceso -insiste- a conceptos de hace 30 años».
El portavoz de la asociación asturiana de consumidores cree que estamos ante un cambio «de mucho calado» y critica que el Ejecutivo central haya dado rango de oficialidad a estas medidas en pleno mes de agosto y «con una falta total de transparencia».
Entiende también Dacio Alonso que el Gobierno del Partido Popular está aprovechando la coyuntura económica para, «con la excusa de la situación económica como telón de fondo, introducir sus reformas que son de carácter ideológico y no económico, ya que está sobradamente documentado que los modelos de aseguramiento son más costosos, menos equitativos y tienen peores resultados en salud».
Ningún ahorro
En este sentido, Alonso está convencido de que los cambios introducidos «no sólo no generarán ningún ahorro sino que pueden producir un incremento del gasto sanitario público».
Y es en este punto donde enlaza con la obligatoriedad impuesta a los extranjeros sin residencia legal en España de que abonen 710 euros anuales -cantidad que es superior en el caso de los mayores de 65 años- para poder recibir asistencia médica. «Una auténtica indecencia», a su juicio, pero que «más allá de consideraciones éticas y humanas» supondrá «poner en serio peligro la salud pública del país, al dejar sin tratamiento procesos crónicos e infecciosos». Y, al tiempo, se traducirá en un mayor gasto sanitario «al desviar a estos pacientes a la vía de la atención urgente, que es más costosa».
Cabe recordar que el Ministerio de Sanidad ha dispuesto que sólo se prestará atención médica a aquellos inmigrantes irregulares que tengan menos de 18 años, a mujeres que estén embarazadas o aquellos casos considerados urgentes.
El 96% de los asturianos respalda la apertura de los centros médicos por las tardes
15.08.12 - L. M. | GIJÓN, en El Comercio.
Considera Dacio Alonso, presidente de UCE-Asturias, que el Gobierno del Principado y el colectivo médico tienen en estos momentos la oportunidad de confrontar, con sus actuaciones, la defensa de un modelo sanitario público y universal. En este sentido, la postura ya avanzada de ambos de que en la región sí se seguirá atendiendo a inmigrantes en situación irregular y la decisión del Ejecutivo regional de emplear la obligada ampliación de la jornada laboral del personal sanitario -de 35 a 37,5 horas semanales- en la apertura vespertina de los centros sanitarios cuenta con el parabién de los consumidores.
De hecho, su reclamación de que los centros de atención primaria y los hospitales presten servicio por las tardes es antigua. Y aún sigue existiendo la plataforma cívica que se creó cuatro años atrás para reivindicarlo.
En su día -mayo de 2008-, la UCE realizó una encuesta entre 479 vecinos de 18 concejos asturianos de la que se extrajeron varias conclusiones. La principal, que el 96% de los encuestados se manifestaban muy o bastante de acuerdo con que se prestara atención sanitaria en los centros de salud por las tardes. Y por edades, eran los comprendidos entre 30 y 60 años, los más ocupados laboralmente, los más partidarios de esta medida.
«Esos datos son perfectamente vigentes», considera Dacio Alonso. «Si entonces evidenciaban una necesidad de los ciudadanos, como es poder ir al médico fuera de su horario laboral, con la situación actual lo es aún más».
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